Tragolargo 2013, su nombre lo dice todo

100% Monastrell de viñas de entre 8 y 20 años de la Finca Casa Balaguer de Villena, Alicante, situadas a más de 700 m. de altura. Vendimia manual. Fermentación sin control de temperatura. 30% de raspón. Sin madera. Vino natural. Sin clarificar ni filtrar.

Sabemos que estas fechas son complicadas en muchos sentidos y sobre todo en el aspecto económico, y de ahí que os presentemos un vino que además de estar muy bueno tiene un precio excepcional que lo hace aún mejor. Por menos de 7 euros podréis haceros con una botella de este tinto joven alicantino elaborado por el famoso vitivinicultor Rafa Bernabé y disfrutar largamente sin remordimientos de conciencia.

El propio nombre del vino, Tragolargo, nos está dando pistas de la facilidad con la que se bebe y el ritmo que se coge rellenando la copa (pedimos moderación, que no hace falta ser Usain Bolt). Pero que nadie se lleve a engaño, este tinto alicantino vale más de lo que cuesta; está lleno de elegancia y matices que te hacen cuestionar constantemente lo que sabes de vinos.

Para empezar, es un Monastrell tan fresco que no se parece a esos vinos de esta variedad que están sobremadurados y el dulzor se apodera de ellos. Aparte de vendimiar las uvas más temprano para evitar esa madurez, se deja parte del raspón para ayudar a que el vino resultante se torne refrescante y vivaz. Incluso nos preguntamos en más de una ocasión durante su degustación si se trataba de esta variedad.

Cata del Tragolargo 2013

El día que probamos este tinto jovial hacía tanto calor en Madrid que se podía hacer una barbacoa sin barbacoa, directamente en el suelo. No eran las condiciones ambientales más favorables para la degustación de un vino tinto, aunque eso se podía compensar con el hecho de que estábamos dentro de un día fruta según los parámetros de la biodinámica, que tanto seguimos desde que nos demostramos a nosotros mismos empíricamente que no es un cuento chino.

Para combatir el efecto sopa en el vino lo enfriamos convenientemente en el refrigerador (en este punto pedimos tranquilidad a los ayatolás del mundo del vino, no os alteréis muchachos) y lo dejamos apto para ser ingerido con gusto.

Tragolargo 2013

El Tragolargo 2013 es un vino de color rojo picota oscuro de capa media y tiene una nariz grandiosa en la que se perciben con nitidez y potencia frutos rojos, flores de monte, regalizespecias sobre un magnífico fondo balsámico.

En boca es muy fresco e intenso sin perder cierta calidez. Aparecen ante nosotros espectaculares sabores a frutas silvestres ácidas y vibrantes unidos a recuerdos florales. Más adelante sentimos que el uso del raspón nos conduce a toques amargos y a una aspereza controlada que nos provocan salivación constante y unas increíbles ganas de beber sine die. Su nombre no puede estar mejor puesto: es un vinazo de trago largo balsámico y electrizante.

Es un vino ideal para beber incluso frío cuando el calor aprieta a conciencia porque sigue estando muy rico. Y va de maravilla acompañando comidas improvisadas a pie de playa o de piscina, así como una cena con comida thai bajo las estrellas. Pero que nadie renuncie a este tinto cuando llegue el frío porque estará genial regando carnes, estofados y legumbres.

Rafa Bernabé, el gurú tinajero de los vinos de Alicante

El vitivinicultor alicantino se ha convertido en los últimos años en una referencia constante para muchos elaboradores de los cuatro puntos cardinales de nuestro país que le tienen como referencia por su forma de hacer vinos naturales y por el empleo de las vasijas de barro para la crianza de algunos de los veinticuatro vinos que posee en el mercado. A los miembros de Vino y se Quedó nos pasa con Bernabé como con Woody Allen, nos gustan mucho algunas de sus creaciones y aborrecemos algunas otras, las menos. Pero lo que nos gusta es en demasía. A este hiperactivo autor cuando algo le sale bien le sale muy bien.

El prolífico elaborador creó hace algunos años la bodega Rafa Bernabé-Viñedos Culturales con la pretensión de poner en el mapa de los vinos de calidad a los creados a partir de uva Monastrell, dotando a éstos de la frescura y acidez que se han echado en falta en la zona durante mucho tiempo. Y todo ello con una observancia casi ritual por el cuidado del medio ambiente y el buen trabajo en el campo que se pueden observar en sus viñedos de Villena y de La Mata, cerca de Torrevieja.

Disfrutad de este gran vino joven lleno de matices y que además no atenta contra el bolsillo. ¿Se puede pedir más?

Salud y buenos vinos, amigos.

Viña Zorzal Garnacha 2014, un tinto navarro muy amable

100% Garnacha de viñas viejas situadas a 490 metros de altura en Fitero. Vino joven. Vendimia manual. Fermentación alcohólica en depósitos de acero inoxidable. Clarificado y filtrado suavemente sin estabilizar. Viticultura biológica.

Antes de tomarnos unos días de vacaciones queremos dejaros con un buen sabor de boca al presentaros la nueva añada de un vino que desde nuestro punto de vista hasta ahora no había sacado todo su potencial. Y que potencial. Se trata de un tinto joven navarro que tiene tantos matices en todas las fases de la cata que no parece un vino joven. Pero a fe que lo es. Es un chaval que tiene tan buenos genes que ha salido todo un hombretón muy bien formado en todos los aspectos.

En Vino y se Quedó lo catamos cuatro personas y quedamos impresionados porque no esperábamos tanta evolución en tan pocas añadas desde nuestra primera vez con él, y lo redondo que es en la actualidad. Es un vino que crea afición y que gustará a todo el mundo. Por si esto no fuera suficiente, tiene un precio espectacular que le hace un vino democrático al alcance de todos los bolsillos. Es un vino que si lo probara nuestra chavalada nacional es posible que empezará a cambiar de gustos en el ámbito del bebercio.

