575 uvas de Cámbrico 2007, el vino ahumado

Coupage de 90% de Rufete, 6% de Calabrés y 4% de Tempranillo. Crianza de 17 meses en barricas de roble francés. Viñedo de agricultura ecológica. Producción limitada a 2.533 botellas.

Amigos lectores, en la entrada de esta semana hemos rizado el rizo de la «stravaganza» y nos hemos sumergido en un vino espectacular que está elaborado en un gran porcentaje por una uva que hasta el momento no había aparecido por Vino y se Quedó y que nos ha sorprendido muy gratamente. Se trata de la variedad Rufete, que aunque parezca el nombre de un ex futbolista nos parece mucho mejor que el actual Director Deportivo del Valencia Club de Fútbol. Es una uva que suele darse en terrenos escarpados de difícil acceso con lo que su recolección es complicada. Para recompensar a quien se decide a elaborar vinos con ella otorga a éstos aromas espectaculares y un sabor muy elegante y refinado.

Siguiendo con las «rarezas» de nuestro vino de hoy sus creadores han unido a la Rufete la variedad Calabrés, una uva de la familia de la Garnacha proveniente de Italia donde también es conocida como Sangiovese. Al igual que la primera, se encuentra con un número muy pequeño de plantas en la zona de la Sierra de Salamanca donde la sabia tradición popular de la zona nos ha legado el siguiente pensamiento:

Uvas Calabrés, 

ni las comas ni las des, 

ni se las enseñes al vecino, 

que son muy buenas para vino. 

Y por si todo esto no fuera suficiente, para hacer de este vino algo único el 575 uvas de Cámbrico ha pasado de la clasificación de Vinos de la Tierra de Castilla y León a la de D.O.P. Sierra de Salamanca, denominación a la que damos la bienvenida a estas páginas. Esta reciente denominación de origen la forman seis bodegas de la zona que están apostando claramente por crear unos vinos de calidad recuperando las uvas que han arraigado en el terruño y que le dan marca distintiva en el mercado vinícola español.

Catando el embriagador 575 uvas de Cámbrico 2007

Todo en este vino nos ha entusiasmado desde su color hasta la última gota de la botella que continuaba mostrando matices diversos a como era el vino al principio. Su color es un precioso rojo granate con tonalidades ambarinas y rosáceas. Cuenta con una lágrima muy original que resbala por la copa como las gotas de lluvia en varios chorritos y no como es habitual en forma de una especie de olita.575 uvas de Cambrico 2007

Al introducir la nariz alucinamos ante la sinfonía de aromas que salían de la copa. Primero esos lácteos seguidos por la fruta en compota y finalizando con intensos recuerdos de humo de cigarro de categoría. Se percibe una suavidad que hace la boca agua. Su nariz fragante crea adicción.

La expectación es alta y tememos que la sensación en boca nos baje de la nube y pueda desacreditar todo lo anteriormente expuesto pero ocurre todo lo contrario, se cumplen los augurios y el vino remata un golazo por toda la escuadra con unas notas a tabaco habano que nos traen intensas y cálidas reminiscencias de viejos whiskies escoceses ahumados. Su entrada en boca es ácida, con un punto picante, cálida, larga y con taninos muy presentes pero perfectamente integrados. Aparecen grosellas por doquier y hacia el final el vino se vuelve seco. Tiene un retrogusto persistente. Al final de la botella aparecen recuerdos de yogur. Amazing.

El 575 uvas de Cámbrico 2007 es un vinazo que armoniza a la perfección con chocolate negro y es uno de esos grandes vinos que se puede beber acompañando a un buen cigarro cubano como si fuera un destilado añejo.

La gente de Viñas del Cámbrico puede estar bien orgullosa del trabajo desarrollado para elaborar esta maravilla. Y también por haber sido una de las bodegas impulsoras de la recuperación de la fabulosa variedad Rufete al hacerse con viñedos que estaban abandonados y ponerlos a trabajar de nuevo para crear vinos de calidad y un entorno mejor. Nuestro agradecimiento a estos amigos enclavados en la localidad de Villanueva del Conde en los aledaños de la preciosa Sierra de Francia que tan relacionada con el vino ha estado históricamente.

Ya sabéis queridos locos del vino, disfrutad con este néctar extraordinario que requiere tener una mente abierta y un buen rato de sosiego y buena compañía para poder apreciar todos los secretos de este vino que es más que un vino.

Salud y buenos vinos, amigos.

PD: Gracias a Ignacio de Barcelona Vinos por descubrirnos este excelso vino.

Garnacha Salvaje del Moncayo 2011, un vino para tomar en pantalón corto

100% Garnacha vieja del Moncayo. Fermentación en depósitos de acero inoxidable. Crianza de cinco meses en barrica de roble francés. Vendimia manual a finales de octubre.

