Las uvas tintas de nuestro país

Como lo prometido es deuda, aquí estamos de nuevo para abordar el repaso a las uvas tintas que podemos encontrar a lo largo y ancho del territorio nacional.

Si en España coexisten más que veinte variedades de uvas blancas, como vimos en la primera parte de este post, en cuanto a las tintas su número desciende hasta los dieciocho. Sin perder ni un segundo vamos a repasar estas variedades, recordando que para hacer esta catalogación nos hemos basado en los datos que aportan las guías de vinos publicadas por la Ocu, que no es cuestión de recibir ninguna querella por incumplir la ley que protege los derechos de autor.

Hemos decidido que para mejor asimilación por parte de los lectores, ordenaremos por orden alfabético esta lista de uvas tintas que se cultivan en los campos españoles.

Bobal: Una uva de origen valenciano que encontramos en las zonas de Utiel-Requena, Valencia y La Manchuela. Si la viña es vieja aporta un aroma de frutos silvestres. Aunque se elaboran tintos, destacan los rosados jóvenes.  Se complementa muy bien con otras variedades para su crianza en madera.
Cabernet franc:
Uva procedente de la región francesa de Burdeos. En nuestro país es utilizada en la elaboración de muchos de los tintos que se crean en Cataluña. Otorga al vino un color violáceo, muchos taninos, gran acidez y aromas afrutados. Suele usarse para confeccionar coupages.
– Cabernet sauvignon:
Esta uva es la base con la que se  elaboran los vinos de Burdeos, aunque en España se puede encontrar en Cataluña, Navarra, la Ribera del Duero y La Mancha. Da lugar a vinos de color intenso, gran cantidad de taninos y fuerte aroma a fruta. Perfectos para la crianza en madera, donde ganan matices a humo, regaliz o trufa. Sus aromas van desde la rosa y la violeta hasta las frutas rojas, el pimiento verde y el café sin tostar.
– Callet:
Es la uva típica de la D.O. Binissalem- Mallorca. Genera en los vinos notas balsámicas y a frutos rojos. Muy adecuada para la crianza en madera, donde gana aromas a tostado.
Garnacha:
Esta variedad tinta es la más extendida en España. Se puede encontrar en La Rioja, Madrid, Navarra, Tarragona, Teruel, Toledo y Zaragoza. Los vinos que se elaboran con ella son fuertes, con mucha graduación alcohólica. Suele usarse para elaborar vinos jóvenes y rosados, así como crianzas para lo que suele mezclarse con otras variedades. Otorga al vino aromas a especias, destacando la pimienta, el regaliz y el anís, y a frutos rojos.
Graciano:
Su implantación se ha extendido por La Rioja y Navarra. Origina vinos de color intenso, con mucha presencia de taninos y acidez. Perfecta para la crianza.
Hondarribi beltza:
Se encuentra en Guipuzcoa y Vizcaya. Se usa para la elaboración del Txacolí tinto. Es es un vino muy ligero, afrutado, equilibrado en acidez y de color picota violácea.
Mazuelo:
Esta uva también es conocida como Cariñena o Samsò. Está implantada en Aragón y Cataluña. Produce vinos de color intenso, alta concentración de taninos, mucha acidez, por lo que es apropiada para la crianza. Combina muy bien con la garnacha. El aroma que predomina en esta uva es la violeta.
Mencía:
Variedad establecida en zonas de Galicia y de León. Da lugar a vinos de color púrpura, poco afrutados, equilibrados y con aromas a frutos silvestres, moras y confituras. Esta uva no es apropiada para las crianzas prolongadas.
Merlot:
Es la variedad de uva más extendida en el mundo junto a la Cabernet sauvignon. En nuestro país se encuentra, sobretodo, en La Mancha, Huesca, Cataluña y Navarra. Produce vinos de color rubí intenso, o sea, muy rojos, poca presencia de taninos y acidez, y aromas florales. Perfecta para la crianza, donde gana matices de tabaco, trufa y almizcle. Sí, amig@s, como los perfumes.
Monastrell:
Esta uva se extiende por el levante español, sobre todo por Alicante, Murcia y Valencia. Proporciona vinos de color intenso y alta graduación alcohólica. A pesar de que los vinos jóvenes son ásperos, despues de un tiempo de crianza son una delicia de aromas a frutas maduras, compota de higos y ciruelas, así como violetas. Una de nuestras uvas favoritas.
Pinot noir:
Esta es la variedad de uva empleada en los vinos de Borgoña. En nuestro país se usa en el Penedés. En esta uva destacan los aromas dulces y afrutados.
Prieto Picudo: 
La uva de tierras leonesas por excelencia. Los vinos de esta variedad resultan aromáticos y con bastante cuerpo.
SumollUna variedad autóctona española que encontramos en Baleares y Cataluña, sobre todo en la D.O. Pla de Bages. Debido a su maduración tardía se obtienen vinos tintos y rosados de buena acidez y de intensidad colorante media, con aromas a flores azules y vegetales, resultado de su elevada concentración en ácido málico.
Syrah:
Su nombre proviene de la ciudad persa en la que se originó, Shiraz. Está muy extendida mundialmente, y en España se puede encontrar en la zona de La Mancha y Levante. Da lugar a vinos con mucha concentración de taninos y mucho cuerpo. Aporta aromas a frutos rojos y violetas. Otra de nuestras favoritas.
Tempranillo
En España se la conoce por diferentes nombres dependiendo de la región en la que nos encontremos. Varios de estos nombres son: Cencibel, Ull de llebre, Tinta del país, Tinta de Toro, Tinto fino y Escobera. Según los expertos, es la variedad de mayor calidad, aunque eso es algo muy discutible. Se encuentra mayoritariamente, y por este orden, en La Rioja, Burgos, Cataluña y La Mancha. Origina vinos muy equilibrados, muy aromáticos, con poco color, y aromas a ciruela negra, frambuesa y cereza. Muy apropiada para la crianza. Tras ésta, desarrolla matices de tostados y especias.
Trepat:
Esta variedad predomina en la Conca de Barberà de donde es autóctona, y también la encontramos en la D.O. Costers del Segre. Puesto que da poco color a los vinos tintos,  su destino es la elaboración de vinos y cavas rosados. Sin embargo hallamos cada día más vinos tintos de Trepat que son afrutados en boca y de acidez equilibrada.
Vijariego Negro: Hablando de nuestro país no nos olvidemos de Canarias. Sobre todo en Tenerife nos encontramos con esta uva que se caracteriza por su componente frutal y toque goloso.