No esperemos más, entremos en detalles

Este Viña Zorzal Garnacha 2014 es muy bonito tanto en su diseño exterior, con una etiqueta elegante a la par que divertida, como en su color cuando es servido en la copa: muy limpio, con un tono picota de capa media con ribete juvenil.

Viña Zorzal Garnacha 2014

Al acercarlo a la nariz sentimos que se trata de una Garnacha de libro en el que predominan por doquier los aromas a frutas silvestres muy frescas y vivaces, seguidas de notas dulces y achocolatadas. A los 4 Fantásticos nos pareció muy sensual y seductor a la vez que ligero.

En la boca tiene una entrada picante y amarga muy sugestiva. Empieza el festival de sabores. En primer término aparecen los frutos rojos ácidos combinados con los toques a chocolate negro y a aceitunas negras y recuerdos de laurel. Todo esto combinado con un tanino dulce que nos alucina. Es de paso largo con un final amargo y cuenta con un postgusto persistente. ¿Y de acidez qué tal va? Pues maravillosamente. Es una acidez marcada pero integrada como si fuera la pieza final que encaja en el puzzle.

Este vino es para consumir por encima de nuestras posibilidades, aunque haya que hacerlo con moderación para que no se nos mosqueen las autoridades sanitarias, combina estupendamente con todo tipo de comidas y no cansa si uno lo bebe sin nada que echarse a la boca. Nosotros, que somos unos echaos pa’ lante lo tomamos acompañando unos gambones a la plancha y unas almejas a la Conchi, mi señora madre, que te hacían saltar las lágrimas de pura emoción. Y este tintazo no se resintió en ningún momento sino que se vino arriba cual morlaco bravo en el castigo. A los puristas les acaba de dar un infarto o dos en este momento. Gente de poca imaginación.

Aproximándonos a Viña Zorzal

Es importante el conocimiento de las personas que hacen los vinos para entender mejor a éstos. Hay veces que tomamos un vino que nos gusta mucho y su creador es imbécil, pero por lo general no suele fallar que los vinos bien hechos suelen tener buenas gentes detrás. En este caso, conocemos algo a los «zorzales» y hay que decir que son tipos normales que han decidido seguir los pasos de su padre que hace más de veinticinco años puso en marcha la bodega familiar. Con mucho compromiso los tres hermanos se han embarcado en el viaje de recuperar las variedades navarras para hacer con ellas vinos lo más naturales posibles y que dejen claro cuál es su origen. En poco tiempo los Zorzalbrothers han logrado que sus pájaros vuelen por todo el mundo.

Esta familia de viticultores navarros tienen su cuartel general en la bonita localidad de Corella y en Fitero la gran joya de la corona, el viñedo de Garnachas viejas que tantos buenos momentos nos va a hacer pasar. El que tenga la posibilidad que no dude en visitar la zona y dejarse mimar por nuestro vino de esta semana de Viña Zorzal, porque como ellos mismo dicen su pretensión al elaborar vinos es making friends!!!

Salud y buenos vinos, amigos.

 

 

 

Gran Reserva de Fondillón 1987, un vino que hay que probar antes de morir

100% Monastrell. Envejecido durante 21 años en toneles de roble por Salvador Poveda en sus bodegas de Monóvar. Botella nº 33 de las 4.000 que se embotellaron en el año 2008. 

Hoy queremos hablaros de una de esas joyas con la que contamos en España y que como pasa en demasiadas ocasiones es muy poco conocida, incluso entre las personas que se dedican a este mágico mundo del vino. Estamos hablando del fondillón, también conocido como Alicante. Es uno de los cinco únicos vinos en el mundo con nombre propio y el que primero lo consiguió, y ha sido declarado por la Unión Europea como uno de los vinos de lujo europeos. ¿A que no teníais ni idea? Reconocedlo, no pasa nada, a nosotros nos ocurrió lo mismo hasta que un día cayó en nuestras manos esta gloriosa botella y, entonces, vimos el cielo.

Se trata de un vino dulce que se elabora con uvas Monastrell sobremaduradas y que posteriormente se pasifican al sol durante quince días. Después se fermentan con el hollejo entre veinte y treinta días. Al finalizar la fermentación se procede al descube e introducción del vino en toneles de roble de entre 500 y 800 litros. Si es de gran calidad se rellenará el tonel entero, de lo contrario, servirá para ir rellenando los toneles tras las sacas. Aunque pueda parecerlo, el fondillón no sigue en su envejecimiento el sistema de criaderas y soleras propios de los vinos generosos, sino que en el mismo barril se efectúa una saca de aproximadamente un tercio de su capacidad y se rellena con el nuevo vino.

El Gran Reserva de Fondillón 1987 en todo su esplendor

El origen del fondillón está en la Huerta de Alicante, pero éstos desaparecieron en la década de los 70 del siglo pasado. Spain is different my friends. El maldito desarrollismo franquista terminó aplastando los parajes naturales de esta zona que comprendía buena parte de la provincia de Alicante acabando con cualquier atisbo de viña. Por suerte, un grupo de bodegas que se cuentan con los dedos de las dos manos decidieron que este patrimonio no se podía perder y comenzaron su recuperación en el interior de la provincia, en localidades como Monóvar, Pinoso y Sax, en las tierras del Vinalopó. Nuestro protagonista es fiel representante de este tipo de fondillón con menos color que los primigenios y menos rancio y dulce.

Fondillon

Este grandioso vino es además bien bonito: tiene un color yodado con irisaciones rojizo-cobrizas. En nariz domina el dulzor con aromas a pasas y a corteza de naranja, sensaciones muy parecidas a las de un cream. Seguimos olfateando y nos llegan notas de terrón de azúcar quemado, de almendras tostadas y de sal.

En la boca tiene una entrada punzante y dulce a la vez, con mucha presencia de naranja amarga. Es un vino más largo que un día sin pan, y posee un retrogusto increíble de puro yodo. Su final es agrio y aparecen toques de frutillos silvestres.