Teníamos ganas de que los vinos de Aragón volvieran a Vino y se Quedó y de que hiciera su debut en él otra de las zonas geográficas protegidas de esta magnífica tierra vinícola. El vino que hoy os presentamos tiene su origen en la V.T. Ribera del Queiles, zona de viñedos bañados por el río Queiles que comparten las CC.AA. de Aragón y de Navarra. Es la única calificación de Vinos de la Tierra en España que se extiende por más de una Comunidad Autónoma.

El Garnacha Salvaje del Moncayo es un vino que proviene de viñedos de unos cincuenta y cinco años de antigüedad de la bellísima comarca aragonesa que lleva el nombre del mítico monte Moncayo que fue hito fronterizo de tres de los más importantes reinos europeos medievales, Aragón, Castilla y Navarra, que hoy tenemos la suerte de compartir en este mosaico de culturas que se ha venido en llamar España.

Esta comarca es una preciosidad y muy recomendable su visita para los amantes de la cultura y de la naturaleza. Al menos una vez en la vida hay que perderse por estos pueblecitos con sabor mudéjar y dejarse acariciar por ellos. En invierno la caricia suele ser más bien un bofetón en toda la cara. Para los frioleros mejor una visita a partir de la primavera. Después de visitar cada pueblo no puede faltar detenerse con un poco más de tiempo en Tarazona y sentir su alma romana y mudéjar con una copita de nuestro protagonista de hoy.

Una Garnacha potente pero nada «asalvajada»

Soñemos un momento. Vamos a hacernos a la idea de que nos encontramos en la cima del Moncayo. Para brindar ante tamaña gesta alpina descorchamos un Garnacha Salvaje del Moncayo 2011 mientras contemplamos desde las alturas su comarca homónima así como parte de las tierras de Soria y de Navarra. ¿Lo habéis imaginado? Pues entonces pasemos a la cata de este buen vino.Garnacha Salvaje del Moncayo

Posee un color rojo que va del rubí al granate. Es traslúcido, glicerinoso, limpio y brillante.

En nariz es sutil y muy agradable después de haberlo aireado un buen rato en la copa. A nosotros nos recordó el caramelo que envolvía a las manzanas asadas de las ferias de nuestra niñez. Hacía tiempo que no sentíamos ese primoroso aroma. A continuación nos envuelve la fruta roja cálida y ligera. Es un vino para descubrir con paciencia. Con tiempo este vino va perdiendo la timidez y expresándose tal y como es.   

En la boca sentimos la fruta roja ácida (fresa silvestre) pero sin aristas. Tiene un paso medio y una sensación alcohólica presente pero muy agradable. Es un vino con matices balsámicos y minerales que nos deja la boca fresca e invita a seguir bebiendo como si  no existiera el mañana.

Los integrantes del blog creemos que el Garnacha Salvaje del Moncayo armoniza a la perfección con cualquier comida que se realice al aire libre con chancletas. Aseguramos que está de muerte con unas chuletitas de cerdo a la pimienta, con carnes rojas a la brasa, con unas espléndidas Thüringer Bratwurst, que sin exagerar son las mejores salchichas que se pueden comer en el mundo y en buena parte del Universo, con una morcilla ibérica extremeña, o con un risotto.

Proyecto Garnachas de España

El enólogo riojano Raúl Acha es el responsable de nuestro vino de hoy y también del proyecto Garnachas de España por el que pretende recuperar la Garnacha de sitios que cuentan con viñedos viejos de esta variedad para hacer vinos de calidad y a precios bastante razonables. Para este fin ha creado alianzas con otros enólogos para elaborar vinos garnacheros en las zonas de Calatayud, Ribera del Queiles y Priorat. Prometemos probar todos estos vinos y contároslo aquí.

Estos proyectos son los que nos gustan; se recuperan zonas para los vinos de calidad y a la vez se potencia el crecimiento rural y el cuidado del entorno. Calidad por encima de cantidad aunque tampoco está mal enterarse de que España se ha convertido en 2013 en el líder mundial en cantidad de millones de hectolitros de vino al año superando a Italia y a Francia con un nuevo récord de 50,6 millones de hectolitros.

Descendemos del Moncayo sin dificultad gracias al aporte de estas garnachas viejas en estado líquido. Un dopaje mucho más sano que el que se usa para el Tour. Ha sido una experiencia muy placentera. Y muy barata: soñar es gratis y nuestro vino de hoy no nos ha agredido el bolsillo. En la Colección Permanente de Bodeboca lo podéis conseguir a un precio muy interesante.

Salud y buenos vinos, amigos.

Flor de Brezo 2011, recuerdos del bosque berciano

Coupage de Mencía y Garnacha Tintorera. Vinificación integral: fermentación y crianza de unos seis meses en barricas de roble francés. Vendimia manual. Vino natural. 

