Vino y se Quedó en el nacimiento de un vino

Para entender lo que realmente significa elaborar vino había que ensuciarse, sudar y compartir momentos únicos con las personas que lo dan todo para que podamos disfrutar de una buena copa como aquella que nos enamoró hace algún tiempo. Tenía que ser en el territorio abulense de Cebreros, últimamente en boca de mucha gente y bajo la lupa de la crítica especializada, donde los «garnacheros» de Gredos están recuperando la zona y convirtiéndola en sinónimo de calidad y de prestigio.

No podía haber mejor momento para acompañar a Guillermo Fernández y Juan Carlos Arenas que en su primera vendimia en bodega propia. Justo antes de la campaña se trasladaron del espacio cooperativo de El Barraco al suyo en Sotillo de la Adrada. Éste ha sido un paso muy importante para poder mejorar las condiciones de elaboración y la calidad de sus vinos. Cuando les consultamos en mayo sobre la oportunidad de poder trabajar codo con codo con ellos se miraron arqueando las cejas. Probablemente se preguntaron que demonios íbamos a hacer aparte de catar y atosigarlos a preguntas. Al fin llegó septiembre y durante nueve días Vino y se Quedó pudo participar en la elaboración de esas garnachas únicas en un clima de absoluta transparencia y camaradería. Carlos y Guillermo nos abrieron sus cubas, sus casas y sus corazones. La Movida Laderas El segundo día de la vendimia 2014 llegamos directamente con la maleta a la bodega y ¡a pisar! Sí, sí, aquí se pisa con los pies, mucho más suave que usar maquinaria. A fin de cuestas estamos hablando de vinos artesanales, de pequeñas parcelas vinificadas por separado para llenar apenas una barrica cada una. La cosecha estaba en perfectas condiciones. Cada racimo se recogió a mano. La uva se vendimió en su punto de madurez óptima. Esta es la clave para obtener un vino fresco pero sin verdores. Como este año hasta el raspón había madurado bien, tanto La Movida Laderas como el Doble Punta se elaboraron con él.

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Los «Maldivinos» no son talibanes de la biodinámica ni de los vinos naturales pero si de la mínima intervención y de la máxima calidad. «La intuición está por encima de la razón.» ¿Sulforoso? «¡Sí, lo justo! Los vinos tienen que viajar y el elaborador no puede controlar la cadena hasta el consumidor final si no se dedica a vender exclusivamente en bodega.» Hay mucha polémica sobre el tema. Nos pueden contar misa pero algunos mienten seguro. Respecto a la influencia lunar no nos hemos adentrado en los escritos de Rudolf Steiner ni en el calendario de Maria Thun, pero después de volver a pisar la uva en la noche de luna llena y comprobar el arranque de la fermentación a la mañana siguiente, incluso ver el comienzo de la fermentación en otra cuba a 15 grados, no cabe ninguna duda de su efecto. Continuar leyendo «Vino y se Quedó en el nacimiento de un vino»

Dos días mágicos en casa de la familia Muga

Prado EneaLa semana pasada, los miembros de Vino y se Quedó tuvimos la inmensa fortuna de ser invitados a un viaje de prensa para conocer en profundidad Bodegas Muga. Aún no entendemos cómo fuimos convocados a este magnífico y aleccionador viaje a La Rioja, y más concretamente a Haro, cuna de la famosa bodega familiar. Y nos sorprendió porque los cinco medios de comunicación elegidos eran de mucho nivel, como demuestra el hecho de que hubiera compañeros de El País Semanal y de El Correo. Siempre tiene que haber una nota exótica. En este caso nosotros.Viñedo Continuar leyendo «Dos días mágicos en casa de la familia Muga»

Bodegas Rey Fernando de Castilla, el templo de los caprichos jerezanos

Tal vez sea Tío Pepe, renacido recientemente en la Puerta del Sol, el hijo más famoso de la ciudad y, su creador, Manuel María González Gordon, «Papá sherry», pero buscando nuestro destino en Jerez de la Frontera, Moraíto ChicoCiudad Europea del Vino 2014, nos encontramos de manera inesperada con la casa de otro «chico grande» que nos recordó que esta hermosa ciudad también es la cuna del flamenco. Lástima no haber estado hace unos años en este rincón gaditano para haber escuchado a Moraíto en directo.