Amig@s, hasta aquí el repaso a las distintas variedades de uvas que podemos encontrar en los campos españoles. Esperamos que os haya servido para conocer cosas nuevas o para recordar las ya sabidas. Da gusto vivir en un país donde hay tantas especies de uvas y tantos tipos distintos de vinos. Recordad que España es el país donde más variedades de vinos se hacen, y según nuestro parecer, donde mejor se elabora este elixir de los dioses. Brindemos por ello.

Hasta la próxima.

Salud

Las uvas blancas de nuestro país

Tras los primeros cuatro meses de vida de este blog que ya se acerca a la frontera de los mil visitantes, (algo impensable para los que lo creamos), algunos de nuestros amigos nos han reclamado, además de las recomendaciones de vinos que hacemos habitualmente, que expliquemos de manera sucinta, para que lo pueda entender el público más profano en estas lides, el génesis de la creación del vino.  Y meditándolo profundamente, nos hemos dado cuenta de que habíamos dado por sentado que todo el mundo conocía cual era ese proceso, y obviamente, no tenía porqué ser así.

Como la vocación de este blog es de servicio público, hemos pensado en acercar a esos seguidores que comienzan a descubrir y a enamorarse de este mundo los conceptos básicos del mismo, para que de esta manera puedan entender mejor el largo camino que se recorre desde que se planta la vid hasta que se descorcha una botella de vino. Para ello vamos a publicar en los próximos días una serie de posts donde hablaremos primero, y en dos partes, de las variedades de uvas que se pueden encontrar en España, y en segundo lugar, sobre cómo se realiza el proceso de vinificación (creación del vino).

Comenzamos, por tanto, explicando las distintas clases de uvas que existen en nuestro país, puesto que, amigos, sin uvas, nos pongamos como nos pongamos, jamás habrá vino.  Este será un recorrido rápido y conciso, porque consideramos que aquél que quiera profundizar en este conocimiento lo puede hacer sin dificultad al existir infinidad de fuentes válidas a las que consultar. Nosotros nos hemos documentado en varias de ellas pero principalmente hemos usado las guías de vinos publicadas por la Ocu.

Lo primero que haremos es señalar por orden alfabético las variantes de uvas blancas que se desperdigan por los campos españoles, y que son la materia prima para la confección de vinos blancos, aunque en algún caso se pueden utilizar para la creación de tintos, pero eso puede que sea tema para otro post en el futuro.

