Dominio del Urogallo Cadario 2012, un vino por el que valdría la pena matar

Coupage 50% Mencía y 50% Verdejo Tinto. 100% despalillado. Fermentación alcohólica en fudres de castaño. Crianza de 13 a 15 meses en barricas usadas de roble francés de 225 litros. Vino natural. Viticultura biodinámica.

Los miembros de Vino y se Quedó somos como «la burra al trigo» o el cartero que, según la película, siempre llama dos veces. Cuando algún vino nos gusta en demasía nos gusta revisitar «el lugar del crimen» con el afán de descubrir nuevos tesoros escondidos. Eso nos ha pasado con personas como Nicolás Marcos y Fran Asencio de la bodega Dominio del Urogallo, de los que ya os hablamos aquí en abril de 2013.

Los vinos de esta singular bodega de Cangas del Narcea son una prolongación de la personalidad de Nico, un tipo en apariencia duro pero blandito por dentro, cuyo origen se encuentra en Toro y que aparte de formar parte de la cuarta generación familiar de viticultores y bodegueros aprendió el oficio criado a los pechos del legendario maestro del Ródano, Alain Graillot. El zamorano decidió un buen día liarse la manta, suponemos que zamorana, a la cabeza, y apostarlo todo a la difícil tarea de elaborar vinos de calidad en Asturias. Por sus santas narices se empeñó en crear algo distinto en nuestra querida piel de toro. Y a fe que lo consiguió.

Su Dominio del Urogallo Cadario 2012 proviene de una parcela de terreno pizarroso y de antracita con orientación noreste donde la humedad y las nieblas continuas complican la viticultura. Como todos los viñedos de nuestros protagonistas, esta viña se cuida con mucho trabajo biodinámico. Para que os hagáis una idea, estas plantas toman más infusiones naturales que un concejal de Podemos. No se le añade nada al vino, no está filtrado ni clarificado.
Cadario_2012

Este sensacional tinto posee un color rojo granate con ribete púrpura que lo hace muy atractivo para ser bebido. Es de capa media y cuenta con una lágrima más gorda que las de Bustamante. En la nariz es sota, caballo y rey, pero no por ello menos embriagador. El bosque septentrional, pleno de aromas balsámicos de monte bajo, se encuentra encerrado en la botella como un geniecillo guasón que nos presenta esa simpleza para sorprendernos hasta el éxtasis cuando nos llevamos esta maravilla líquida a la boca. Aquí nos gana de manera irremediable para la causa. No nos queda otra que postrarnos ante él y rendirnos a su magneficencia.

Es en esta fase gustativa donde el Dominio del Urogallo Cadario 2012 se convierte en un vino top, como diría ese portugués de cuyo nombre no queremos acordarnos. Es un vino muy complejo en boca por la gran cantidad de matices que atesora. Tiene una entrada directa y amarga con recuerdos de arándanos negros (cassis), plátanos e higos verdes y final de chocolate muy negro. Además percibimos una cierta aspereza placentera como al degustar un zumo de aronias.

Es un vino muy redondo, sin aristas, con la madera justa y sin sensaciones de establo como muchos de esos vinos que nos venden como naturales y no son más que vinos sucios. En resumen, podríamos decir que las notas que no aparecen en nariz se despliegan en la boca. Es un vino ancho y muy fresco.

Dos recomendaciones muy importantes. La primera es que si podéis os toméis este vinazo en día fruto para percibir todas sus peculiaridades. La segunda es que lo acompañéis de solomillo de ternera asturiana, la mejor carne de ternera del mundo. También le va muy bien a un platito de cecina auténtica leonesa. Y si los bolsillos están más tiesos que la mojama, con un solomillo de cerdo a la mostaza antigua.

Ardemos en deseos de perdernos un día por los dominios del urogallo poniendo en peligro nuestras osamentas «escalando» en viñedos que necesitarían sherpas, con la voz de Nico de fondo profiendo sus célebres frases: «¡Te voy a engrasar!» o «¡Farsantes!». No vemos el momento.  

Salud y buenos vinos, amigos.

 

Le Naturel 08/2014, el vino con fecha de caducidad sin conservantes ni colorantes

Garnacha y otras variedades. Tinto joven. Maceración corta y estática de tan sólo cuatro o cinco días. Vino natural, sin sulfitos añadidos.