En esta nueva entrada de Vino y se Quedó os vamos a acercar uno de los vinos que forman parte del interesante catálogo de la que hemos elegido como bodega del mes de febrero en el blog que, por cierto, sigue creciendo día a día gracias a vuestra generosidad y fiel seguimiento. En este post regresamos a El Bierzo para encontrarnos con uno de esos vitivinicultores que tanto apreciamos en estas páginas; uno de esos artesanos que busca crear vinos singulares que reflejen la idiosincrasia del viñedo y del lugar en el que se crean.

De nuevo nos encontramos con un enólogo francés que ha decidido partir de Francia para establecerse en España y poner en marcha sus ideales vinícolas a este lado de los Pirineos. Los más habituales se acordarán de su compatriota Olivier Rivière. Hoy le toca el turno a Gregory Pérez, uno de tantos franceses con apellido español que ha hecho el camino inverso al que realizó hace muchos años su bisabuelo paterno desde la encantadora localidad abulense de Arenas de San Pedro, en las inmediaciones de la Sierra de Gredos, en ese triángulo mágico que forman las provincias de Ávila, Cáceres y Toledo.

El creador del Mèdoc, viendo que su futuro en el mundo del vino francés tenía toda la pinta de acabar en un trabajo de bodeguero, algo que no parecía emocionarle mucho, tomó la decisión de aceptar un trabajo como enólogo en una bodega de El Bierzo. Allí aprendió español y estuvo un lustro trabajando.  Al cabo de ese tiempo decidió emanciparse y crear su propia bodega y comenzar a poner en práctica su sueño. Para ello se estableció en Sorribas y levantó Bodega y Viñedos Mengoba.Flor de Brezo 2011Pérez procura elaborar sus vinos de la manera más artesanal posible y sólo poniendo productos si hay riesgo de enfermedades en las vides. En sus viñedos se trabaja a la antigua usanza, con arados tirados por bueyes e intentando la máxima conexión con el entorno natural. Da toda la sensación de que el bordelés se ha abierto al mundo en El Bierzo y se ha sentido plenamente arraigado en esta tierra, apostando por su potencial.

Adentrándonos en los bosques bercianos a través del vino de Gregory Pérez

Al degustar el Flor de Brezo 2011 hemos sentido la gratificante sensación de estar en medio de un bosque berciano en pleno otoño, llenándonos de humedad y frescor así como de fragancias florales y frutales. Ahí estábamos nosotros, en medio de brezos y castaños, inmersos en los colores ocres y rodeados del verdín que las umbrías sombras habían pintado durante mucho tiempo. Todo eso y más puede sugerir un vino. Si no lo creen, hagan la prueba.

Se trata de un vino de un color rojo granate, de capa alta, con ribete rosáceo-teja.

En nariz, una vez que se ha abierto convenientemente, es espectacular. Es un vino muy intenso y complejo. Apreciamos toda una amalgama de notas y matices en los que predominan las frutas rojas maduras, las flores de sotobosque, así como recuerdos de hierbas de monte bajo. Al final aparecen unas agradables notas lácticas como de nata. Este popurrí nos transporta a un día recogiendo frutos del bosque en el que nos impregnamos del olor a violetas y a tierra húmeda.

Al llevarlo a la boca sentimos que ésta se nos llena de fruta roja ácida y, posteriormente, de matices florales y licorosos leves. Éstos últimos le aportan un ligero toque dulzón. Notamos una carga alcohólica que nos duerme la punta de la lengua, así como un punto picante. Es largo y persistente. Contundente y equilibrado. Algo astringente y salino.

El Flor de Brezo 2011 es un vino extraño, un vino con varias caras. Hay que saber interpretarlo. A nosotros nos ha impresionado en nariz y algo menos en boca, aunque su combinación de reciedumbre y acidez equilibrada, que al final de la botella se tornaba aterciopelada, nos gustó mucho. La madera, bien integrada, le da elegancia y finura.

Nuestro maridaje ideal sería con carnes a la brasa, quesos ahumados y una auténtica cecina de León, no ese cartón piedra que por desgracia se está vendiendo en muchos establecimientos.

Abrid una botella de este berciano y dejaos transportar al campo otoñal. Es una placentera sensación antiestrés. Respirad profundamente y disfrutad la experiencia.

Salud y buenos vinos, amigos.

Torivín 4×4 Tinto Roble 2011, el vino más versátil de la comarca de Matanegra

Coupage de Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Syrah y Garnacha. Fermentado en barricas nuevas de roble americano y posterior crianza de 4 meses en las mismas.  

Este nuevo post no trata sobre ningún automóvil todoterreno, ni sobre ninguna regla matemática, sino de la historia de un gran vino que nos ha cautivado desde su descorche y que nos ha camelado haciéndonos pensar una cosa cuando era otra. Sabemos que este comienzo puede llevar a confusión, pero tranquilos, que lo vamos a explicar convenientemente a lo largo del artículo.

