100% Bobal. Crianza de 12 meses en barricas de roble francés usadas. Vino natural y biodinámico. Pisoneo manual. Comercio justo.
Hoy queremos haceros cómplices de una preciosa forma de entender la elaboración de vino, que busca por encima de todo la decencia y el sano orgullo de cuidar de nuestro entorno más cercano para que tanto el terruño como las personas que lo habitan puedan vivir de él dignamente y legar a las generaciones venideras un lugar mejor del que recibieron de sus mayores. Para ello os vamos a contar la historia de tres amigos que un día decidieron cumplir su sueño vinícola en la zona de La Manchuela socializando la creación de dos vinos para beneficio de toda la comarca y de los que hemos tenido la suerte de probarlos. Hoy nos detendremos en el gratias maximas 2011, su riquísimo tinto. Esperemos que en un futuro cercano podamos acercaros nuestra valoración del gratias rosé 2012, un excelente rosado, también monovarietal de uva Bobal.
Descubrimos a estos «subversivos» en el magnífico Salón de las Estrellas de la Guía Peñín. Allí habían premiado a su rosado con los puntos suficientes como para poder ser exhibido en el expositor de la bodega. Nos encantó este vino y lo elegimos entre nuestros favoritos para el post en el que resumimos la experiencia de Vino y se Quedó en esta feria. Pero no os habíamos contado que en el stand de TresGe Winery pudimos catar bajo cuerda el tinto que hoy os presentamos. Nos gustó mucho, y prometimos probarlo de nuevo más para confirmar nuestra primera impresión. Un mes más tarde acudimos a una charla de Iván Gómez, uno de los tres creadores de este vino, en una tienda especializada del centro de Madrid, y allí le señalamos que su vino era «susceptible de blog«, algo que le hizo bastante gracia. Y en esas estamos.
Desentrañando el gratias maximas Bobal 2011
Lo primero que nos llama la atención es su etiqueta, en la que se recogen los nombres de todas las personas que han colaborado, de una u otra manera, en la elaboración de tan agradecido vino. Como podéis ver, es mucha la gente que ha puesto su granito de arena, y dice mucho de los «tres amigos» haber realizado este homenaje y de nombrar a su vino «máximas gracias». Nos parece que algunos deberían tomar buena nota y reconocer, si su exagerado ego se lo permite, que sin la ayuda de otros no harían los vinos que hacen.
Servimos el gratias maximas 2011 y observamos que es un vino muy limpio y brillante, de un color rojo picota intenso con borde ligeramente ambarino. Aún podemos observar tonos de juventud a pesar de haber pasado un año en barrica de roble.
En la fase olfativa nos topamos con agradables aromas a frutos rojos maduros, notas cítricas (recuerdos de pomelo), regaliz rojo, matices a monte bajo que nos sugieren aceitunas aliñadas, y un toque lácteo. Nariz de mediana intensidad.
En boca sentimos los frutos rojos maduros en su máxima expresión, seguidos de notas de pimienta y agradables matices licorosos que le aportan elegancia. Es un vino de paso largo muy equilibrado, redondo, con una marcada acidez pero perfectamente integrada con los taninos y el alcohol que están muy presentes. Su gusto se quedará con nosotros un rato largo. Se bebe solo.
Lo recomendamos para acompañar asados de cordero o cabrito así como un buen cochinillo lechal. Y también combina a la perfección con un buen pisto manchego con huevos fritos.
Consideramos que gratias maximas es un vino de amistad y exaltación. Con cada nueva copa va cambiando y cuando te tomas la última te preguntas ¿por qué no hay más? Con este vino triunfaréis seguro.
Vino ético, la filosofía vital de TresGe Winery
La bodega TresGe Winery nace en 2007 a partir de la consultoría enológica que formaban los tres amigos de nuestra historia, Ana Gómez, Iván Gómez, y José Gómez (tres Gómez = TresGe). Aprovechando que la familia de Iván poseía un viñedo viejo de uva Bobal que había plantado su abuelo ochenta años atrás, decidieron lanzarse a la elaboración de vinos en la localidad albaceteña de Alborea, en plena zona de La Manchuela.
Todo comenzó con un marcado tono festivo y retador, pero viendo que el vino que les salió era lo suficientemente bueno optaron por seguir adelante de forma más seria usando las artes más naturales y sostenibles para la creación de vinos cuidando del medio ambiente y del entorno rural. Para ello, implicaron a mucha gente que entendió que había que cuidar la Bobal para hacer con ella vinos de calidad y cambiar así la tendencia de la zona de usar esta uva a granel sin buscar un bajo rendimiento para potenciar sus cualidades. La Bobal es la tercera uva más cultivada de España tras la Tempranillo y la Garnacha. Somos de la opinión de que cualquier uva en manos de buenos vitivinicultores es óptima para hacer un gran vino.Estos tres empresarios han apostado por dar un enfoque ético a su negocio para conseguir que todo el proceso de elaboración de sus vinos sea decente y justo. Qué difícil se nos hace meter en la misma frase las palabras «empresario» y «ética», parece un oxímoron. Por desgracia, en los tiempos que corren (en todos los tiempos) la idea de ganar dinero honradamente sin perjudicar a los trabajadores y al entorno natural es algo que no se estila, que decía el cuplé. En nuestro acercamiento al mundo del vino hemos escuchado a algunos empresarios quejarse de que la gente no quería vendimiar o trabajar en el viñedo porque eran unos flojos y el trabajo era duro. Habrá casos así, pero si estos empresarios pagaran lo que dicta el convenio o, mejor aún, un poco más, muchas personas querrían trabajar para ellos. Confunden trabajador con esclavo. Con esta gente no mejoraremos jamás este país.
Los amigos bobalizadores de TresGe se han decidido por la ética en los negocios y socializar la elaboración de sus vinos. En sus propias palabras «vino ético es aquel que lleva implícito un comercio justo y un precio de venta honesto, donde el precio pagado por la uva permite vivir dignamente al viticultor, donde las personas implicadas en el proyecto están orgullosas de su trabajo, donde cada uno cobra por su trabajo y en función de su esfuerzo, donde el proceso de producción se desarrolla de forma sostenible, (…) donde las personas son importantes porque son quienes hacen posible el milagro del vino, donde lo que se dice del vino es verdad… donde muchas cosas justas, dignas y honestas convergen y se unen para sinérgicamente poner un grano de arena y hacer un mundo mejor para nuestros hijos». Simplemente, chapeau.
Esperamos contaros próximamente más cosas interesantes de este grupo que dignifica las buenas prácticas. A nosotros nos han ganado para la causa. Ojalá que sus ideas se generalicen en el mundo del vino y que todos podamos estar aún más orgullosos de nuestro patrimonio blanco, rosado y tinto. Os recomendamos que le echéis un vistazo a su página web. Y no os perdáis la preciosa foto titulada «el descanso del guerrero», que visualiza perfectamente lo que os queríamos contar en este post.
Salud y buenos vinos, amigos.