Y se preguntará el lector perspicaz ¿con qué demonios combino esta maravilla? Pues aparte de poder tomarlo solo como copa, si queremos unirlo a la comida va de cine en dos versiones, la de postre con chocolate puro o flan de huevo, o la de contraste con quesos intensos como La Peral asturiana.

Los entresijos del fondillón y su historia

Es un vino complicado de elaborar y que no reporta beneficios inminentes a los productores y, eso quieras que no, retrae a la hora de dedicarse a él. El clima es fundamental porque se necesita mucho calor que madure las uvas y un sol que caiga a plomo para asolearlas y dejarlas en un estado óptimo de pasificación. Y lo más importante es que esta uva sea Monastrell porque es de la única de la que se puede hacer fondillón, y éste sólo se puede elaborar en la zona de Alicante.

El fondillón es una bebida de los dioses y hace unos cuantos siglos era uno de los vinos preferidos por la nobleza y la realeza europeas, así como por los poetas. Y como hay cosas que nunca cambian, no digamos de los cardenales y obispos que daban buena cuenta del alicantino, como también hacía El Rey Sol, Luis XIV de Francia, que se ponía ciego de bizcochos mojados en fondillón bajo prescripción médica. Llegó a ser un vino con Denominación Real siendo de lo más chic durante el Renacimiento. Estuvo presente en el viaje en barco en el que los navegantes de la Armada Hispánica, el portugués Fernando de Magallanes, y el español, Juan Sebastián Elcano, dieron la vuelta al mundo en barco por primera vez en la Historia.

Y fue refugio de escritores que le hicieron grandes loas en muchas de sus obras y que suponemos que en su vida privada bien degustaban. Es el caso de Shakespeare (como amaba el bardo inglés nuestros vinos dulces y nuestros generosos) que en algunas de sus obras de teatro comenta los beneficios del fondillón, o de novelistas posteriores como Daniel Defoe, Dostoievski o Salgari.

Tras este repaso a una de las maravillas de la que los españoles podemos sentirnos muy orgullosos, dan ganas de tomarse una copita de nuestro protagonista que es el mejor de los fondillones que hemos probado hasta la fecha. El trabajo que están llevando a cabo en las Bodegas Salvador Poveda por la recuperación de este histórico vino es ejemplar, y desde aquí se lo agradecemos profundamente. Probadlo y ya nos diréis. El que lo dijo muy bien dicho fue Azorín que lo definió así:

«vino centenario, su sabor es dulce, sin empalago; por su densidad empaña el cristal; huele a vieja caoba».

Salud y buenos vinos, amigos.

 

Combate Pink 2014, el rosado que acaba con los tópicos

100% Garnacha. Fermentación en barrica de roble francés usada. Suelos de pizarra y granito. Cultivo ecológico y máximo respeto por la biodiversidad. Trabajo con la biodinámica. Producción limitada a 330 botellas.

Hoy nos hemos propuesto romper con clichés manidos y topicazos bien entroncados en el imaginario popular y que tanto daño hacen a los que amamos el vino, como que los rosados son cosa de mujeres o para tomar a punto de congelación en cualquier chiringuito playero. Y eso ha pasado porque hace años se pusieron de moda muchos rosados piruleta que encandilaban a un público femenino menos versado en lides vinícolas que el actual. Cuanto daño han hecho las europeas del norte a este segmento.

Tanto en España como en Francia, de toda la vida se han bebido vinos rosados o claretes con mucho cuerpo y, ciertamente en el caso español, con mucha sensación alcohólica, que eran perfectos para dormir una buena siesta veraniega. Ese tipo de vinos, que resucitaban a un muerto, quedaron como reducto de hombres de pelo en pecho coetáneos de Matusalén y desanimaron de su ingesta a paladares más refinados.

Pero amigos del mundo del vino normalizado, eso ha acabado afortunadamente con la irrupción en el panorama nacional de creadores que en distintos puntos de nuestra geografía han querido poner al rosado en el lugar destacado que se merece. Nuestro protagonista de este artículo es un discípulo aventajado y para Vino y se Quedó se encuentra en el top de los mejores rosados de España.

Tomemos una copa de Combate Pink 2014

Lo primero que nos seduce de este vino es su intenso color rosa guinda con reflejos magenta y lo brillante y limpio que es. Una preciosidad con la que nos gustaría ligar cada día.

Combate Pink 2014

Cuando nos lo llevamos a la nariz es pura fresa silvestre acompañada de aromas cítricos y de caramelo además de las típicas notas de heno que aparecen en la Garnacha. También se manifiestan matices de esmalte de uñas y de manzana. En la boca tiene una entrada directa con una acidez y un amargor excitantes. Se trata de un rosado con una estructura y una persistencia que nos recuerdan a un tinto. Nos toca la campanilla de lo largo que es. Dominan los cítricos, sobre todo el pomelo rojo, seguido de chicle de fresa ácida. Es un vino secante para beber por litros. Debería recetarlo el médico.

En Vino y se Quedó recomendamos tomar este vino, aparte de solo, acompañando a una ensalada de pollo al estilo thai (Laab Koi), así como a una trucha asalmonada y a cualquier pescado graso.

Dos tipos que están haciendo un gran trabajo

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Hay que reconocer que los «inventores» de este refrescante y espectacular vino, Guillermo Fernández y Juan Carlos Arenas, se lo saben hacer muy bien. Con menos medios que el centro del campo del Éibar, están elaborando vinos de mucha calidad en la zona de Cebreros, con su Cuartel General instaurado en Sotillo de la Adrada. De la nueva bodega que allí han establecido, y que no ha sido diseñada por ninguno de los famosos arquitectos mundiales, funcional y acogedora, salen algunos de los mejores vinos garnacheros del panorama nacional.

Un buen ejemplo de ello es este Combate Pink 2014. Es la primera añada de este rosado que surgió de un imprevisto, como casi todos los grandes inventos humanos. Tuvimos la fortuna de asistir al nacimiento de este vino que cuenta con un diseño muy divertido con ese color rosa chicle que a nosotros nos parece perfecto.