– Airén: Es la uva más cultivada en España. Es característica de la D.O. Madrid y  de La Mancha. Perfecta para crear vinos jóvenes. Los caldos resultantes son de escasa acidez, con aromas frutales y herbáceos, y de color pálido.
– Albariño: Propia de la D.O. Rias Baixas. Da lugar a vinos blancos de gran acidez, alto contenido alcohólico y muy aromáticos, que suelen ganar con la crianza en madera.
Albarín: Una variedad blanca originaria de Asturias que estaba en peligro de extinción. Hoy se cultiva principalmente en León y en Asturias. No se debe confundir con el albariño gallego o el albillo. Los vinos elaborados con esta uva resultan muy aromáticos. También existe una Albarín negra.
– Chardonnay: Es una uva muy extendida por todo el planeta. En nuestro país se encuentra en el norte de Aragón y en Navarra. Con ella se crean vinos muy equilibrados, con aromas a manzana, melón y frutos tropicales.
Garnacha blanca: Su origen está en Aragón, aunque se ha extendido por Cataluña, La Rioja y Navarra. Los vinos que origina son amarillos, muy frescos y bien estructurados. El aroma que desprenden es a fruta madura.
Godello: Se trata de una uva procedente de Francia que contiene mucho azúcar y acidez, y produce vinos con aromas a fruta madura.
– Gewürztraminer: Su origen está en la región del Tirol italiano. En nuestro país sólo se encuentra en las D.O. Penedés y Somontano, ya que no soporta el excesivo calor. Los vinos que genera tienen mucho cuerpo y aromas a rosas.
Hondarribi zuri: Uva originaria de Guipuzcoa y Vizcaya que se usa en la elaboración del Txakolí blanco, vino muy ligero y afrutado.
 Macabeo: Se extiende por Cataluña y La Rioja. Se emplea junto a la Parellada y la Xarel·lo en la confección del cava. Los vinos que genera son ácidos y secos. Tiene aromas a manzana y melocotón, y notas de pepino.
Malvasía: Uva procedente de la cuenca mediterránea, en la actualidad se encuentra en Canarias y Cataluña. Se emplea en la elaboración de vinos con crianza y dulces, aunque sus vinos jóvenes tienen mucho cuerpo y aroma, destacando los florales (rosa, azahar) y frutales (mango, melocotón y melón).
Merseguera: Esta variedad es típica en la D.O. Utiel- Requena. Da lugar a vinos pálidos y aromáticos (notas de almendra), y acidez equilibrada.
– Moscatel: Se puede encontrar en Alicante, Canarias, Málaga y Valencia. Se emplea en la elaboración de vinos dulces o licorosos por su elevado dulzor. Aromas a melón, piña madura, pomelo y azahar.
Palomino: Su centro neurálgico está en la D.O. Jerez, aunque se puede encontrar en Castilla-León y Galicia. Es la uva con la que se confeccionan los vinos de Jerez, a los que aporta un sabor fresco con matices de almendras amargas.
Parellada: Se extiende por Cataluña. Dota al vino de poca graduación alcohólica y aromas frutales.
Pedro Ximénez: Los cultivos de esta uva se encuentran en Jerez, Málaga y Córdoba. Esta uva es la base para la elaboración de los vinos de la D.O. Montilla- Moriles. También para multitud de vinos dulces. Aporta aromas a pasas, cacao, café, chocolate o dátil.
Picapoll: Con esta variedad autóctona de Cataluña y cultivada en la D.O. Pla de Bages se elaboran vinos tranquilos muy estructurados, y también espumosos, que muestran frescura, acidez moderada y un aroma especialmente afrutado.
Riesling: Uva originaria de la cuenca del Rin, se encuentra en las D.O. Penedés y Somontano. Los vinos que origina son secos, con buena acidez y de color dorado. Destacan sus aromas florales.
Sauvignon blanc: Se cultiva en las D.O. Penedés, Rueda y Somontano. Otorga a sus vinos aromas vegetales y silvestres.
Torrontés: Se cultiva en las D.O. Ribeiro y Rias Baixas. Destaca su intenso aroma a rosas, piel de naranja y manzanilla.
Treixadura: Se extiende por las D.O. Ribeiro y Rias Baixas. Con ella se crean vinos frescos de elevada acidez, color verdoso y aromas a manzana y melocotón.
Verdejo: Es la uva que se usa para la elaboración de los vinos de la D.O. Rueda. Desarrolla vinos muy equilibrados, perfectos para la crianza en madera. Destacan los intensos aromas a hierbas como el heno y el laurel, y frutales, como la manzana y la pera.
Xarel·lo: Se cultiva en las provincias de Barcelona y de Gerona. Da lugar a vinos incoloros con aromas vegetales.

¿A que no esperabais que hubiera más que una veintena de uvas blancas en España? Sed sinceros, ¿cuántas desconocíais? Nosotros, unas cuantas. Este mundo de los vinos nunca dejará de sorprendernos. Hasta la segunda parte.

Acercándonos a Cercavins

Como os prometimos en el anterior post hoy os hablaremos de la gran impresión que nos dejaron los vinos del Celler Cercavins, bodega que conocimos en la feria Temps de Vi en Vilanova i la Geltrú. Como os dijimos, fuimos a parar al expositor de esta bodega por intermediación de los amigos del Celler Can Roda que trabajan con el mismo enólogo consultor, Enric Gil. Al gustarnos tanto los vinos que éste había realizado en Can Roda quisimos conocer alguna de sus creaciones para Cercavins.