No obstante, tuvimos una cita en la Calle Jardinillo 7. Desde la acera nadie puede imaginarse qué tesoros guardan los muros de esta callejuela situada en el casco antiguo de Jerez. Aunque de manera menos notable que hace un siglo todavía percibimos el perfume del sherry que impregna esta ciudad. Si esas piedras pudieran hablar y contaran sus secretos, de cuantas maravillas nos enteraríamos. Era Lunes Santo, y todo Jerez estaba pendiente de sus procesiones cuando Fernando Romero, responsable del mercado nacional de las bodegas Fernando de Castilla, hasta arriba de trabajo acumulado, hizo un hueco en su apretada agenda a Vino y se Quedó.

Entrando en la «sala» de botas que compró el noruego Jan Pettersen hace 15 años pudimos hacernos una idea de la historia que guarda esta bodega que hoy cuenta con solo una plantilla de seis trabajadores. Ante nuestros ojos desfilaban botas de varios tamaños y edades. Entre ellas algunas llevan el nombre del Equipo Navazos. MapaMediante un «mapa» dibujado en una bota Fernando nos refrescó las diferencias entre los distintos vinos generosos y nos reveló algunas curiosidades que nos gustaría compartir con vosotros. Continuar leyendo «Bodegas Rey Fernando de Castilla, el templo de los caprichos jerezanos»

Los Ribeira Sacra de Xurxo Alba

Nuestros más fieles lectores recordarán que hace un par de semanas terminábamos el post anunciando una próxima entrega en referencia a los vinos tintos que el vitivinicultor pontevedrés elabora en la Ribeira Sacra, y más concretamente en la vertiente lucense de esta bonita zona de Galicia que delimita las provincias de Lugo y Orense. Como nos gusta cumplir lo que prometemos, llamadnos excéntricos, aquí van nuestras impresiones tanto del lugar como de los dos vinos tintos que el maestro crea en este bello remanso de paz que es la Ribeira Sacra.

Durante nuestro periplo gallego del pasado mes de septiembre habíamos visitado esta zona antes de conocer a Xurxo, y posteriormente nos resultó imposible, por falta de tiempo, regresar y recorrer las tierras de las que éste se nutre para realizar sus tintos. Fue una de las espinitas que se nos quedaron clavadas en nuestro viaje. Como somos de natural positivos, pensamos que estas «espinitas» se producen cuando un lugar te atrapa tanto que te hace sentir su pérdida para que estés obligado a regresar muy pronto. Perdón por la cursilada, debe ser el otoño.

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Albariñeando con Xurxo Alba

Como anunciamos hace unos días en el último post hoy continuamos relatando nuestro viaje por Galicia y las peripecias «vinícolas» que allí vivimos. En esta segunda parte os invitamos a que nos acompañéis a las inmediaciones de Cambados para visitar al gran Xurxo Alba Padín en su bodega Albamar. Pasen y vean.Xurxo Alba Padín

No teníamos el gusto de conocer personalmente a Xurxo hasta el día en que nos aventuramos por la bodega familiar que dirige en Castrelo, localidad que se encuentra situada en el concello de Cambados, muy cerca de O Grove y frente a la isla de La Toja. Decidimos hacerle una visita, casi una encerrona, porque a Doreen le gusta más visitar bodegas que a un gorrino un charco. Es de la opinión de que detrás de los vinos que tienen alma hay una persona que se la transmite. Y amigos, creo que tiene toda la razón del mundo, los vinos son una prolongación de la personalidad de quienes los crean. Tal vez por eso no tenemos una sección sobre vinos desalmados, aquellos realizados en serie por personas que sólo buscan ganar dinero rápido vendiendo vinos aunque les daría igual si lo que vendieran fuera ropa, televisores o tuercas. Como iba diciendo, la persuasión de Doreen nos condujo directamente desde la playa de La Lanzada a la bodega sin ni siquiera pasar por la casa en la que estábamos alojados. Allí nos encontramos con Xurxo, que nos hizo un «rally» por sus viñedos a bordo de un utilitario japonés de tres puertas cuyo maletero tenía más vinos que muchas tiendas. Allí cupimos Xurxo Alba, los miembros del interesante blog Rumbovino, y los integrantes de Vinoysequedo.com. Cinco personas como sardinas en lata. Los que ocupábamos los asientos delanteros del coche necesitábamos que quienes se sentaban detrás nos acercaran el cinturón de seguridad al no podernos mover en el cubículo. Mientras nos desplazábamos por los bellos viñedos de Albamar a mí me venía constantemente a la cabeza la canción «Que difícil es hacer el amor en un Simca 1000» de Los Inhumanos, no me pregunten por qué.Albariñeando Continuar leyendo «Albariñeando con Xurxo Alba»