Los dos vitivinicultores, desde el comienzo de la aventura de Maldivinas allá por 2006, han apostado por llevar a cabo un trabajo lo más natural posible en el campo, así como un extremo cuidado en la limpieza de todo el proceso de elaboración del vino, ya que se pueden hacer vinos naturales sin ser guarros. Hay quirófanos donde se presta menos cuidado a este aspecto. El obtener el mejor fruto en el mejor suelo, con la mejor orientación posible y el máximo respeto y cariño a la hora de elaborar, hacen que el resultado final sean vinos prodigiosos, llenos de frescura y de vida que se beben sin parar a cualquier hora del día o de la noche.Combate Pink playa

En estos días de intenso calor en toda España os aconsejamos que os hagáis con alguna botella de este rosado de nano producción y lo disfrutéis con buena gente. Como dirían los lugareños de la zona y tanto hemos escuchado a nuestros dos protagonistas, ¡ponedme otro chato!

Salud y buenos vinos, amigos.

*Mapa: Cortesía de Garnachas de Gredos.

 

 

 

La Encina del Inglés 2013, serrana frescura tinta

Coupage de 30% Cabernet Sauvignon, 25% Garnacha, 25% Tempranillo, 10% Syrah, y 10% Merlot. Crianza del 60% del coupage de seis meses en tina de roble francés Allier de 60 Hl. Viñedos en altura entre 600 y 900 metros.

En este primer post del verano que acaba de comenzar queremos presentaros un vino que tiene tanta frescura que podremos tomarlo un poco más frío de lo que habitualmente solemos hacer con los tintos ya que aprieta el calor de manera brutal por toda España, aspecto que nos desanima un poco a la hora de abrir estos vinos. Pero porque digamos que puede tomarse más fresquito no os penséis que estamos hablando de un vino normalito, más bien al contrario, estamos ante un vino joven repleto de cualidades.

Para entrar en situación nos tenemos que dirigir a la preciosa zona de la Serranía de Ronda para imbuirnos de toda esa atmósfera y naturaleza que se condensan en cada botella de La Encina del Inglés 2013. Este vinazo se origina en una finca de unas doscientas hectáreas situada en un entorno ideal para la crianza de la vid con orientación sur sur-este y altitudes que fluctúan entre 650 y 940 metros. Por si esto no fuera suficiente, la zona cuenta con un nivel de lluvias importante y vientos húmedos provenientes del cercano Atlántico. Como para no hacer un buen vino.

Cata de La Encina del Inglés 2013

Nuestro protagonista es de color granate de media capa que en la nariz es cremoso, puesto que lo primero que notamos es un golpe de nata con frutos del bosque, que al ratito cambia y aparecen aromas florales, laurel y un final balsámico. También nos trajo recuerdos de café de puchero.

La Encina del Ingles 2013

En la boca tiene una entrada ligera con amargor y astringencia que a su paso deja recuerdos sobre todo de arándanos y de bayas de café. Es un vino de paso medio y que cuenta con un agradable retrogusto amargo lleno de viveza y frescura.

Este rondeño combinará perfectamente con carnes asadas o a la brasa así como con queso payoyo curado y embutidos ligeros. Con un arroz campero va de escándalo.

El sueño de una tarde de abril

Sí, amigos, hemos querido hacer referencia a una de las obras más conocidas del genial dramaturgo inglés y enamorado de los vinos del sur de España para titular la manera en la que se gestó el germen de nuestro vino protagonista. Corría la primavera del año 2003 cuando el bodeguero Javier Suqué, presidente del Grupo Perelada, propuso a su primo Jorge Viladomiu Peitx, elaborar vinos diferentes en una zona a encontrar en territorio español. Tras mucho buscar, la respuesta estaba escrita en un libro de 1807 de Simón de Rojas Clemente que se guardaba en la biblioteca familiar. En este volumen se ponderaban las maravillas que albergaba la Serranía de Ronda para la creación de vinos desde los tiempos de los fenicios.

Y esto es así debido a unas condiciones geográficas y climáticas espectaculares, ya mencionadas, para el cultivo de las vides y la obtención de buenos vinos. Los que hemos tenido la suerte de viajar por esta zona entendemos porqué desde los fenicios, pasando por los romanos hasta llegar a los poetas románticos británicos y norteamericanos han alucinado con sus paisajes, sus gentes y sus vinos. Tanto es así que hasta el grandioso, en todos los sentidos, Orson Welles, decidió morir en estos parajes y ser enterrado en la Finca El Recreo de San Cayetano de Ronda, propiedad del que fuera su amigo, el torero Antonio Ordoñez.

Recuperación de la memoria histórica del vino de Ronda

Podría sonar grandilocuente pero los amigos de la Bodega La Melonera se pusieron entre ceja y ceja el objetivo de recuperar las cepas históricas que habían dado fama y raigambre a los vinos de esta zona de la provincia de Málaga que tras el ataque de la filoxera habían quedado cuasi extintos. Entre estas variedades destacan la Tintilla, la Blasco, la Rome y la Melonera. Pero aparte de esta recuperación de la que nos alegramos sobremanera también hay que destacar que el equipo de expertos de la finca se ha ocupado de incluir estas cepas históricas en los registros actuales.

Antes de terminar no queremos olvidarnos de una persona que es parte crucial para que el vino de esta semana sea tan bueno como es. Se trata de la joven enóloga Ana de Castro Rufián que además de hacer grandes vinos es un encanto en el trato personal, como comprobamos en el XV Salón de los Mejores Vinos de España de la Guía Peñín.  

Y por si alguien ha llegado hasta aquí y se pregunta el porqué del nombre del vino, decirle, en primer lugar, que gracias por leer el artículo hasta el final y, en segundo lugar, que este nombre trata de ser un homenaje a todos aquellos viajeros románticos ingleses del Great South Tour que camino a Granada tanta fama dieron a esta zona con sus continuas menciones literarias.