Amig@s de Vino y se Quedó, esta semana estamos muy contentos de traeros hasta aquí un gran vino descubierto hace un par de meses. Es el primero que hemos conocido con la fecha de consumo preferente indicada en la etiqueta, sí, como los yogures. Justo lo decidimos publicar cuando esa fecha se ha cumplido, pero no temáis, si ha estado bien conservado aguantará unos meses más. Y si no lo encontráis, tranquilos, porque en poco tiempo aparecerá la nueva remesa de la añada 2013.

Este vino joven, que no desmerece ante ningún crianza, ha sido elaborado de la forma más natural posible. Al no contener sulfitos añadidos se conserva durante menos tiempo y de ahí que sus creadores, con el enólogo Raúl Acha a la cabeza, hayan decidido, de manera muy acertada desde nuestro punto de vista, indicar en la etiqueta la fecha de consumo preferente para provocar que el vino sea consumido en ese período de tiempo y evitar reclamaciones si alguna persona lo encuentra caído a posteriori. Nos encantaría que todos los productores pusieran en el etiquetado de las botellas la fecha más indicada para el consumo de sus vinos. Sería una información increíble para los aficionados. Mucho mejor que las frasecitas pseudopoéticas que algunos ponen al estilo del «plomos» de Paulo Coelho. ¿Y qué decir de los que parecen haber decidido que la escritura aún no se ha inventado? Le_Naturel

Le Naturel 2013 será embotellado a lo largo de este año evitando el período veraniego para proteger mejor este vino. El primero se realizó el pasado 21 de marzo, coincidiendo con la llegada de la primavera, y es el que hemos probado en Vino y se Quedó. Nos ha encantado. Nos está llamando mucho la atención el gran trabajo que está llevando a cabo Raúl Acha, Director Técnico del Grupo Vintae, en la elaboración de grandes vinos a precios asumibles por todo el mundo. Buena prueba de ello fue el post que le dedicamos hace algún tiempo a su Garnacha Salvaje del Moncayo 2011.

Cata de Le Naturel 08/2014 (2013)

Este vino navarro es una maravilla porque el gran protagonista es simplemente él y todo el potencial frutoso que aporta la Garnacha. Al haber tenido la mínima intervención, tanto en la viña como en la bodega, nos encontramos con un vino que no cansa, que se bebe del tirón, y que nos hace tener el sacacorchos preparado para abrir la siguiente botella.

Tiene un color rojo cereza de capa baja, limpio y brillante a pesar de no haber sido clarificado. Ha sido filtrado por decantación natural.

En nariz sentimos todo un golpazo de frutas rojas seguido por recuerdos a caramelo de malvas y golosinas, así como por notas balsámicas y rosas, con un final donde predominan los pimientos verdes. Esta fase olfativa es intensa y muy agradable y nos prepara para lo que se avecina en el paladar.

En boca notamos una primera sensación carbónica que desaparece al instante. La entrada es amable y muy fresca y parece que las frutas rojas van a aportar todo su dulzor en un primer instante, pero al momento aparece en escena la acidez y dominan los pimientos. El final es un constante recuerdo a mermelada de pimientos. Muy rico y sabroso. Es un vino apetecible que posee dos partes, la primera con recuerdos dulces y la segunda más ácidos.

Recomendamos que lo convirtáis en el acompañante perfecto del jamón ibérico, del steak tartar, del carpaccio, de platos de pasta y de la trucha.

El vino ha sido elaborado en las Bodegas Aroa, que se ubican en la localidad de Zurukoain-Gorozin, en pleno corazón del Valle del Yerri con la Sierra de Urbasa presidiendo el paisaje. Esta bodega navarra es desde hace casi dos décadas una de las pioneras de la elaboración de vinos naturales a través del cuidado del medioambiente. Ese dato es muy importante, pero lo mejor de todo es que lo hacen creando vinos de mucha calidad. Apoyemos a este tipo de bodegueros que crean tanto valor añadido en las zonas en que se asientan.

Le Naturel 08/2014 es el primer vino natural de Vintae y les ha salido muy bien. Nos está gustando la apuesta vinícola que están haciendo desde este grupo riojano. Les seguimos la pista muy de cerca. Seguiremos informando. Buscad este vino antes de que se acabe. Nosotros nos hicimos con él en la tienda online de vinos Bodeboca. Ahora está agotado pero cuando pase el verano llegará el nuevo embotellado.

Salud y buenos vinos, amigos.

Benvingut! 2012, ¡Bienvenido Penedés!

100% Merlot. Fermentación maloláctica en depósitos de acero inoxidable. Crianza de seis meses en barricas de roble francés.