Torivín 4×4 es un vino creado por nuestro viejo conocido Fernando Toribio, del que ya os hemos hablado largamente en anteriores posts. Toribio es enólogo, bodeguero, y viticultor, y es el responsable de vinos como Viña Puebla Selección y Madre del Agua, así como de otros creados para Pago de los Balancines como Salitre y Vaso de luz.

El amigo Fernando ha puesto en marcha un nuevo proyecto personal con el que pretende acercar el vino a los que están alejados de él, y primordialmente a los más jóvenes. Muchos de ellos piensan que éste es un mundo viejuno y elitista que no va con ellos, y prefieren tomarse unas cervezas o unas copas (¡ay!, si descubrieran que se liga más y se cumple mejor con unos vinos en el cuerpo, otro gallo cantaría) antes que dejarse llevar por el elixir de los dioses. Se le ha ocurrido que en este mundo donde manda la imagen lo mejor es acercar el vino a través de la misma. Para ello ha creado la gama Torivín, acompañada de un divertido cómic del dibujante Antonio José García en el que se cuenta la vida y obra del «torito bodeguero» y de su peculiar equipo de animales ayudantes, donde hasta los tractores hablan.

Además de este cómic, han creado una página web muy visual y sencilla de manejar en la que uno se puede adentrar en este particular universo vinícola en el que se busca la unión del placer de beber vino con la fiesta y alegría que debe llevar aparejado este acto social.Torivin 4x4 2011

Hemos probado la mayoría de los vinos que conforman este nuevo proyecto y son estupendos; harán las delicias de todos. Que los clásicos no se echen para atrás al ver etiquetas tan alejadas de lo que se entiende por vinos serios y les den una oportunidad. Son vinos muy bien elaborados, de estructura moderna y, sobre todo, muy ricos. Hemos destacado el que más nos ha gustado de los ocho del equipo Torivín, el 4×4 Tinto Roble, tan bueno que ciertamente parece un 16, aunque el ADN Torivín y el Blanco Joven tampoco están nada mal.

Flipando con el Torivín 4×4 Tinto Roble

Si recordáis, más arriba os dijimos que este vino nos engañó desde el principio. Queremos aclararos esto porque deja en muy buen lugar al vino, y sobre todo a su creador. Se trata de un vino tan redondo, tan afinado y sin aristas, tan cremoso, que jamás habríamos dicho que sólo tenía cuatro meses de crianza en barrica, y mucho menos, que estas barricas fueran de primer uso y de ¡roble americano! Nos quedamos impresionados de que con estos mimbres se pudiera elaborar un vino tan perfecto. De nuevo nos quitamos el sombrero ante el genio de la Puebla de Sancho Pérez, localidad ubicada en el corazón de la comarca de Matanegra. 

El Torivín 4×4 es el resultado de la unión de cuatro uvas, donde la predominante es la Cabernet Sauvignon, algo que tampoco hubiéramos adivinado ante la sedosidad de este vino, y de cuatro meses de crianza en barricas de roble americano.

Es de un intenso color granate, como de cereza picota, de muy buena capa.

La nariz se nos llena de aromas profundos, muy placenteros, que van desde las moras maduras y las granadas, al café, y a la nata. Todo un espectáculo para la pituitaria.  

En la boca tiene un paso vivaz, sedoso, profundo, jugoso, sensual, que nos trae marcados recuerdos de frutas del bosque maduras, donde la mora es la gran protagonista. Es un vino muy redondo, cremoso, goloso, muy suave, y con un matiz licoroso al final que le aporta gran elegancia. Nos deja un agradable retrogusto, suavemente especiado y dulce a la vez. Increíble. Es uno de esos vinos que uno no pararía de beber si no hubiera que moderar la ingesta de alcohol.

Desde nuestro punto de vista este vinazo se puede combinar tanto con unas buenas carnes, como con guisos, así como con platos de pasta, embutidos ibéricos y quesos. Es tan versátil que Toribio and company nos retan a probarlo con unos huevos camperos fritos acompañados de un buen chorizo extremeño. Prometemos hacerlo, uniendo al reto unas buenas patatas fritas cortadas como para hacer tortilla.

Nosotros ya nos hemos subido a este todoterreno extremeño. Por poco más de ocho euros nos ha transportado a algo parecido a lo que debe ser el Paraíso. ¿A qué estáis esperando vosotros?

Salud y buenos vinos, amigos.

 

Gratias maximas 2011. Bobalización total

100% Bobal. Crianza de 12 meses en barricas de roble francés usadas. Vino natural y biodinámico. Pisoneo manual. Comercio justo.