Salud y buenos vinos, amigos.

Dominio del Urogallo Cadario 2012, un vino por el que valdría la pena matar

Coupage 50% Mencía y 50% Verdejo Tinto. 100% despalillado. Fermentación alcohólica en fudres de castaño. Crianza de 13 a 15 meses en barricas usadas de roble francés de 225 litros. Vino natural. Viticultura biodinámica.

Los miembros de Vino y se Quedó somos como «la burra al trigo» o el cartero que, según la película, siempre llama dos veces. Cuando algún vino nos gusta en demasía nos gusta revisitar «el lugar del crimen» con el afán de descubrir nuevos tesoros escondidos. Eso nos ha pasado con personas como Nicolás Marcos y Fran Asencio de la bodega Dominio del Urogallo, de los que ya os hablamos aquí en abril de 2013.

Los vinos de esta singular bodega de Cangas del Narcea son una prolongación de la personalidad de Nico, un tipo en apariencia duro pero blandito por dentro, cuyo origen se encuentra en Toro y que aparte de formar parte de la cuarta generación familiar de viticultores y bodegueros aprendió el oficio criado a los pechos del legendario maestro del Ródano, Alain Graillot. El zamorano decidió un buen día liarse la manta, suponemos que zamorana, a la cabeza, y apostarlo todo a la difícil tarea de elaborar vinos de calidad en Asturias. Por sus santas narices se empeñó en crear algo distinto en nuestra querida piel de toro. Y a fe que lo consiguió.

Su Dominio del Urogallo Cadario 2012 proviene de una parcela de terreno pizarroso y de antracita con orientación noreste donde la humedad y las nieblas continuas complican la viticultura. Como todos los viñedos de nuestros protagonistas, esta viña se cuida con mucho trabajo biodinámico. Para que os hagáis una idea, estas plantas toman más infusiones naturales que un concejal de Podemos. No se le añade nada al vino, no está filtrado ni clarificado.
Cadario_2012

Este sensacional tinto posee un color rojo granate con ribete púrpura que lo hace muy atractivo para ser bebido. Es de capa media y cuenta con una lágrima más gorda que las de Bustamante. En la nariz es sota, caballo y rey, pero no por ello menos embriagador. El bosque septentrional, pleno de aromas balsámicos de monte bajo, se encuentra encerrado en la botella como un geniecillo guasón que nos presenta esa simpleza para sorprendernos hasta el éxtasis cuando nos llevamos esta maravilla líquida a la boca. Aquí nos gana de manera irremediable para la causa. No nos queda otra que postrarnos ante él y rendirnos a su magneficencia.

Es en esta fase gustativa donde el Dominio del Urogallo Cadario 2012 se convierte en un vino top, como diría ese portugués de cuyo nombre no queremos acordarnos. Es un vino muy complejo en boca por la gran cantidad de matices que atesora. Tiene una entrada directa y amarga con recuerdos de arándanos negros (cassis), plátanos e higos verdes y final de chocolate muy negro. Además percibimos una cierta aspereza placentera como al degustar un zumo de aronias.

Es un vino muy redondo, sin aristas, con la madera justa y sin sensaciones de establo como muchos de esos vinos que nos venden como naturales y no son más que vinos sucios. En resumen, podríamos decir que las notas que no aparecen en nariz se despliegan en la boca. Es un vino ancho y muy fresco.

Dos recomendaciones muy importantes. La primera es que si podéis os toméis este vinazo en día fruto para percibir todas sus peculiaridades. La segunda es que lo acompañéis de solomillo de ternera asturiana, la mejor carne de ternera del mundo. También le va muy bien a un platito de cecina auténtica leonesa. Y si los bolsillos están más tiesos que la mojama, con un solomillo de cerdo a la mostaza antigua.

Ardemos en deseos de perdernos un día por los dominios del urogallo poniendo en peligro nuestras osamentas «escalando» en viñedos que necesitarían sherpas, con la voz de Nico de fondo profiendo sus célebres frases: «¡Te voy a engrasar!» o «¡Farsantes!». No vemos el momento.  

Salud y buenos vinos, amigos.

 

el Petit Artai 2011, peligro de adicción

Coupage de 44% Cariñena, 36% Garnacha, 16% Cabernet Sauvignon, 2% Merlot y 2% Syrah. Crianza de 12 meses en roble francés (90%) y americano (10%). Barricas nuevas (10%) y usadas dos o tres veces (90%). Agricultura ecológica.

Aprovechando nuestra presencia temporal en tierras catalanas hemos dado buena cuenta de eventos, catas y degustaciones, más o menos «serias», para ponernos al día con los vinos de la zona, centrando nuestras pesquisas en las denominaciones de origen Montsant y Priorat. En el último mes Vino y se Quedó ha estado presente en la Renaissance des Appellations, celebrada en el Mercado del Borne de Barcelona, y en la Fira del Vi de Falset.

Pero nuestro protagonista de esta semana no fue descubierto en ninguno de estos importantes saraos vinícolas sino en la presentación del Tast amb Llops 2015 que tuvo lugar en la Fábrica Moritz de la Ciudad Condal. Allí probamos grandiosos vinos en petit comité y nos rendimos ante este ejemplar tinto y ante su superior en el escalafón de la bodega, que no en calidad, el insigne 5 Partides, un monovarietal de Cariñenas viejas. Pero fieles a nuestro compromiso os acercamos el que tiene mejor relación calidad-precio haciendo gala de nuestra proverbial defensa de vuestro bolsillo. Eso no obsta para que os podáis dar un caprichito de vez en cuando con el otro

Desnudando el Petit Artai 2011

En el acto anteriormente mencionado, la compañera Ruth Troyano nos presentó este priorato adictivo que días más tarde adquirimos para realizar la cata que a continuación os mostramos. Antes de comenzar os queremos advertir que en los días fruto es cuando este tinto expresa toda su potencial por lo que os aconsejamos que sólo lo degustéis durante esos días que os indicará cualquier libro o app especializados en biodinámica.

el Petit Artai 11

El Petit Artai 2011 es de color rojo rubí y presenta ribete purpúreo que deja claro su aspecto juvenil. Es oscuro, casi de capa alta, y muy brillante.