Esta bodega está situada en la localidad ilerdense de Verdú, y sus vinos se inscriben dentro de la D. O. Costers del Segre.

Debido a lo avanzado de la hora y a las numerosas copas de vino que habían caído a lo largo de la tarde, sólo pudimos probar dos de sus vinos que seguidamente os analizamos. Ambos nos parecieron sublimes a pesar de sus diferencias: uno es un tinto y el otro un rosado, y sus precios difieren ostensiblemente; mientras el rosado se mueve en el entorno de los 5 €, el tinto se aproxima a los 20 €, aunque en la feria se podía adquirir por 18,50 €.

Bru de Verdú 14 2007:

Se trata de un vino tinto creado a partir de un coupage entre las variedades Syrah, Merlot y Tempranillo, en el que predomina claramente la Syrah, que representa el 75% de esta combinación.

El vino ha sido envejecido durante 14 meses en barricas de roble francés, americano y húngaro.

Los aromas que desprende el vino van desde las frutas negras maduras hasta los frutos secos, las especias y el chocolate. Al paladearlo, la boca se llena de sabores dulces y especiados. Perfecto para acompañar un guiso de rabo de toro, o simplemente para disfrutar  tomando unas tapas de carne, secreto ibérico, quesos o foie.

Éste es un tinto espectacular que deberían probar los buenos aficionados al vino al menos una vez en la vida, aunque creemos que aquél que lo pruebe, repetirá. Es realmente delicioso.

Tras probar esta joya ya no nos quedó ninguna duda de que Enric Gil es un artista creando vinos de calidad que hacen que nuestros sentidos se extasíen y nuestro espíritu alcance algo que debe ser lo más parecido a la felicidad.

Ya que estábamos en el stand de esta bodega probamos su rosado a petición de uno de los bodegueros. Nos pareció tan asombroso que decidimos mencionarlo aquí.

Virol Rosat 2011:

Singular vino rosado de la variedad Syrah en el que se complementan a la perfección los toques de fruta fresca, como la fresa, y la sequedad que consigue que el vino no se dispare hacia la golosina. Destaca su color rosa oscuro que le asemeja a algunos tintos jóvenes. Es muy indicado para acompañar platos de pasta, pescados, mariscos fríos, carpaccios, y todos aquellos platos y aperitivos indicados para el tiempo caluroso que se acerca. Perfecto también para acompañar una barbacoa. Recomendamos que se consuma muy frío.

Gracias a degustar este gran rosado nos pudimos quitar el mal sabor de boca, (nunca mejor dicho), y el enfado que nos causó haber probado dos vinos rosados que a nuestro juicio han sido sobrevalorados por los «expertos». Se trata del Rádix 2011, de bodegas Parès Baltá, que a pesar de haber ganado varios premios, según se hartan de explicar los comerciales de la bodega, aburre desde el primer sorbo. Es un vino muy caro, ronda los 19 €, y que según nuestro parecer, está falto de todo. Algún día hablaremos en este blog de cómo se consiguen muchos de los premios en el sector del vino. Ahí va un consejo, si se nos permite, ¡huid de los vinos premiados como de la peste! Claro que siempre puede haber una excepción a la regla.

El otro rosado que causó nuestra indignación, aunque menos que el anterior, fue el Brunus Rosé 2011, de bodegas Portal del Montsant. Es un vino que tiene un color rosa chicle que desanima su degustación. Es muy seco y anodino.

Aquí acabamos con nuestro resumen sobre cómo vivimos la última edición de la feria Temps de vi. Lo pasamos bien, y disfrutamos de buenos vinos, aunque también sufrimos otros. La organización fue buena, y nos gustó la idea, cada vez más extendida, de poder comprar a un precio razonable una copa de una conocida marca de cristal para degustar en ella los diferentes vinos. Esperamos veros por las muchas ferias de este tipo que se celebran por toda España, y como no, que podamos brindar por la buena salud de nuestros vinos y divertirnos juntos haciendo algo tan divertido como hablar de los mismos en buena compañía. Que así sea.

Salud a todos.

Descubriendo Can Roda

Los integrantes de este blog acudimos el pasado domingo a Temps de vi, la feria de vinos que se ha celebrado en Vilanova i la Geltrú entre el 1 y el 3 de junio. Allí descubrimos una bodega familiar que se ha lanzado hace pocos años a la creación de grandes vinos, plenos de originalidad y buen gusto. Se trata del Celler Can Roda, una pequeña bodega ubicada en la localidad barcelonesa de Santa María de Martorelles, adscrita a la D. O. Alella.