Tres días en Viña Mein sintiendo el corazón del Ribeiro

Después de varias semanas sin aparecer por este oasis de paz y tranquilidad que nos protege de las inclemencias vitales que nos están tocando sufrir en los últimos tiempos, aparecemos con el ánimo tocado aunque no derrotados aún. La culpa de la tardanza en publicar este nuevo post se ha debido a que hemos pasado unos días de vacaciones por tierras gallegas, que esperamos poder plasmar convenientemente en este espacio, y a cuestiones personales que están lastrando nuestra actividad. Os pedimos disculpas por haberos tenido un poco abandonados en los últimos tiempos. Intentaremos que no vuelva a ocurrir.

Como decíamos más arriba Vinoysequedo.com ha pasado unos días recorriendo las provincias de Orense y Pontevedra con incursiones en las de La Coruña y Lugo en busca de inspiración y de tranquilidad. Han sido días intensos y ciertamente gratos, con la suerte añadida de contar con un tiempo estupendo que debiera servir para comenzar a acabar con el tópico de que en Galicia casi siempre está lloviendo. Pues bien, en once días de viaje no llovió ni una sola vez y las temperaturas diurnas no bajaron de los 30º C. Solamente perdimos de vista el sol el día que nos acercamos a Santiago de Compostela que nos recibió con un manto gris, que por otra parte es el que casi siempre hemos encontrado en la capital gallega.

La estancia en el Casal que Viña Mein tiene junto a la bodega y que podéis observar en las fotografías que ilustran esteAlojamiento Rural reportaje cerró nuestro viaje por Galicia. Allí buscábamos descanso y refugio después de jornadas hiperactivas llenas de experiencias sensacionales en las que conocimos a entrañables locos del vino que os presentaremos adecuadamente en próximas entregas. A Viña Mein llegamos una tarde soleada y muy calurosa y fuimos recibidos por Serafín, que es la persona que dirige la acción en las viñas con mano precisa y mucho arte. Sera es un tipo afable y hablador que cuida con mimo un viñedo espectacular que tiene «como los chorros del oro». Su padre, Ricardo, al que no tuvimos el placer de conocer pues estaba de vacaciones, es el encargado de la bodega, y su mujer, la simpática e hiperactiva Cristina, es quien dirige la casa rural, que es un pazo en toda regla. Casi toda la familia está empleada en esta bodega. No son los dueños de la misma pero la dotan de un calor y de una normalidad que uno se encuentra allí como en su propia casa.Casa Viñedo Continuar leyendo «Tres días en Viña Mein sintiendo el corazón del Ribeiro»

Nada Que Ver 2008. Mucho que beber

100% Maturana Tinta. Fermentado y macerado en madera. Crianza de 12 meses en barricas de roble americano y europeo.

Hace poco los miembros del blog nos perdimos durante unos días por la zona fronteriza comprendida entre las provincias de Ávila y Madrid (desde San Lorenzo de El Escorial a Cebreros) para disfrutar de un tiempo de asueto y llevar a cabo todo un recorrido cultural y naturalista por el lugar con motivo del cumpleaños de quien esto escribe.

El 2 de marzo decidimos cenar en el restaurante El Paseo en San Lorenzo de El Escorial. Cuando conseguimos encontrar el lugar, algo que nos llevó cierto tiempo, sentimos que habíamos acertado plenamente en la elección del sitio porque los platos eran extraordinarios, sobre todo el ciervo con frutas rojas, y porque allí degustamos la maravilla líquida color picota que hoy os traemos a escena. La decoración del local había pasado de moda hacía algunas décadas pero cuando uno echaba un vistazo a los platos y a la carta de vinos, que literalmente era un libro del grosor de un tomo de enciclopedia, y alucinaba observando la gran variedad de botellas de licores destilados que albergaba el local, le importaba un pimiento la antigualla decorativa que le rodeaba. Ya quisieran muchos restaurantes que se las dan de importantes de tener tanto surtido de vinos en su bodega y tantas botellas de calidad en su bar. Además, tuvieron un gran detalle al servir gratuitamente un vino blanco de calidad con el aperitivo de bienvenida: un Godello de Valdeorras muy rico. Y qué decir de la amabilidad y de la simpatía del personal de sala. Perfecta.