En nariz vamos a ir comprobando cómo el vino evolucionará a medida que vaya pasando el tiempo en la copa. Recién servido destapa unas maravillosas notas a especias, a café y a cacao. Cuando se asienta salen heno y fruta negra, sobre todo la zarzamora, así como algún toque de pimienta. Es muy elegante e incita a perderse en él.

En boca tiene una entrada cálida, directa, con mucha fruta madura pero fresca a la vez. Es sedoso, amplio y sus taninos dulces nos dejan un buen retrogusto aunque no sea un vino largo. Es un tinto de calidad con una acidez y un alcohol bien integrados que lo hacen muy fácil de beber y placentero sobremanera. Esta joyita sirve tanto para un maridaje como para un «divorciaje», puesto que pega con infinidad de platos.

En resumidas cuentas, es un priorato con mucho sabor y muy equilibrado. Está tan bien hecho que a medida que lo vamos catando vamos reconociendo cada una de las características que aportan las variedades de uva que lo componen. Y aunque alguien se pueda asustar por el alto porcentaje de alcohol con el que cuenta, un 16,5%, éste no se impone y nos hace relajarnos gratamente.

Ubicando el vino en su contexto

Nuestro amigo ha sido elaborado en la subzona de Vi de Vila Gratallops de la DOQ Priorat. En esta denominación de origen pusieron en marcha en 2009 una nueva clasificación para potenciar las especificidades de los terruños de la zona al estilo de los village franceses. De ahí que las uvas que forman parte de el Petit Artai provengan en su totalidad del municipio de Gratallops, aunque la legislación sólo requiera un 60% de las variedades recomendadas Cariñena y Garnacha.

Mapa Priorat
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Desde Vino y se Quedó somos partidarios de que cada vez se nos deje más claro a los consumidores todo lo que conforma el acto de hacer un vino y la procedencia de las uvas para que podamos sentir la experiencia única de bebernos una tierra y de inspirarnos con su paisaje, muy bello en el caso que nos ocupa.

La orientación de la subzona de Gratallops crea un clima más cálido que en el resto de la comarca, de ahí que las uvas maduren más y presenten un mayor grado alcohólico. En la bodega Cal Batllet han entendido a la perfección la idiosincracia de su zona y han elaborado un vino que recoge toda su esencia. Uvas procedentes de viñedos propios de hasta cuarenta años de antigüedad plantados en laderas de pizarra, y un extremo cuidado por no agredir a la tierra son sus señas de identidad.

Al frente de la bodega se encuentra el vitivinicultor Marc Ripoll Sans, que en el año 2000 dio un golpe de timón y creó la actual bodega a partir de la que poseía la familia Ripoll. Primer paso acertado. El segundo acierto fue el de declarar sus vinos como Vinos de Villa de Gratallops y de Torroja. Y el tercero fue el de contar con la enóloga Sonia Blasco con la que forma tándem elaborando unos vinos deliciosos.

Esperamos que tras este post a nadie le quede la más mínima duda para comprarse una botella de este adictivo vino y descubra un gran priorato a un precio que es difícil de igualar en la zona de la que proviene.

Salud y buenos vinos, amigos.

*Mapa: «The World Atlas of Wine» 7th Edition Hugh Johnson & Jancis Robinson

Casona Micaela 2013, el cántabro alegre

Coupage de 75% de Albariño y 25% de Riesling. Crianza sobre sus propias lías. Maceración en frío. Control de fermentación a baja temperatura. Estabilización tartárica. Viñedo en espaldera a 400 m de altura.

Nos sentamos ante el folio en blanco, bueno, este recurso queda bien pero en realidad es ante un maldito ordenador portátil, con la idea de haceros partícipes de un feliz descubrimiento realizado en Barcelona y degustado en Madrid. Como podéis ver, en Vino y se Quedó somos muy de hacer país. Se trata de una de esas rarezas que tanto nos gustan, en la que se unen una zona geográfica magnífica, aunque ciertamente no conocida todavía por sus vinos, y una conjunción de uvas que nunca habíamos probado hasta el momento. Si la curiosidad se ha apoderado de vosotros seguidnos en esta aventura.

El Casona Micaela 2013 es un vino blanco con cupaje de Albariño y Riesling, variedades gallega y alemana, que ha hecho las delicias de todos los que lo hemos catado hace algunos días. Nos pareció soberbia, a la vez que exótica, la idea de unir ambas variedades para crear un vino. El resultado es magnífico. Si esto no os ha parecido lo suficientemente exótico, tened en cuenta que el origen de este blanco es el Valle de Villaverde, enclave cántabro inserto en la provincia de Vizcaya, que se encuentra inscrito en una de las dos indicaciones geográficas con las que cuenta Cantabria, Vino de la Tierra Costa de Cantabria. La otra es Vino de la Tierra de Liébana.

Apuntes del Casona Micaela 2013

Como un vino no es sólo contarlo, sino principalmente beberlo, vamos al grano. El resumen sería que ambas variedades aportan al vino frescura, frutosidad, untuosidad y acidez, elementos que lo hacen fácil de beber en cualquier momento.Casona Micaela 2013

Tiene un color amarillo pálido con reflejos verdosos, muy limpio y brillante. Al principio presenta cierto carbónico que desaparece al instante de servirlo en la copa. En nariz es complejo porque tardamos un rato en desentrañar todos los matices que posee. Destacan los aromas a frutas tropicales, a manzana reineta, a pera y a flores blancas muy perfumadas. Es goloso y fresco a la vez.

En la boca es fresco y sedoso. Punzante y largo, con dulzor al principio y salinidad al final. Toque cítrico. Cuenta con una acidez muy presente pero muy bien equilibrada. Posee un retrogusto amable. Es un vino muy agradable y sabroso para beber sin parar, se bebe solo.