Antes de centrarnos en los tres vinos de su creación que tanto nos han gustado, tenemos que decir que los miembros de la familia con los que conversamos durante la feria nos mostraron un entusiasmo contagioso y un sano orgullo por el buen trabajo realizado bajo el asesoramiento del enólogo Enric Gil, que casualidades de la vida, es el autor de los cuatro vinos que más nos han sorprendido durante esta agradable feria. Y lo más sorprendente es que los ha creado en dos bodegas distintas que pertenecen a dos denominaciones de orígen diferentes, con el mérito que eso supone. Consideramos que todos los bodegueros deberían ser como los miembros de esta familia. De esta manera se conseguiría acercar el mundo del vino a sectores de la población que en este momento huyen del mismo en la creencia de que es elitista, algo que verdaderamente ocurre en muchas de las bodegas que han alcanzado el éxito comercial, que en la mayoría de los casos se contradice con la calidad.  Hay que alabar como se merece la gran labor que realizan estas pequeñas bodegas en apoyo de nuestra cultura vitivinícola y gastronómica. Nos atendieron con mucho afecto y nos explicaron la corta historia de esta incipiente bodega a la que auguramos un buen futuro. Además, tienen el relevo generacional asegurado porque al más pequeño de la saga, de 10 años de edad, ya le ha picado el gusanillo del vino, aunque aún no le dejen probarlo por razones obvias.

A continuación, os detallamos nuestro parecer acerca de los vinos de la bodega Can Roda que catamos durante la feria.Can Roda 2

Vi Jove Pansa Blanca Muscat 2011:

Vino blanco en el que se combinan a la perfección las variedades pansa blanca, nombre que se da en la D. O. Alella a la uva xarel·lo, y moscatel. Esta interesante mezcla provoca que la uva moscatel «frene» la sequedad de la pansa blanca, otorgando al vino un aroma fresco, frutal y dulce, y un sabor muy agradable con un final seco pero muy equilibrado. Perfecto para acompañar unas ostras o cualquier marisco de concha, como unos berberechos o unas conchas finas. Su precio es de 6 €.

Sauló Blanc criança 2010:

Vino blanco con seis meses de crianza en barricas de roble francés. Está creado con la variedad pansa blanca. Su coste es de 7 €. Este vino hay que catalogarlo como una delicia plena de originalidad. Cuando uno se acerca la copa a la nariz olvida por un momento que se trata de un vino y cree estar oliendo un licor destilado o un pastel dulce. Esta sensación desaparece cuando uno se lleva la copa a la boca y descubre toda la intensidad de la pansa blanca. Uno de los vinos más originales y raros, en el mejor sentido de la palabra, que hemos probado. Toda una ambrosía que no hay que perderse. Nos quitamos el sombrero ante los bodegueros de Can Roda y Enric Gil.

Vi Negre criança 2010 Merlot Cabernet Sauvignon:

Un vino tinto muy equilibrado que es perfecto para acompañar cualquier tapa de embutido, así como quesos o carnes rojas o blancas. Hay que felicitar a sus autores porque han sabido suavizar la aspereza intrínseca de la variedad cabernet sauvignon con un gran sabor a frutas maduras y una agradable sensación dulce con notas balsámicas y de especias como la pimienta negra. Buen trabajo. Y lo mejor, la botella sólo cuesta 7€.

Despues de nuestra divertida y fructífera visita al expositor de la bodega Can Roda, continuamos nuestro peregrinaje por la feria (muy agradable al ser al aire libre en una de las ramblas más importantes de Vilanova i la Geltrú), y fuimos a parar al expositor del Celler Cercavins siguiendo la sugerencia de nuestros amigos de Can Roda, que nos señalaron que su enológo Enric Gil también asesoraba a esta bodega en la elaboración del siguiente vino que os presentaremos en el próximo post.

Juan Gil, un gran amigo

Juan Gil 12 Meses. Tinto con crianza. Cien por cien Monastrell. Bodegas Juan Gil.

Juan Gil 8 Meses 2010. Tinto con crianza. 100% Monastrell.

La materia prima. Estos vinos han sido elaborados sólo con uvas monastrell, variedad que necesita calor, algo que  abunda en  la D.O. Jumilla, zona carente de agua y que se sitúa en el sureste de la Península Ibérica. La familia Gil dispone de unas 350 hectáreas de viña que están situadas a una altitud comprendida entre 700 y 850 m sobre el nivel del mar. Esto favorece una óptima maduración de los racimos. Los suelos en los que están plantadas estas vides son franco-arenosos y calizos.

En primer lugar, tenemos que decir que estamos enamorados de muchos de los vinos creados en esta bodega, así como de muchos de los que se están elaborando desde hace algunos años en esta denominación de orígen. Han dado con la tecla, y se han puesto a la vanguardia de los vinos de nuestro país.

