Para entender lo que realmente significa elaborar vino había que ensuciarse, sudar y compartir momentos únicos con las personas que lo dan todo para que podamos disfrutar de una buena copa como aquella que nos enamoró hace algún tiempo. Tenía que ser en el territorio abulense de Cebreros, últimamente en boca de mucha gente y bajo la lupa de la crítica especializada, donde los «garnacheros» de Gredos están recuperando la zona y convirtiéndola en sinónimo de calidad y de prestigio.
No podía haber mejor momento para acompañar a Guillermo Fernández y Juan Carlos Arenas que en su primera vendimia en bodega propia. Justo antes de la campaña se trasladaron del espacio cooperativo de El Barraco al suyo en Sotillo de la Adrada. Éste ha sido un paso muy importante para poder mejorar las condiciones de elaboración y la calidad de sus vinos. Cuando les consultamos en mayo sobre la oportunidad de poder trabajar codo con codo con ellos se miraron arqueando las cejas. Probablemente se preguntaron que demonios íbamos a hacer aparte de catar y atosigarlos a preguntas. Al fin llegó septiembre y durante nueve días Vino y se Quedó pudo participar en la elaboración de esas garnachas únicas en un clima de absoluta transparencia y camaradería. Carlos y Guillermo nos abrieron sus cubas, sus casas y sus corazones. El segundo día de la vendimia 2014 llegamos directamente con la maleta a la bodega y ¡a pisar! Sí, sí, aquí se pisa con los pies, mucho más suave que usar maquinaria. A fin de cuestas estamos hablando de vinos artesanales, de pequeñas parcelas vinificadas por separado para llenar apenas una barrica cada una. La cosecha estaba en perfectas condiciones. Cada racimo se recogió a mano. La uva se vendimió en su punto de madurez óptima. Esta es la clave para obtener un vino fresco pero sin verdores. Como este año hasta el raspón había madurado bien, tanto La Movida Laderas como el Doble Punta se elaboraron con él.
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Los «Maldivinos» no son talibanes de la biodinámica ni de los vinos naturales pero si de la mínima intervención y de la máxima calidad. «La intuición está por encima de la razón.» ¿Sulforoso? «¡Sí, lo justo! Los vinos tienen que viajar y el elaborador no puede controlar la cadena hasta el consumidor final si no se dedica a vender exclusivamente en bodega.» Hay mucha polémica sobre el tema. Nos pueden contar misa pero algunos mienten seguro. Respecto a la influencia lunar no nos hemos adentrado en los escritos de Rudolf Steiner ni en el calendario de Maria Thun, pero después de volver a pisar la uva en la noche de luna llena y comprobar el arranque de la fermentación a la mañana siguiente, incluso ver el comienzo de la fermentación en otra cuba a 15 grados, no cabe ninguna duda de su efecto. Continuar leyendo «Vino y se Quedó en el nacimiento de un vino»