Hoy queremos haceros cómplices de una preciosa forma de entender la elaboración de vino, que busca por encima de todo la decencia y el sano orgullo de cuidar de nuestro entorno más cercano para que tanto el terruño como las personas que lo habitan puedan vivir de él dignamente y legar a las generaciones venideras un lugar mejor del que recibieron de sus mayores. Para ello os vamos a contar la historia de tres amigos que un día decidieron cumplir su sueño vinícola en la zona de La Manchuela socializando la creación de dos vinos para beneficio de toda la comarca y de los que hemos tenido la suerte de probarlos. Hoy nos detendremos en el gratias maximas 2011, su riquísimo tinto. Esperemos que en un futuro cercano podamos acercaros nuestra valoración del gratias rosé 2012, un excelente rosado, también monovarietal de uva Bobal.

Descubrimos a estos «subversivos» en el magnífico Salón de las Estrellas de la Guía Peñín. Allí habían premiado a su rosado con los puntos suficientes como para poder ser exhibido en el expositor de la bodega. Nos encantó este vino y lo elegimos entre nuestros favoritos para el post en el que resumimos la experiencia de Vino y se Quedó en esta feria. Pero no os habíamos contado que en el stand de TresGe Winery pudimos catar bajo cuerda el tinto que hoy os presentamos. Nos gustó mucho, y prometimos probarlo de nuevo más para confirmar nuestra primera impresión. Un mes más tarde acudimos a una charla de Iván Gómez, uno de los tres creadores de este vino, en una tienda especializada del centro de Madrid, y allí le señalamos que su vino era «susceptible de blog«, algo que le hizo bastante gracia. Y en esas estamos.

Desentrañando el gratias maximas Bobal 2011

Lo primero que nos llama la atención es su etiqueta, en la que se recogen los nombres de todas las personas que han colaborado, de una u otra manera, en la elaboración de tan agradecido vino. Como podéis ver, es mucha la gente que ha puesto su granito de arena, y dice mucho de los «tres amigos» haber realizado este homenaje y de nombrar a su vino «máximas gracias». Nos parece que algunos deberían tomar buena nota y reconocer, si su exagerado ego se lo permite, que sin la ayuda de otros no harían los vinos que hacen.Gratias 2011 Tinto

Servimos el gratias maximas 2011 y observamos que es un vino muy limpio y brillante, de un color rojo picota intenso con borde ligeramente ambarino. Aún podemos observar tonos de juventud a pesar de haber pasado un año en barrica de roble.

En la fase olfativa nos topamos con agradables aromas a frutos rojos maduros, notas cítricas (recuerdos de pomelo), regaliz rojo, matices a monte bajo que nos sugieren aceitunas aliñadas, y un toque lácteo. Nariz de mediana intensidad.

En boca sentimos los frutos rojos maduros en su máxima expresión, seguidos de notas de pimienta y agradables matices licorosos que le aportan elegancia. Es un vino de paso largo muy equilibrado, redondo, con una marcada acidez pero perfectamente integrada con los taninos y el alcohol que están muy presentes.  Su gusto se quedará con nosotros un rato largo. Se bebe solo.

Lo recomendamos para acompañar asados de cordero o cabrito así como un buen cochinillo lechal. Y también combina a la perfección con un buen pisto manchego con huevos fritos.

Consideramos que gratias maximas es un vino de amistad y exaltación. Con cada nueva copa va cambiando y cuando te tomas la última te preguntas ¿por qué no hay más? Con este vino triunfaréis seguro.

Vino ético, la filosofía vital de TresGe Winery

La bodega TresGe Winery nace en 2007 a partir de la consultoría enológica que formaban los tres amigos de nuestra historia, Ana Gómez, Iván Gómez, y José Gómez (tres Gómez = TresGe). Aprovechando que la familia de Iván poseía un viñedo viejo de uva Bobal que había plantado su abuelo ochenta años atrás, decidieron lanzarse a la elaboración de vinos en la localidad albaceteña de Alborea, en plena zona de La Manchuela.

Todo comenzó con un marcado tono festivo y retador, pero viendo que el vino que les salió era lo suficientemente bueno optaron por seguir adelante de forma más seria usando las artes más naturales y sostenibles para la creación de vinos cuidando del medio ambiente y del entorno rural. Para ello, implicaron a mucha gente que entendió que había que cuidar la Bobal para hacer con ella vinos de calidad y cambiar así la tendencia de la zona de usar esta uva a granel sin buscar un bajo rendimiento para potenciar sus cualidades. La Bobal es la tercera uva más cultivada de España tras la Tempranillo y la Garnacha. Somos de la opinión de que cualquier uva en manos de buenos vitivinicultores es óptima para hacer un gran vino.Gratias 2011Estos tres empresarios han apostado por dar un enfoque ético a su negocio para conseguir que todo el proceso de elaboración de sus vinos sea decente y justo. Qué difícil se nos hace meter en la misma frase las palabras «empresario» y «ética», parece un oxímoron. Por desgracia, en los tiempos que corren (en todos los tiempos) la idea de ganar dinero honradamente sin perjudicar a los trabajadores y al entorno natural es algo que no se estila, que decía el cuplé. En nuestro acercamiento al mundo del vino hemos escuchado a algunos empresarios quejarse de que la gente no quería vendimiar o trabajar en el viñedo porque eran unos flojos y el trabajo era duro. Habrá casos así, pero si estos empresarios pagaran lo que dicta el convenio o, mejor aún, un poco más, muchas personas querrían trabajar para ellos. Confunden trabajador con esclavo. Con esta gente no mejoraremos jamás este país.