La cata. El Juan Gil 12 Meses es de color rojo cereza-picota intenso con matices violáceos y potente aroma de frutas rojas maduras, torrefactos, cacao y notas ahumadas. 
De gran estructura, es muy maduro y goloso, con buena entrada en boca y muy persistente. Están perfectamente integrados la fruta, el alcohol y la madera, en un armónico equilibrio que lo hace muy agradable de tomar. Ideal para acompañar arroces con carne de caza, legumbres estofadas, setas, aves, quesos curados y azules, carnes blancas y rojas a la plancha y a la parrilla, así como a asados de todo tipo de carnes. Y como no, para tomar en el aperitivo con tapas.

En resumen, es un vino increíble y se encuentra en nuestro top ten de los mejores vinos españoles en cuanto a calidad- precio, ya que  ronda entre los 9 y los 10 €.

Como nos impresionó tanto este vino hace algún tiempo (hemos probado las añadas de 2008, 2009 y 2010), quisimos adentrarnos en el universo Juan Gil. Degustamos el 4 Meses y nos pareció correcto, sin más. También catamos el 18 Meses. Y ahí si que nos quedamos impresionados de verdad. Es un vino fantástico reservado para ocaciones especiales, ya que su precio se acerca a los 20€.

Pero después nos hicimos con el exclusivo Juan Gil 8 Meses, (un caldo que sólo se puede encontrar en el club Vinoselección), y nos pareció toda una ambrosía. Tiene un color rojo cereza-picota con ribete granate intenso. Al principio huele a fruta negra muy madura, a la que le siguen notas tostadas y de cacao. Es un vino muy bien hecho, estructurado y equilibrado. De ahí que su tanino sea tan sedoso y goloso. Es perfecto para acompañar asados y parrilladas, así como tapas variadas, (otro día os recomendaremos varios lugares míticos de Madrid y Barcelona para degustar grandes tapas y vinos a precios decentes).  Y perfecto es el precio que tiene, alrededor de 7€ en el club de vinos anteriormente mencionado.

Os animamos a que descubráis estos dos impresionantes caldos. Seguro que os encantan. Creemos que son ideales para dejar de preocuparse por unos momentos de la que está cayendo. Eso sí, no olvideis abrirlos al menos una hora antes de su degustación, aunque lo ideal sería hacerlo dos horas antes,  (algo que sería bueno que hicierais con cualquier vino tinto para poder apreciar todos sus matices).

Salud, y a disfrutar de las pocas cosas que aún no han entrado en crisis. Ya nos contareis.

Bueno, bonito y barato. Aldeya Tinto 2011

Como nos gusta ser lo más sinceros posible con nuestros seguidores y lectores, que alguno hay, tenemos que decirles que los creadores de este blog mantuvimos hace unos meses una sana discusión sobre lo que nos parecía el Aylés Garnacha 2011. Había cierta disparidad de criterios, y por ello uno de los miembros creyó oportuno que probáramos otra variedad de la misma marca y así comprobar si esta bodega podía confeccionar buenos vinos. Y tengo que reconocer que con este vino nos han ganado.

Hace poco tiempo que esta bodega ha decidido rebautizar su conocido vino Aylés como Aldeya. Suponemos que este cambio ha tenido que ver con el márketing y el reconocimiento como Vino de Pago. En estos días nos hemos enterado de que el Gobierno de Aragón ha concedido recientemente a esta bodega el reconocimiento como primer vino de pago de esta comunidad autónoma. De esta forma, España cuenta ya con quince de estas protecciones oficiales a otras tantas bodegas. Castilla la Mancha es la lider indiscutible con ocho de estos vinos de pago.

Si el Aldeya o Aylés Garnacha no nos convenció por completo, este Aldeya Tinto 2011, un coupage de Garnacha, Tempranillo, Merlot y Syrah, nos ha apasionado desde el primer sorbo.  Es un vino que entra solo y puede acompañar a todo tipo de platos, e incluso no cansar aún bebiéndose sin acompañamiento gastronómico. Es ideal para llevar al campo o a un picnic. Tiene un toque goloso y frutal, y una ligereza tal, que si uno no se da cuenta es posible que se beba la botella de un viaje, algo que no es recomendable en ningún caso.

Y lo mejor de todo es que este vino tan rico tiene un precio por debajo de los 5 €. Ya no hay excusas para no probarlo. Y recordad que ahora que comienzan a subir los termómetros es recomendable tomar los vinos tintos a una temperatura comprendida entre 15º C y 16º C.  Aunque si la cosa se pone complicada y rozamos los 40º C en la calle y aún nos quedan ganas de beber un tinto, (el rosado en verano es una gran elección), no acusaremos a nadie si se toma este Aldeya a 14ºC.

Que lo disfruten.

No sólo de vino vive el hombre

     Como sabrán nuestros seguidores más acérrimos, los miembros de este blog hemos pasado un par de semanas en Praga y en Sajonia (región situada al este de Alemania). De ahí la tardanza en publicar esta nueva entrada.