A pesar de llevar casi dos años y medio con todos vosotros aún no habíamos traído a Vino y se Quedó ningún vino de la D.O. Penedès. Por eso, esta semana es muy especial para nosotros porque seguimos ampliando nuestro mapa vinícola de España aunque sea con una variedad francesa. En este rincón del vino independiente ya os hemos presentado otros vinos catalanes, pero hasta el momento no habíamos tenido la ocasión de hacerlo con uno de esta zona que se reparten las provincias de Barcelona y Tarragona.

Y todo ello a pesar de haber visitado en numerosas ocasiones las comarcas del Alto Penedés, del Bajo Penedés y del Garraf, que constituyen la zona en la que se asienta la Denominación de Origen, para visitar bodegas y viñedos y probar sus vinos en las numerosas ferias que se celebran en el lugar, aunque también, todo hay que decirlo, para tomar el solecito en Sitges.

Vamos a catar el Benvingut! 2012

Cuando lo servimos aparece una preciosa espuma que nos incita a probar este sugerente vino. Cuenta con un color rubí intenso; es de capa media, brillante, y con lágrima espesa que mancha mucho la copa.Benvingut!2012

En la nariz se nos presenta toda una amalgama de aromas penetrantes como los frutos rojos maduros y las frutas negras compotadas, así como un espectacular toque a moca procedente de su crianza en madera. En la parte final de la fase olfativa sentimos un gran frescor proveniente de las notas a flores y hierbas silvestres. Además, se percibe una fuerte sensación alcohólica.

En su paso de mediana longitud por boca cuenta con una entrada ligera, suave, grasa y cálida. Al principio notamos un amargor muy agradable que se va tornando en toques más golosos a fruta, unida a una fuerte sensación torrefacta. Tiene un retrogusto justo y una aspereza y una acidez muy equilibradas. Os advertimos de que necesita bastante tiempo de oxigenación para perder sus primeros pasos un tanto embrutecidos. Una vez contemplado esto, el Benvingut! 2012 se convertirá en delicadeza aterciopelada.

Consideramos que este vino es perfecto para tomar sin más, o para acompañar a aperitivos con queso o embutidos, así como a una hamburguesa sin aditamentos. La carne a la brasa cuenta con un gran aliado en este vino del Penedés.

Breve semblanza de los Descreidos

El vino que hoy nos ocupa es elaborado en la bodega familiar radicada en la masía Can Descregut que se ubica en la localidad de Vilobí del Penedès. Los miembros de esta familia de «descreídos» crean vinos y cavas de corte moderno con una imagen desenfadada provenientes de las cincuenta hectáreas de viñedos propios con los que cuentan. Se definen a si mismos como personas inquietas que apuestan por la defensa del medioambiente, de ahí que sus vinos sigan las directrices ecológicas europeas que prohiben el uso de insecticidas y herbicidas. La autora de este vino Arantxa de Cara fue elegida la pasada primavera «joven promesa de la enología» por la Asociación Catalana de Enólogos (ACE).

Nos ha gustado mucho este vino y algún otro de los que han creado en Can Descregut. A la espera tenemos guardado alguno más de esta bodega a la que desde hoy seguiremos muy de cerca. Creemos que a los vinos del Penedés les hacía falta una renovación urgente, ya que desde nuestro punto de vista se estaban estancando peligrosamente y haciendo aburridos, salvo honrosas excepciones. Parece ser que gracias a un puñado de vitivinicultores de la zona el peligro tiende a desaparecer. Cuánto nos alegramos de ello. Un lugar en el que se comenzó a elaborar vino hace unos dos mil años no puede dormirse en los laureles. Por ello brindamos.

Salud y buenos vinos, amigos.

 

Pirita Crianza 2008, pura elegancia en el Duero

Coupage «extremo» de las variedades tintas Juan García, Rufete, Bruñal, Tinta Madrid, Tempranillo, Bastardillo Chico, Bastardillo Serrano, Tinta Jeromo, Gajo Arroba, Garnacha Tintorera, Verdejo Colorado, y blancas, Malvasía del Bierzo (Doña Blanca), Puesta en Cruz, Godello, Albillo y Moscatel de grano menudo. Viñas viejas. Crianza de 9 a 24 meses en barricas de roble francés de 225 l con un 10% a 15% de madera nueva. Un solo trasiego. Vino ecológico y biodinámico. Producción limitada a unas 6.000 botellas.