Donde todo comienza

Corría el año 2004 cuando cuatro socios comienzan la andadura de la Bodega y Viñedos Casona Micaela bajo la supervisión de uno de ellos, el ingeniero agrónomo y enólogo Carlos Recio Calera, creador del proyecto, con la plantación de vides en las poco más de siete hectáreas que conforman el paraje del Jornillo. Hasta 2008 no sacan al mercado la primera añada de nuestro vino protagonista.

Los cuatro propietarios de esta bodega, el mencionado Carlos Recio, su hermano Eduardo Recio, María Luisa Gonzalez y Mª Carmen Santamarina, han apostado por poner en el mapa el vino blanco cántabro haciendo un esfuerzo de modernización en el propio edificio de la bodega y apostando por el trabajo bien hecho en el campo que redunde en el desarrollo del Valle de Villaverde muy dependiente aún de la ganadería. Como nos gusta reconocer el trabajo de todos los que participan en el proceso de elaboración del vino no queremos olvidarnos de la labor técnica de la enóloga asesora Ana Martín, cuyo trabajo ya vimos en Señorío de Astobiza 2013, el txakoli que engancha.

Nosotros ya nos hemos apuntado un nuevo lugar a tener en cuenta en próximos recorridos vinícolas por nuestra privilegiada piel de toro. Será todo un placer sentarse en pleno campo a degustar este magnífico vino contemplando tan bello paisaje. A este paso hasta Ceuta y Melilla se animarán a hacer vino. Y si no, al tiempo.

Salud y buenos vinos, amigos.

Ácrata Bobal Rosado 2012 «Verano», un vino que va a su bola

100% Bobal. Fermentación espontánea, sin levaduras artificiales. Viñedos viejos en altitud. Producción limitada a 600 botellas. Cultivo ecológico con uso de métodos biodinámicos.

Aquí me tenéis de nuevo, sentado a la fresca ante un portátil más precario que un vino búlgaro y contemplando una preciosa estampa del Tibidabo con su enorme basílica magníficamente iluminada (debe ser verdad que la crisis se ha esfumado porque la dejan encendida toda la noche) y la noria del parque de atracciones adyacente variando de color chillón y estridente a cada segundo. Es lo bueno de pertenecer a Vino y se Quedó, uno nunca sabe si le va a pillar en Madrid, Borstendorf o Barcelona el momento de acercarse a los cada vez más fieles seguidores del blog.

Nuestro protagonista de esta nueva entrada es un vino muy particular por varias razones: siendo de la Ribera del Duero está elaborado con una uva de origen mediterráneo que en esta zona es conocida como Valenciana y que fue plantada en los años cuarenta del pasado siglo para la creación de claretes por los paisanos de la zona. De ahí que no pueda comercializarse bajo la D.O. Ribera del Duero. Siendo un rosado parece un clarete, y siendo un vino nos trae recuerdos de sutiles pacharanes. Es un vino que pasa de las normas establecidas como anuncia en su nombre.

Cata de un vino que pasa de convencionalismos

Este rosado creado por la que es nuestra bodega del mes de abril, Kirios de Adrada, pertenece a la serie Las cuatro estaciones, que recoge un vino para cada estación del año. Nos parecía muy facilón presentároslo con la llegada del verano y nos hemos adelantado un poco. Bien es cierto que lo probamos cuando en España parecía haberse instalado el calor, aunque en los últimos días hemos vuelto a lo que debe ser el mes de abril que parecía que alguien nos había robado, como en la canción del maestro Sabina.ÁCRATA Bobal Rosado

El Ácrata Bobal 2012 «Verano» es de color anaranjado como de clarete, natural en su «turbiedad» al no estar clarificado. Cuenta con una lágrima gorda debido a su potencial glicerinoso.

Tiene una nariz de mediana intensidad en la que percibimos aromas a fresa ácida, a pomelo y a caramelo quemado que ya hemos notado antes en rosados elaborados con esta variedad. Se hace palpable una notable presencia alcohólica.

En boca es directo, punzante, de largo recorrido que nos llega al final de la garganta. A su paso nos deja un amargor incitante, recuerdos a jarabe dulce y amargo a la vez, a palulú, a endrinas, a pomelo y a naranja amarga.

En su degustación nos atonta y nos amodorra de manera muy placentera por lo que lo recomendamos para regar una comida potente al estilo de espagueti con pesto genovese y gambas, con arroz con conejo o campero, con butifarra a la brasa, y con huevos fritos con foie y trufa.

Una bodega que lo hace como se debe de hacer

Por eso es la bodega que hemos elegido este mes. Amigos lectores, sabéis que perseguimos a aquellos vitivinicultores que apuestan decididamente por cuidar el entorno donde elaboran sus vinos, en primer lugar, mimando el suelo sin agredirlo con sustancias que, tarde o temprano, terminan por perjudicarnos a todos, y en segundo lugar, pasando de tecnificaciones que en nada favorecen al campo; de ahí que hayan recuperado los trabajos en el viñedo con la ayuda de animales de tiro.

Los amigos de Kirios de Adrada, Jesús Lázaro y Maite Perera, comenzaron este proyecto familiar en 2001 con la recuperación de viñedos viejos y muy viejos por encima de los 900 metros de altura en Adrada de Haza, en pleno corazón de la Ribera del Duero, y por si esto no fuera bastante, potenciaron la biodiversidad haciendo vinos no solo de Tempranillo, sino también de Garnacha, de Albillo, de Pirulés, de Bobal y de Monastrell. Suponemos que tuvieron que hacer frente a la típica cerrazón de los paisanos de la zona que ya hemos visto en otros lugares ante los que deciden romper las normas y lanzarse a realizar sus sueños sin hacer lo mismo que hace el resto.