Los amigos bobalizadores de TresGe se han decidido por la ética en los negocios y socializar la elaboración de sus vinos. En sus propias palabras «vino ético es aquel que lleva implícito un comercio justo y un precio de venta honesto, donde el precio pagado por la uva permite vivir dignamente al viticultor, donde las personas implicadas en el proyecto están orgullosas de su trabajo, donde cada uno cobra por su trabajo y en función de su esfuerzo, donde el proceso de producción se desarrolla de forma sostenible, (…) donde las personas son importantes porque son quienes hacen posible el milagro del vino, donde lo que se dice del vino es verdad… donde muchas cosas justas, dignas y honestas convergen y se unen para sinérgicamente poner un grano de arena y hacer un mundo mejor para nuestros hijos». Simplemente, chapeau.

Esperamos contaros próximamente más cosas interesantes de este grupo que dignifica las buenas prácticas. A nosotros nos han ganado para la causa. Ojalá que sus ideas se generalicen en el mundo del vino y que todos podamos estar aún más orgullosos de nuestro patrimonio blanco, rosado y tinto. Os recomendamos que le echéis un vistazo a su página web. Y no os perdáis la preciosa foto titulada «el descanso del guerrero», que visualiza perfectamente lo que os queríamos contar en este post.

Salud y buenos vinos, amigos.

Viña Almate 2012. Frutas del bosque en estado líquido

100% Tempranillo. Tinto Roble con una crianza de 2 a 4 meses en barricas de roble francés azuelado* sin tostar. Viticultura totalmente biodinDSC_0145ámica.

Que alegría estar de nuevo por aquí para recomendaros un vino muy adecuado para estos tiempos en los que nos movemos: óptimo para el tiempo climatológico, puesto que se puede enfriar por debajo de los 15º C sin miedo a cargárnoslo, como para el tiempo económico que estamos sufriendo, porque es un vino con un precio muy correcto, rondando los 7 €.

Descorchemos una botella y catémosla. 

Los componentes del blog innovamos sobremanera a la hora de efectuar la cata de este vino. La realizamos a través de conexión telefónica entre Barcelona y Madrid y fue bastante divertido. Esto es lo que de allí salió. Si algo no es de vuestro agrado las quejas a Graham Bell.

Observamos que al servir el vino en la copa el color es granate con aproximación al tono cereza picota con un marcado borde de color violáceo que se extiende hasta el púrpura.

Fase olfativa: a copa parada predominan los aromas a frutas rojas con algún matiz a frutas negras. Se perciben notas licorosas, golosas y herbales. A copa movida sale a relucir una gran combinación de frutos del bosque y guindas en licor. Es balsámico y herbal y se adivinan toques a toffe. Al final descubrimos matices lácticos y leves notas a pimienta negra fresca. Al olerlo despeja la nariz, como los famosos caramelos.

En la boca sentimos la especificidad frutal que aporta la uva tempranillo con poco tiempo de crianza. Al principio acusamos una acidez y una carga alcohólica muy marcada, y eso que habíamos dejado la botella abierta más de dos horas para que el vino se oxigenara convenientemente. Al probarlo notamos una ligera sensación carbónica. Tiene un paso largo con taninos muy presentes. El final es picante y áspero. Llegados a este punto de la cata pensábamos que el vino tenía una acidez desmesurada pero «hete» aquí que a medida que nos servíamos ésta comenzó a desaparecer. El vino se convirtió en seda, dulzura y frescor, y no hubo forma de parar de beber hasta que la botella quedó presta para el reciclaje. Por tanto, Achtung!, no saquemos conclusiones precipitadas. Hay que darle tiempo para que se exprese como realmente es. Es lo que tienen los vinos orgánicos, que son un poco bipolares. Es un vino vivo, que aunque sea increíble de creer, os prometo que nos llegó a hablar.