Que gustazo estar de nuevo por aquí con todos vosotros. Los muy forofos de Vino y se Quedó, «hay gente pa tó«, que decía el Guerra, se habrán dado cuenta de que hemos tardado un poquito más de lo normal en publicar nuestro nuevo post. La vida sigue jugando al gato y el ratón con nosotros pero nos las seguimos ingeniando para darle esquinazo. Hemos pensado que para compensar tan larga espera debíamos entrar en escena a lo grande, y para ello hoy os traemos un vino particular y divertido de una Denominación de Origen que hace su debut en el blog, la D.O. Arribes.Pirita 2008

El Pirita Crianza 2008 es elaborado por la vitivinicultora Charlotte Allen en plenos Arribes del Duero, una preciosa zona inserta en el Parque Natural de los Arribes del Duero que comparten las provincias de Salamanca y Zamora.

Breve historia de Charlotte Allen, una inglesa en Fermoselle

Charlotte dio sus primeros pasos en el mundo de la viticultura a las órdenes de Noël Pinguet en la bodega Domaine Huet en el Valle del Loira. Allí se introdujo en la filosofía de la Biodinámica. Con las ideas muy claras marchó a Italia y Sudáfrica a ampliar el aprendizaje. Después regresó a Francia para estudiar enología y viticultura en el Ródano, donde combinó los estudios trabajando como enóloga y viticultora itinerante hasta que un día del año 2006 en un viaje a Rueda se reencontró con su amigo Didier Belondrade, quien le habló de los Arribes del Duero como una zona a descubrir para elaborar vinos singulares. Según cuenta en su página web,  «me sentí abrumada por la belleza salvaje de la región: las profundas gargantas cortadas por el Duero y el Tormes, las terrazas escarpadas recubiertas con antiguas vides y olivos incluso mayores, la manera en la que el hombre se había adaptado al paisaje en lugar de doblegarlo a su voluntad

Meses más tarde se instaló allí. No lo tuvo fácil, sobre todo el primer año en el que no hablaba español, ni en su día día y menos aún a nivel burocrático. Además tuvo que soportar la antipatía y crítica constante de los lugareños. No es de extrañar que llegara a dudar de su decisión, «a pesar de todos mis viajes la vida no me preparó para vivir en Fermoselle.» Con el tiempo y trabajando duramente ha aprendido a adaptarse al entorno y a vivir en una pequeña ciudad una vida que describe con humor como un cruce entre las películas «Un año en Provenza» y «El bueno, el feo y el malo».

Cata del personal y mágico Pirita Crianza 2008

Antes de comenzar la cata propiamente dicha queremos dejar constancia de que este vino nos ha parecido ciertamente divertido y original ya que nos ha hecho jugar durante mucho tiempo a medida que iba cambiando a cada instante en toda una amalgama de aromas, sabores y matices. Es un vino único en su especie.

El Pirita Crianza 2008 tiene un precioso color rojo piPirita 2008 Sueño de una Inglesacota con reflejos púrpura. Deja una lágrima compacta en la copa.

En la fase olfativa comienza el espectá- culo. Lo primero que nos encontramos es un intenso recuerdo de la niñez cuando en clase de trabajos manuales todos los chavales abríamos el bote de pegamento Imedio y el aula quedaba impregnada de ese aroma iniciador de tantas toxicomanías. Ese toque a pegamento y barniz es seguido con intensidad por notas de zarzamoras maceradas en ron. También se hacen sentir los higos verdes y un fondo floral de malvas y violetas que le otorgan al vino un punto muy fresco. Ya os avisamos de que este vino era muy original.

En boca tiene una entrada voluminosa, algo picante, y cálida. Posee una buena acidez con taninos pulidos y muy bien ensamblados. Predominan los frutos rojos y más concretamente la fresa silvestre, y notas balsámicas. Es persistente e incitador, puesto que hace parecer que la botella sea más pequeña de lo que es. Se podría decir de manera políticamente incorrecta que es un vino para beber por cajas. Al final de su degustación notamos un cierto aire dulce.

El Pirita 2008 armoniza con todo tipo de carnes y guisos potentes, así como con quesos curados y foie gras.  Es un vino al que hay que darle tiempo y disfrutarlo largamente. Los que no se lo den se perderán una gran experiencia. El vino y las prisas son malos compañeros de viaje.

Charlotte elabora este poderoso vino en su bodega Almaroja que cuenta con unas ocho hectáreas de viñas viejas de entre 75 y 100 años de edad. Estos viñedos se encuentran en 34 parcelas situadas entre 550 y 800 metros de altitud.