Nos gusta como lo hacen y como lo cuentan. Se nota la verdad en cuanto uno descorcha uno de sus vinos y siente la fuerza del terruño, esa que nunca engaña a nadie que posea cierta sensibilidad. En estos días hemos probado alguno de los vinos que elaboran, como el peculiar Albillo-Pirulés, o el gran Kirios de Adrada Todo, aparte del que hoy os presentamos, y tenemos que deciros que nos ha parecido que destilan verdad. Y eso es lo que pedimos a nuestros vinos.

Además hemos descubierto con mucho agrado que la bodega apuesta por el enoturismo a unos precios ajustados para todos los bolsillos, tal como hacen con sus vinos, y ese es un punto más a su favor para que les otorguemos nuestro apoyo. Y encima, estos «libertinos», han creado una página web estupenda para la navegación a la vez que atractiva. Para que algunos digan que no se puede.

Nos ha gustado mucho lo que han conseguido en esta bodega burgalesa: la unión de buenos vinos, cuidado del entorno, respeto por las buenas artes tanto en el campo como en la bodega, así como la modernidad en el ámbito comercial y corporativo. El resultado final es muy digno de mención. Por todo ello nuestra más sincera enhorabuena.

Salud y buenos vinos, amigos.

Forlong Blanco 2014, natural y del Puerto de Santa María

Coupage de 85% de Palomino y 15% de Pedro Ximénez de vendimia temprana. Fermentación por separado de ambas variedades a muy baja temperatura. Elaborado de forma artesanal a partir de uvas de cultivo ecológico certificado del pago del Cercado, alias de el Forlón. Botella 643 de una producción limitada a unas 3.800 botellas.

Ya teníamos ganas de volver a traer por aquí un vino blanco que nos sedujera y nos dejara satisfechos de principio a fin. Últimamente nos han aburrido la gran mayoría de blancos que hemos degustado, e incluso nos ha enfadado alguno que otro como habéis podido comprobar los que seguís las cuentas de Vino y se Quedó en las redes sociales. Pero el vino que esta semana os presentamos es una verdadera maravilla que creemos que hará las delicias de todos los que lean estas líneas.

Como sabéis, en este blog nos hemos propuesto desde el principio que sólo hablaríamos de aquellos vinos que nos parecieran dignos de ser conocidos por el personal, siempre, claro está, desde nuestro humilde punto de vista de «probadores» con clara orientación de servicio público. A pesar de la presión de un pequeño reducto de sufridores del mundo del vino que parecen disfrutar con la crítica desaforada, no queremos perder tiempo en hablar de birrias o de vinos endiosados por el hecho de que los hagan personajes que controlan este mundillo que necesita ventilación urgente.

Es cierto que es muy divertido y hasta agradecido para el que escribe llevar a cabo una crítica inmisericorde contra los vinos que no nos gustan, pero aquí preferimos la luminosidad y la apuesta por los que merecen todos los elogios. Y sí amigos, sin llevárnoslo calentito como hacen otros guardianes de la virtud que no han pagado en su vida por una botella de vino. No todos los que editamos un blog somos iguales.

Conozcamos el Forlong Blanco 2014

Podríamos definir este vino, sin temor a equivocarnos, como «de consenso». Hicimos la prueba compartiendo una botella entre cuatro personas con distintos gustos en cuanto al vino blanco y los cuatro quedamos muy contentos. Cuando un vino es bueno y posee verdad gusta a todo aquel que tiene sensibilidad. Por eso pensamos que es la bebida que más nos acerca a la idea de belleza, al igual que hacen el arte o la poesía, por citar solo dos ejemplos.Forlong Blanco 2014

Además de que el Forlong Blanco 2014 es un vino bien diferente, cuenta con un precioso color amarillo pálido con pinceladas de limón en un conjunto muy brillante. En nariz sentimos unos aromas expresivos que nos recuerdan a miel, un perfume de flor de azahar y albaricoque que nos embriaga, y unos toques cremosos que nos confunden pensando en que podía haber algo de madera aunque no sea así.

En boca tiene una entrada amable, su paso es largo, y su acidez marcada pero muy bien integrada. Es un vino con una intensidad grata, amplio y ambivalente porque combina a la perfección las notas frescas con las cálidas. Su final es salino, recordándonos que su patria es la misma que la del fino. Esta salinidad nos invita a seguir bebiendo como si no hubiera un mañana. Entre el final y el retrogusto nos aparecen pinceladas amargas que son una maravilla.

Los autores del vino, Rocío Áspera y Alejandro Narváez, que dieron sus primeros pasos en este mundo en 2009, pueden estar orgullosos del resultado. Al probarlo notamos lo que se debería sentir cuando uno prueba un vino, el terruño y la pasión de hacer las cosas como se deben hacer, interviniendo lo menos posible en el proceso, y dejando expresarse a las uvas, a la tierra y al clima a cada sorbo. Eso, y no otra cosa debería ser el vino, la cultura de un pueblo. Viendo el logro cosechado ya estamos ansiosos de paladear los otros dos vinos que elaboran, un rosado y un tinto, de los que tenemos las mejores referencias. Estos jóvenes de Bodega de Forlong prometen, y mucho.

En Vino y se Quedó creemos que en Andalucía se está haciendo mucho del mejor vino que se puede beber en España en este momento. Estamos enamorados del vino de esa bendita tierra.

Antes de terminar, queremos hacer una mención especial a la original y divertida etiqueta de este vino, que a quien esto escribe le llamó sobremanera la atención entre tantas otras botellas. Queda claro que se puede ser jovial y arriesgado sin perder el gusto. Es necesario que el vino entre por los ojos antes que por la boca. A ver si los bodegueros de este país se dan cuenta de esta máxima y se ponen las pilas de una santa vez. Dejemos las etiquetas aburridas y feas a los amigos franceses, italianos o alemanes. El siglo XXI ya ha llegado, señores.

Ah, una petición a los amigos de Forlong antes del final: hay que acelerar la construcción de la página web de la bodega, que promete mucho, para cerrar a la perfección este círculo virtuoso.

Salud y buenos vinos, amigos.