Viña Almate 2012Recomendamos acompañar al Viña Almate 2012 con cualquier carne a la plancha o a la piedra, tapa ibérica, queso de oveja, o productos de barbacoa. Tampoco le tiene que ir nada mal a un arrocito sin marisco ni pescado. Hemos concluido que si se degusta sin carne es más ácido y comiendo con él se aprecia la fruta roja con toque licoroso.

Este vino para todos los públicos se lo debemos al enólogo y viticultor Alfredo Maestro Tejedor (Almate proviene de las dos primeras letras de su nombre y apellidos). Éste comenzó plantando viñas en su tierra natal, Peñafiel, hace unos quince años. Hasta hoy sigue en solitario al mando de su bodega homónima en la localidad vallisoletana donde elabora vinos absolutamente biodinámicos desde el principio hasta el fin. La gama suma ya doce vinos que no sólo provienen de esta zona sino también de Ávila y Madrid. Nos gustan todos los que probamos hasta el momento menos La Cosa-The Thing 2012, su vino dulce.

Esperamos que podáis disfrutar de este vino en estos días calurosos en alguna reunión sin pretensiones con los amigos o con la familia, que ahí ya no nos metemos.

Salud y buenos vinos, amigos.

* Azuelado: técnica de regeneración de barricas.

Nada Que Ver 2008. Mucho que beber

100% Maturana Tinta. Fermentado y macerado en madera. Crianza de 12 meses en barricas de roble americano y europeo.

Hace poco los miembros del blog nos perdimos durante unos días por la zona fronteriza comprendida entre las provincias de Ávila y Madrid (desde San Lorenzo de El Escorial a Cebreros) para disfrutar de un tiempo de asueto y llevar a cabo todo un recorrido cultural y naturalista por el lugar con motivo del cumpleaños de quien esto escribe.

El 2 de marzo decidimos cenar en el restaurante El Paseo en San Lorenzo de El Escorial. Cuando conseguimos encontrar el lugar, algo que nos llevó cierto tiempo, sentimos que habíamos acertado plenamente en la elección del sitio porque los platos eran extraordinarios, sobre todo el ciervo con frutas rojas, y porque allí degustamos la maravilla líquida color picota que hoy os traemos a escena. La decoración del local había pasado de moda hacía algunas décadas pero cuando uno echaba un vistazo a los platos y a la carta de vinos, que literalmente era un libro del grosor de un tomo de enciclopedia, y alucinaba observando la gran variedad de botellas de licores destilados que albergaba el local, le importaba un pimiento la antigualla decorativa que le rodeaba. Ya quisieran muchos restaurantes que se las dan de importantes de tener tanto surtido de vinos en su bodega y tantas botellas de calidad en su bar. Además, tuvieron un gran detalle al servir gratuitamente un vino blanco de calidad con el aperitivo de bienvenida: un Godello de Valdeorras muy rico. Y qué decir de la amabilidad y de la simpatía del personal de sala. Perfecta.

Desde el momento que nos presentaron el vino algo en nuestro interior nos dijo que estábamos en el preámbulo de algo importante; nuestro «afamado» sexto sentido nos indicó que íbamos a probar una joya. Y así fue.

Como en esto de las cosas del placer todo va unido nos llamó mucho la atención el diseño de la botella; nos pareció original y atractivo (recordaba al diseño de los carteles de alguna de las películas de Almodóvar que, en nuestra opinión, son mejores que las propias películas). Esa profusión de colorido cuasi republicano nos cautivó. En ese momento ya no teníamos ojos para nada más. Sólo queríamos probar el vino. La curiosidad se apropió de nosotros.Nada que ver 2008

Cuando el camarero comenzó a verter el vino en las copas supimos que sería un gran descubrimiento. Lo que voy a decir ahora no es muy académico pero a mí me ha servido bastante durante mi corta vida «vinística«: siempre me fijo en esa especie de espuma que se forma en la copa cuando se sirve el vino muy lentamente, si ésta es abundante, concentrada y elegante el vino siempre será espectacular; hasta el momento nunca me ha fallado esa intuición. El vino nos entró por los ojos desde ese primer contacto. Su intenso color rojo picota con ligero ribete púrpura nos animaba a su degustación.

Sin mover la copa acercamos la nariz y descubrimos que en su interior había toda una sinfonía frutal. A medida que la íbamos aireando estallaban por doquier las frutas negras maduras como si fueran mermelada, seguidas de aromas a flores y a plantas balsámicas y de una gran dosis de toques dulces como el cacao, la vainilla, el café, el toffe y el tabaco habano de la máxima calidad (nos trajo recuerdos de los cohibas que en alguna ocasión fumamos relajadamente sentados a la fresca en la quietud y oscuridad de la noche habanera; es lo bueno de tener amigos que trabajan en la fábrica). Como veis, toda una gama de aromas sensuales que provocaban el deleite máximo solamente con acercarse la copa a la nariz.