Desde el momento que nos presentaron el vino algo en nuestro interior nos dijo que estábamos en el preámbulo de algo importante; nuestro «afamado» sexto sentido nos indicó que íbamos a probar una joya. Y así fue.

Como en esto de las cosas del placer todo va unido nos llamó mucho la atención el diseño de la botella; nos pareció original y atractivo (recordaba al diseño de los carteles de alguna de las películas de Almodóvar que, en nuestra opinión, son mejores que las propias películas). Esa profusión de colorido cuasi republicano nos cautivó. En ese momento ya no teníamos ojos para nada más. Sólo queríamos probar el vino. La curiosidad se apropió de nosotros.Nada que ver 2008

Cuando el camarero comenzó a verter el vino en las copas supimos que sería un gran descubrimiento. Lo que voy a decir ahora no es muy académico pero a mí me ha servido bastante durante mi corta vida «vinística«: siempre me fijo en esa especie de espuma que se forma en la copa cuando se sirve el vino muy lentamente, si ésta es abundante, concentrada y elegante el vino siempre será espectacular; hasta el momento nunca me ha fallado esa intuición. El vino nos entró por los ojos desde ese primer contacto. Su intenso color rojo picota con ligero ribete púrpura nos animaba a su degustación.

Sin mover la copa acercamos la nariz y descubrimos que en su interior había toda una sinfonía frutal. A medida que la íbamos aireando estallaban por doquier las frutas negras maduras como si fueran mermelada, seguidas de aromas a flores y a plantas balsámicas y de una gran dosis de toques dulces como el cacao, la vainilla, el café, el toffe y el tabaco habano de la máxima calidad (nos trajo recuerdos de los cohibas que en alguna ocasión fumamos relajadamente sentados a la fresca en la quietud y oscuridad de la noche habanera; es lo bueno de tener amigos que trabajan en la fábrica). Como veis, toda una gama de aromas sensuales que provocaban el deleite máximo solamente con acercarse la copa a la nariz.

El sumo placer llegó al beber ese néctar y sentir como se desparramaba por toda la boca impregnándola de sabores a frutas maduras muy bien ensamblados con los destacados toques balsámicos que sin duda aporta la tierra a esta magnífica uva, y terminando en pinceladas abundantes de dulzor. Los taninos están muy presentes pero son  pura seda. Es de esos vinos que estarías bebiendo horas y horas sin reparar en que el mundo sigue dando vueltas a tu alrededor.

Queremos felicitar a Bodegas Martínez Alesanco por esta grandiosa creación y en particular a Pilar Torrecilla, la enóloga artífice de semejante maravilla. Y también por haber apostado por la recuperación de una uva como la Maturana Tinta, originaria de esas tierras altas riojanas y en clarísimo peligro de extinción, y que como se apunta en la propia botella, es un «histórico monovarietal que no tiene NADA QUE VER con el resto de variedades cultivadas en el mundo». Nos gusta la gente que arriesga y busca la excelencia. Y a un precio muy correcto imaginando lo complicado de la empresa.

Estas son las cosas que nos enorgullecen. Vivimos en el país en el que se hacen los mejores y más variados vinos del mundo. Creámonoslo de una puñetera vez.

Salud y buenos vinos, amigos. 

Garum 2011. Sabor y carácter gaditanos

Coupage de Merlot, Syrah, Petit Verdot, Cabernet Sauvignon y Tempranillo. Crianza de 12 meses en barricas usadas de roble americano y francés.

Hoy concluimos con la serie de artículos que hemos ido publicando en anteriores semanas sobre nuestras peripecias vinícolas por las provincias de Cádiz y Badajoz. Y lo hacemos con la visita que realizamos a las fantásticas instalaciones de Bodegas Luis Pérez situadas en la Finca Hacienda Vistahermosa de Hijuela de Rompeserones desde donde se contemplan unas eFatima Pérezspectaculares vistas nocturnas de Jerez de la Frontera. Allí nos recibió Fátima Pérez Vega, enóloga e hija del creador de la bodega, el catedrático de Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Cádiz, Luis Pérez, que arriesgó mucho al lanzarse a hacer vinos tintos en una zona eminentemente dedicada a los vinos generosos. Tenemos que agradecer las facilidades que nos dio Fátima para que visitáramos la bodega una tarde de viernes lluvioso avisando con poco tiempo de antelación de nuestra llegada. Queremos destacar su gesto porque en muchas ocasiones ésto no ocurre. También queremos disculparnos con ella por la encerrona que le hicimos.