     Hemos pasado unos días muy agradables probando la gastronomía local y degustando excelente cervezas a falta de vinos tintos de calidad. Sentimos decepcionaros, pero así ha sido. Fieles a nuestra vocación de servicio os aconsejamos que si viajais a esta zona de Europa no pidais ningún vino tinto checo, francés o italiano que os ofrezcan en las cartas de los distintos restaurantes, porque son lo que un castizo denominaría como «peleones». Si no podeis aguantar sin beber vino, teneis dos opciones, o lo llevais con vosotros desde España, o tendreis que contentaros con los vinos blancos de la región de Moravia que son bastante aceptables.

     Pero si os gusta la cerveza estais de enhorabuena. Los integrantes de este blog no somos demasiado partidarios de la cerveza tipo Pilsen, por su punto amargo, y nos hemos decantado claramente por las cervezas negras y tostadas. Este es nuestro particular ranking:

     En cuanto a cervezas negras, la que más nos ha gustado ha sido la que sirven en el restaurante Ferdinanda, lugar donde se come bastante bien y a un precio módico. Además elaboran su propia cerveza.

     En segundo lugar, recomendamos la que elaboran en la cervecería U Fleků, en la que desde 1499 realizan una cerveza increíble.  El inconveniente del lugar es tener que soportar música tradicional tocada en tu oído por músicos que parecen haber salido de una película de Kusturica, y aguantar los cánticos de los clientes, predominantemente rusos, un poco pasados de cervezas y de diversos licores checos. Si uno se mentaliza de lo que se va a encontrar, o ha tenido la suerte-desgracia de ligar con una ciudadan@ rus@, merece la pena una visita a este inmenso templo del lúpulo de la cebada.

     En tercer lugar situamos la cerveza negra que elaboran en la cervecería Sv. Norbert, situada en pleno monasterio de Strahov. El emplazamiento es muy agradable y encima la comida está muy rica. Este cronista ateo asistió por sorpresa a una misa en la iglesia del monasterio con música de órgano en directo, y debe reconocer que sintió una gran emoción.

     En cuanto a cervezas tostadas el paraíso lo encontramos de nuevo en Sv. Norbert. Allí fabrican la Amber, una cerveza ambarina con un toque dulce que  nos recuerda a la miel. Es sencillamente increíble.

     Si lo que uno desea es tomar este tipo de cervezas embotelladas, no hay lugar a las dudas, Kozel es la mejor opción para los que gustan de la tradición.  Para los más atrevidos, sus cervezas deberían ser la Master 18 y la Staropramen Granat, pero sin olvidarse de la Budweiser tostada, que no está nada mal.

   Para los amantes de la cerveza rubia cualquiera de las que se encuentran en la capital checa será de su agrado, aunque a nosotros nos aburrieron pronto.

     Si un día os dejais caer por Sajonia, no dejeis de probar una gran cerveza negra, Köstritzer. Es el mejor acompañamiento para una buena bratwurst.

     Una mención especial merece el pan que se hace en Praga y en el este de Alemania (aunque parezca increíble, aún le ponen la cantidad suficiente de harina al pan). A cualquier sitio donde uno vaya el pan es muy bueno, pero nuestro preferido es el pan negro hiperesponjoso que sirven en el restaurante Malostranská Beseda enclavado en Malostranské náměstí.

     La simpatía, por lo general, no es la virtud que más adorna a los checos. En desagravio suyo diremos que al menos nos ofrecen grandes cervezas, buenos panes y algunos dulces extrordinarios.  El mejor pastel de la ciudad, creedme, que he hecho un gran trabajo de campo, se encuentra en la Fantova kavárna enclavada en la Estación Central de Ferrocarriles. En ese mágico lugar te sirven el tradicional pastel de miel o Medovník. Delicioso y muy barato. Sólamente por eso, y por la atmósfera decadente del lugar, esta histórica cafetería, lugar de descanso en tiempos no tan lejanos de los viajeros del Orient Exprés, merece una visita sosegada.

     Otra apuesta segura es el Apple Strudel que preparan en la cafetería Slavia y en Sv. Norbert.

    Esperamos que estos consejos os puedan servir en una próxima visita a Praga, algo de lo que creemos que no os arrepentireis.

     Como veis, no sólo de vino vive el hombre.

Taberner 2007. ¡Viva la Pepa!

Hoy os presentamos un gran vino de la Tierra de Cádiz para demostraros que en este privilegiado rincón de España no sólo saben hacer grandes vinos generosos. Este vinazo es un Syrah en toda su golosa plenitud.

