Torivín 4×4 Tinto Roble 2011, el vino más versátil de la comarca de Matanegra

Coupage de Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Syrah y Garnacha. Fermentado en barricas nuevas de roble americano y posterior crianza de 4 meses en las mismas.  

Este nuevo post no trata sobre ningún automóvil todoterreno, ni sobre ninguna regla matemática, sino de la historia de un gran vino que nos ha cautivado desde su descorche y que nos ha camelado haciéndonos pensar una cosa cuando era otra. Sabemos que este comienzo puede llevar a confusión, pero tranquilos, que lo vamos a explicar convenientemente a lo largo del artículo.

Torivín 4×4 es un vino creado por nuestro viejo conocido Fernando Toribio, del que ya os hemos hablado largamente en anteriores posts. Toribio es enólogo, bodeguero, y viticultor, y es el responsable de vinos como Viña Puebla Selección y Madre del Agua, así como de otros creados para Pago de los Balancines como Salitre y Vaso de luz.

El amigo Fernando ha puesto en marcha un nuevo proyecto personal con el que pretende acercar el vino a los que están alejados de él, y primordialmente a los más jóvenes. Muchos de ellos piensan que éste es un mundo viejuno y elitista que no va con ellos, y prefieren tomarse unas cervezas o unas copas (¡ay!, si descubrieran que se liga más y se cumple mejor con unos vinos en el cuerpo, otro gallo cantaría) antes que dejarse llevar por el elixir de los dioses. Se le ha ocurrido que en este mundo donde manda la imagen lo mejor es acercar el vino a través de la misma. Para ello ha creado la gama Torivín, acompañada de un divertido cómic del dibujante Antonio José García en el que se cuenta la vida y obra del «torito bodeguero» y de su peculiar equipo de animales ayudantes, donde hasta los tractores hablan.

Además de este cómic, han creado una página web muy visual y sencilla de manejar en la que uno se puede adentrar en este particular universo vinícola en el que se busca la unión del placer de beber vino con la fiesta y alegría que debe llevar aparejado este acto social.Torivin 4x4 2011

Hemos probado la mayoría de los vinos que conforman este nuevo proyecto y son estupendos; harán las delicias de todos. Que los clásicos no se echen para atrás al ver etiquetas tan alejadas de lo que se entiende por vinos serios y les den una oportunidad. Son vinos muy bien elaborados, de estructura moderna y, sobre todo, muy ricos. Hemos destacado el que más nos ha gustado de los ocho del equipo Torivín, el 4×4 Tinto Roble, tan bueno que ciertamente parece un 16, aunque el ADN Torivín y el Blanco Joven tampoco están nada mal.

Flipando con el Torivín 4×4 Tinto Roble

Si recordáis, más arriba os dijimos que este vino nos engañó desde el principio. Queremos aclararos esto porque deja en muy buen lugar al vino, y sobre todo a su creador. Se trata de un vino tan redondo, tan afinado y sin aristas, tan cremoso, que jamás habríamos dicho que sólo tenía cuatro meses de crianza en barrica, y mucho menos, que estas barricas fueran de primer uso y de ¡roble americano! Nos quedamos impresionados de que con estos mimbres se pudiera elaborar un vino tan perfecto. De nuevo nos quitamos el sombrero ante el genio de la Puebla de Sancho Pérez, localidad ubicada en el corazón de la comarca de Matanegra. 

El Torivín 4×4 es el resultado de la unión de cuatro uvas, donde la predominante es la Cabernet Sauvignon, algo que tampoco hubiéramos adivinado ante la sedosidad de este vino, y de cuatro meses de crianza en barricas de roble americano.

Es de un intenso color granate, como de cereza picota, de muy buena capa.

La nariz se nos llena de aromas profundos, muy placenteros, que van desde las moras maduras y las granadas, al café, y a la nata. Todo un espectáculo para la pituitaria.  

En la boca tiene un paso vivaz, sedoso, profundo, jugoso, sensual, que nos trae marcados recuerdos de frutas del bosque maduras, donde la mora es la gran protagonista. Es un vino muy redondo, cremoso, goloso, muy suave, y con un matiz licoroso al final que le aporta gran elegancia. Nos deja un agradable retrogusto, suavemente especiado y dulce a la vez. Increíble. Es uno de esos vinos que uno no pararía de beber si no hubiera que moderar la ingesta de alcohol.

Desde nuestro punto de vista este vinazo se puede combinar tanto con unas buenas carnes, como con guisos, así como con platos de pasta, embutidos ibéricos y quesos. Es tan versátil que Toribio and company nos retan a probarlo con unos huevos camperos fritos acompañados de un buen chorizo extremeño. Prometemos hacerlo, uniendo al reto unas buenas patatas fritas cortadas como para hacer tortilla.

Nosotros ya nos hemos subido a este todoterreno extremeño. Por poco más de ocho euros nos ha transportado a algo parecido a lo que debe ser el Paraíso. ¿A qué estáis esperando vosotros?

Salud y buenos vinos, amigos.

 

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