Fátima nos hizo un recorrido por la bodega comentándonos con total transparencia todo lo que le quisimos preguntar. Su natural timidez no fue óbice para que sus explicaciones fueran rigurosas y atinadas. Durante la cata que realizamos junto a ella los miembros del blog en un entorno muy bonito aunque algo frío debido a su moderna arquitectura, y a medida que probábamos los tres vinos tintos con los que cuenta esta bodega, nos relajamos y pudimos apreciar los matices de los distintos caldos en un ambiente distendido.

La cata consistió en la degustación de Garum 2011, Samaruco 2010 y Petit Verdot 2008. Tenemos que deciros que el vino que más nos gustó fue el primero, que encima es el más económico de los tres. Con Samaruco los componentes del blog tuvimos opiniones diferentes. En cuanto al Petit Verdot creemos que su precio cercano a los 50€ es desmesuradamente elevado para lo que se nos ofrece.

Garum 2011, un vino muy agradable para cualquier momento.

Este vino lo descubrimos hace algunos años en el restaurante Garum durante una visita a Cádiz. En ese momento pensábamos que el vino y el restaurante tenían un mismo dueño. La propietaria del local nos sacó de nuestro error y nos invitó a probar este sensacional vino de la añada 2007, si nuestra memoria no nos engaña que es muy probable que lo haga. Nos sorprendió gratamente y lo apuntamos en nuestra agenda de vinos para revisitarlo en el futuro, algo que hemos hecho este año en sus versiones de 2010 y de 2011, la que hoy comentamos y os recomendaros vivamente.

Garum 2011Lo primero que queremos destacar es su gran relación calidad-precio y más en un momento complicado como el que estamos viviendo en la actualidad. Es un vino de calidad muy democrático, ya que está al alcance de todos los bolsillos.

Tiene un color granate muy atractivo de capa media-alta. En nariz desprende una gran intensidad aromática en la que predominan las frutas rojas maduras que nos recuerdan a mermelada, los toques a café, a cacao y a regaliz. Además es un vino muy especiado. Cuando lo ponemos en la boca aparecen todos los sabores que se nos han ido anunciado en nariz dominados por la gran sedosidad que aportan unos taninos muy golosos que nos conducen a un posgusto dulce y potente, parecido al que deja un buen café.

Recomendamos tomarlo acompañando guisos de carne, de legumbres, o de arroz, carnes ibéricas a la plancha, barbacoas con productos de calidad, carnes rojas, platos de caza, tapas de embutidos ibéricos y quesos de oveja. Tampoco combina nada mal con platos de pasta y con chocolate negro.

Nota culta: El garum era una especie de salsa de pescado que se confeccionaba en las costas de Cádiz y que era todo un manjar para los potentados romanos. Este paté del mundo antiguo se usaba como acompañamiento de todo tipo de comidas. Hemos indagado en el ámbito de la hostelería el por qué de que no se haga en la actualidad. Los expertos consultados nos han dicho, básicamente, que el sabor de esta salsa sería muy desagradable para los paladares actuales.

Todo lo contrario ocurre con este gran vino de Bodegas Luis Pérez, cuyo aroma y sabor son sumamente agradables. Haced la prueba durante estas navidades y ya nos comentaréis.

Salud, vinos, y muy Felices Fiestas.

Viña Puebla Selección 2010, «La Roja» de los vinos

Coupage de Cabernet sauvignon, Tempranillo, Garnacha y Syrah. 
Fermentado durante 6 meses en 93 barricas nuevas de roble. 29210 botellas.