Nada mas servirnos una copa apreciamos su intenso color rojo granate. En la primera aproximación olfativa, el vino huele a cerezas maduras y a compota de frutas del bosque. Y cuando se prueba, sabe a esas frutas antes percibidas, así como a café, toffe y vainilla. Es perfecto para acompañar tapas y embutidos suaves, platos de pollo y aves. Y para los más atrevidos y heterodoxos, perfecto para algunos postres. Su final es persistente. El Taberner 2007 es simplemente grandioso. ¿Qué mejor que haberlo probado en plena celebración de la Constitución de 1812 que se promulgó en esa fecha en Cádiz y San Fernando? Cuando uno lo bebe se siente plenamente liberal y feliz, principios fundacionales de las constituciones que años antes habían cambiado el mundo, y que fueron inspiración para la conocida como La Pepa.

Este humilde bloguero sintió algo muy especial cuando probó este caldo maravilloso. De repente me teletransporté a un mediodía cualquiera de un día de enero de hacía varios años, a plena ciudad de La Habana. En la capital cubana cada día, a eso de las 12 del mediodía, la abuela de una amiga nos preparaba a dos españoles ávidos por conocer la realidad cubana «in situ» un café negro muy azucarado (al gusto cubano). Ese café era increíblemente dulce y afrutado (provenía del Oriente cubano, de la Sierra Maestra), justamente igual que este goloso y sensual vino gaditano que hoy os recomendamos.

Y como en la vida las casualidades no existen, que diría Iker Jiménez, hemos recordado La Habana cuando probabámos un caldo de Cádiz, ciudad en la que se basaron los arquitectos para construir muchos edificios de la capital de Cuba. Como veis, los vinos nos iluminan partes del cerebro en las que guardamos los recuerdos sensoriales, y por eso muchos defendemos que el vino es mucho más que una bebida. Es vida.

Quién estuviera en estos momentos por las tierras de Cádiz brindando con un Taberner 2007 a la salud de La Pepa, y por qué no, en poco tiempo haciendo lo mismo en La Habana con cualquiera de sus buenos vinos blancos. Pues eso, ¡Viva la Pepa!

Samsó 2010 – la Cariñena domesticada

Hace pocos días la mitad de este blog viajó con unos amigos a recorrer las tierras y bodegas de la D.O. Empordà. Y de ahí se trajo este vino que hemos catado conveniéntemente. Según su creador, Roger «El Romántico», ha conseguido este vino domesticando una uva tan áspera como la cariñena, que en esta región gerundense recibe el nombre de Samsò. Y es cierto, ha lugrado lo que sus colegas no han sabido o no han querido hacer.  Lo primero que destaca en este vino es su color violáceo y seguidamente lo goloso que es en el paladar. Podríamos definir este caldo como divertido y perfecto para tomar en una tarde con amigos. Entra sólo, y no cansa en ningún momento. Si los vinos se parecen a sus creadores, como dicen que les pasa a los perros con sus dueños, el amigo Roger debe ser conocido por todos en un próximo viaje a su pequeña pero acogedora bodega Gelamà, donde cuenta con una casa rural estupenda para pasar unos días.  Nos caen bien estos tipos que por toda España están intentando hacer grandes vinos sin darse importancia y sin perseguir la gloria y el dinero rápido. Sólo les mueven el amor a la tierra y a los vinos, y eso queremos pensar, que al final se nota en los caldos que consiguen. Se dice que la gente del Ampurdán está un poco chiflada (seguramente por la acción de la Tramontana que cuando sopla fuerte acaba con cualquier equilibrio mental), pero en este caso esta locura es bien sana y productiva.

Daos prisa en probar este caldo que la producción es muy limitada, y corre el  riesgo de acabarse y dejarnos huérfanos de uno de los pocos vinos que hasta la fecha nos han gustado de esta denominación de orígen.

Brindemos pues a la salud de los que trabajan denodadamente en las pequeñas bodegas para hacernos llegar buenos vinos a precios muy ajustados y hacer que nuestro país esté a la vanguardia de la viticultura democrática, la que consigue que cualquier persona pueda beber buenos vinos sin tener que gastarse una fortuna para ello. ¡ Salud!

La vid es bella

Donde sopla la Tramontana sobre terrenos arenosos, suelos de pizarra y de granito, encontramos viñedos mayoritariamente de Cariñena (Samsó en catalán), Garnacha (Lledoner) y Macabeo. El velero del logo de la denominación de origen nos indica la proximidad del mar, carácter que se refleja en sus vinos. Amigos, habéis acertado, ante nosotros L’Empordà (Ampurdán).

Aquí os presentamos unas fotos de un viaje enológico que hicimos hace unos días visitando las bodegas de Martí Fabra en Sant Climent Sescebes,  La Vinyeta en Mollet de Peralada y Gelamà en Vilajuïga. Como podéis apreciar, en esta época la vid «llora» y salen los primeros brotes, empezando el ciclo que terminará en nuestras copas.