El sumo placer llegó al beber ese néctar y sentir como se desparramaba por toda la boca impregnándola de sabores a frutas maduras muy bien ensamblados con los destacados toques balsámicos que sin duda aporta la tierra a esta magnífica uva, y terminando en pinceladas abundantes de dulzor. Los taninos están muy presentes pero son  pura seda. Es de esos vinos que estarías bebiendo horas y horas sin reparar en que el mundo sigue dando vueltas a tu alrededor.

Queremos felicitar a Bodegas Martínez Alesanco por esta grandiosa creación y en particular a Pilar Torrecilla, la enóloga artífice de semejante maravilla. Y también por haber apostado por la recuperación de una uva como la Maturana Tinta, originaria de esas tierras altas riojanas y en clarísimo peligro de extinción, y que como se apunta en la propia botella, es un «histórico monovarietal que no tiene NADA QUE VER con el resto de variedades cultivadas en el mundo». Nos gusta la gente que arriesga y busca la excelencia. Y a un precio muy correcto imaginando lo complicado de la empresa.

Estas son las cosas que nos enorgullecen. Vivimos en el país en el que se hacen los mejores y más variados vinos del mundo. Creámonoslo de una puñetera vez.

Salud y buenos vinos, amigos. 

Negre de Negres 2008. Mami qué será lo que tiene «el negro»

Coupage de Garnacha, Cariñena, Cabernet sauvignon, Syrah y otras uvas no especificadas. 14 meses de crianza en barricas de roble francés.

En esta nueva entrada del blog os presentamos un Priorato de categoría. Es la primera vez que nos acercamos a esta D.O. en lo que llevamos desde el inicio de nuestra aventura en internet, hace algo menos de un año. Esto no quiere decir que no hayamos probado «prioratos» desde esa fecha, sino que no habíamos encontrado ninguno que nos gustara lo suficiente como para recomendarlo aquí. Bueno, sí lo encontramos, pero digamos que al hacer la cata definitiva el vino se «había caído» lamentablemente. No diremos el nombre por si en un futuro próximo vuelven a hacer un vino que podamos comentar en esta página.

El vino que os acercamos hoy lo descubrimos una tarde de primavera en Barcelona, en una tienda-barNegre De Negres2008 frente a la preciosa iglesia de Santa María del Mar. Nos llamó la atención, pero preferimos probarlo de nuevo un tiempo después para cerciorarnos de que el vino era tan bueno como nos había parecido en esa ocasión. Y no sólo nos pareció bueno, sino mejor, porque el paso del tiempo había hecho que mejorara en botella haciéndolo más suave y equilibrado.

Como sabéis los que nos seguís, y si no lo sabéis os lo contamos ahora, este blog siempre ha apostado por vinos que a los integrantes del mismo nos han gustado de una manera especial. Nos da exactamente igual la zona de la que provenga el vino en cuestión. Si nos gusta, nos gusta. Sin más. Decimos esto porque hemos comprobado en nuestras propias carnes como no siempre ocurre esto. Hace poco hicimos una cata a ciegas en Barcelona (este blog se realiza entre Madrid y Barcelona) y descubrimos con estupor como un vino había gustado mucho al personal hasta que se descubrió que era de Madrid. Entonces comenzaron a criticarlo duramente. Nos pareció tan triste ese comportamiento que nos prometimos a nosotros mismos que jamás haríamos algo así; en Vino y se quedó nunca criticaremos un vino por su procedencia, sólo por su calidad. Si algunos quieren politizar hasta estas pequeñas cosas que no cuenten con nosotros. Nos declaramos enemigos absolutos del aldeanismo provenga de donde provenga.

«Tinto de tintos». El vino del que hoy hablamos tiene mucha calidad. Su color es rojo picota. Muy intenso y limpio. En nariz es de intensidad media-alta. Predominan los toques a frutas negras maduras, a regaliz, a plantas silvestres y a Licorelaminerales típicos de la zona donde están ubicadas las vides, en los que la pizarra conocida como licorella es la gran protagonista del terreno. En la boca recuperamos algunos de los matices frutales y balsámicos que observamos en la fase olfativa pero ahora aparecen notas dulces y cremosas que hacen que el paso por boca sea sedoso, goloso y jovial. Nos queda una sensación larga y poderosa que nos empuja a seguir degustando este caldo proveniente de la bodega Portal del Priorat.

Recomendamos acompañar este vino con quesos de oveja, por ejemplo los manchegos, y con quesos tiernos, así como con foie, carnes y embutidos ibéricos, y guisos especiados.

Abramos la mente y dejemos los prejuicios a un lado para dejarnos seducir por las cosas buenas que tiene nuestro país, que son muchas y variadas. Sólo de esta forma nos daremos cuenta de que todos somos, en el fondo, iguales. Sólo seres humanos, que ya es bastante.

Salud y vinos, amigos.