Visitar la Comarca de Matanegra, en la provincia de Badajoz, es hacerlo a una zona en la que mandan las chacinas extremeñas (donde el jamón de bellota es la estrella) y los vinos de Bodegas Toribio. Estos vinos se pueden encontrar con gran facilidad en cualquier establecimiento de las localidades que conforman la comarca con Zafra como punta de lanza. Y eso habla muy bien de la labor de marketing que realiza esta bodega. Parece lógico pensar que si uno crea sus vinos en esa zona tenga una distribución importante en la misma. Pues esta lógica no es la que desgraciadamente impera en buena parte de nuestro país. Es triste ver como en lugares en los que se hacen buenos vinos, éstos no se pueden encontrar en muchas cartas de los restaurantes o en las tiendas de la zona. Por eso nos gusta ver cómo personas que realizan un gran producto luchan para que éste se pueda adquirir sin problemas en la zona en la que se confeccionó. De esa forma, a la vez que se lleva a cabo un negocio legítimo se promociona un producto de la región con la consiguiente creación de valor añadido. Nos preguntamos por qué algunos bodegueros no hacen lo mismo en otras zonas de España acabando con el duopolio Rioja- Ribera del Duero, soniquete que cada día nos molesta más a los amantes de la diversidad de vinos con la que contamos en España. Son ellos mismos los que deberían «educar» al público-consumidor sobre los vinos que elaboran para que estas personas sepan que la oferta de vinos es inmensa en nuestro país. No entendemos que muchos de estos bodegueros hayan renunciado a competir en un mercado abierto.

Ese complejo no lo parecen tener en Bodegas Toribio. Para comprobarlo sólo hay que visitar localidades como La Puebla de Sancho Pérez o Zafra y contemplar cómo las barricas de madera de Viña Puebla decoran multitud de bares y restaurantes y los vinos de la empresa se encuentran en todas las cartas y tiendas de vinos de la zona.

En el artículo de esta semana nos vamos a detener en uno de sus vinos, el Viña Puebla Selección 2010.

Notas a vuelapluma sobre un vino excepcional.

Lo primero que se nos ocurre decir de este vino es que es uno de los mejores en su categoría. Se podría decir que en relación calidad-precio su nota es de sobresaliente. Hay pocos vinos tan ricos y con tantos matices por debajo de los 10 €. Nada le tiene que envidiar a gran cantidad de vinos de superior precio, es más, supera a muchos de ellos. Y lo mejor de todo es que hemos probado dos añadas distintas y el vino es excepcional en ambas, lo que habla muy bien de la labor de su creador.

Al servir el vino en la copa observamos que tiene un intenso color rojo rubí con ribetes violáceos.

En nariz se conjugan a la perfección los intensos matices a frutas maduras con los dulces a vainilla y café  de puchero que provocan la madera. Para los que les gusta ir más allá, diremos que se aprecian aromas minerales como el grafito. La armonía es la que prevalece en la fase olfativa. A medida que el vino se va oxigenando gana en matices golosos que nos provocarán seguir deleitándonos.

En boca comprobamos lo que ya se nos anunciaba en nariz: pura armonía plena de matices, equilibrio y suavidad a la vez que una gran personalidad. Es un vino potente, pleno de sedosidad, complejo, y muy goloso. Se percibe que se podrá conservar en plenitud durante bastante tiempo. Es un vino largo que a cada sorbo nos irá dando nuevas informaciones. Un gran vino, sí, señor.

Pensamos que es un vino perfecto tanto para tomar con unas tapas de carnes y embutidos ibéricos como para acompañar a todo tipo de guisos de carne y de legumbres. Tampoco le van nada mal las carnes rojas, o unas buenas salchichas alemanas o centroeuropeas.

Disfruten de este gran vino elaborado a partir de una selección de las mejores uvas de los viñedos de la zona de Matanegra que con tanto mimo selecciona Fernando Toribio, el Vicente del Bosque de la vinicultura, si se nos permite la boutade.

Salud y vinos.

Los Alcornocales, la cuna del corcho

Amig@s, hoy tenemos el placer de presentaros las maravillas de un paraje único como es el Parque Natural de Los Alcornocales que pudimos recorrer a pie en una reciente visita por la provincia de Cádiz. El paisaje es de postal, y su belleza legendaria. En nuestro recorrido tuvimos la suerte de toparnos con trabajadores que estaban «pelando» los alcornoques para extraerles el corcho que después disfrutaremos todos en las botellas de nuestros vinos más preciados. ¿Hay algo más bello que un alcornoque mostrando su alma color teja? A nosotros nos parece que ese cromatismo es difícil de igualar. Nos encanta. Esperamos que a vosotros también. Luchemos porque este prodigio de la naturaleza no se pierda por el economicismo reinante y rechacemos los mediocres tapones de silicona y derivados. Para más información podéis visitar nuestro post, ¡Ponle un corcho!

Vamos a deleitarnos con la naturaleza en su máxima expresión. Pasen y vean.