Un coupage «imposible» y nunca visto

A estas alturas del post llegamos a una de las partes donde el Pirita Crianza 2008 se convierte por méritos propios en el vino con una combinación de uvas mayor y más rara con la que los integrantes de Vino y se Quedó nos hemos topado. Aparte de la variedad Juan García (un 65% del coupage) que consta en la etiqueta, este vino lleva Bruñal, Rufete, Tempranillo, Tinta Madrid (que representan un 15% del total). Estas cuatro variedades y la Juan García se vinifican por separado. Además cuenta con Bastardillo Chico, Bastardillo Serrano, Tinta Jeromo, Gajo Arroba, Garnacha Tintorera y Verdejo colorado (estas seis variedades suman un 10% de la mezcla), así como con un 10% de uvas blancas como la Malvasía, Albillo, Godello, Puesta en Cruz Moscatel. ¿Alguien da más?

Si nos llegan a decir que de este popurrí de uvas podía salir un vino tan elegante y genial nos hubiéramos echado a reír. Ahora no tenemos más remedio que rendirnos al mérito de Charlotte Allen, de la que desde este preciso momento nos declaramos muy fanes.

Salud y buenos vinos, amigos.

 

 

 

 

 

Gratias rosé 2012, el rosado con alma de tinto

100% Bobal. Viñas viejas. Cultivado en vaso y sin riego. Embotellado tras 3 meses en contacto con sus lías. Vino natural y biodinámico. Comercio justo.

Hace no mucho tiempo en el celebrado post Gratias maximas 2011. Bobalización total dejamos abierta la posibilidad de hablar del vino que hoy nos ocupa, y hemos creído conveniente hacerlo ahora para que podáis descubrir este magnífico vino, si es que no lo habéis hecho ya. Para Vino y se Quedó es uno de los mejores rosados que se elaboran en España y, por ende, en el ancho mundo.

En el mencionado post recorríamos de manera pormenorizada la historia de los tres amigos consultores de la zona de La Manchuela, Ana Gómez, Iván Gómez y José Gómez, los TresGe como han bautizado su proyecto, que un buen día decidieron liarse la manta a la cabeza y comenzar a elaborar vino de calidad con la variedad Bobal en una zona que era eminentemente «granelera». Para ello decidieron ser respetuosos con el medio natural y cuidar que el esfuerzo de los trabajadores y de los viticultores que les vendían la uva fuera recompensado dignamente. Es decir, actuar como debería hacerlo todo el mundo.gratias roséEn el aludido artículo ya hicimos toda una declaración de principios y un alegato de apoyo a estas prácticas de Decencia Pública por lo que no nos extenderemos más en ese aspecto.

Conociendo los viñedos donde todo comienza

Las uvas para realizar los dos sensacionales vinos que elaboran con esta variedad los Tres Gómez salen de tres viñedos especiales para estos amigos, sobre todo para Iván, puesto que están muy relacionados con su vida. Estos manchueleros de pro son unos cachondos mentales y han bautizado estas tierras con el nombre de sus dueños, al estilo borgoñón. Así surgieron el terroir Paco, en honor al propietario del mismo, el padre de Iván. Estas viñas tienen más de ochenta años de edad. El terroir Pepe, viñedo del vecino de Iván cuyas viñas tienen más de cuarenta años, y el terroir Sergio, en honor a un amigo actor de Iván que hace unos años decidió aparcar su carrera y convertirse en viticultor. Este viñedo tiene más de veinticinco años.

De esta manera se hace tierra. Nuestros protagonistas han mantenido sus viñas, han recuperado las que probablemente iban a desaparecer y han metido el gusanillo de la viticultura a un amigo. Por todas estas cosas, y por lo que ya explicamos en el referido post sobre estos vitivinicultores, no podemos más que desear que triunfen con este hermoso proyecto.

Poniendo la lupa sobre el gratias rosé 2012

Los que nos seguís sabéis que nos gusta hacer referencia en el momento de la cata a todo lo que envuelve al vino.  Por eso vamos a empezar refiriéndonos a la simbólica etiqueta del que hoy nos ocupa. Se trata del símbolo mahorí del triple twist que comprara en forma de colgante Ana durante su estancia en Nueva Zelanda, lugar donde residió un tiempo junto a Iván para conocer cómo se hacía el vino en los países del Nuevo Mundo.

El triple twist simboliza la unión eterna de las personas y de las distintas culturas en un camino que compactará lo tradicional con lo moderno; justo lo que es este vino, un intento de fusionar la tradición de los rosados de la zona con las técnicas más vanguardistas de viticultura y enología.

Este rosado tiene un sugestivo color rojo rubí muy brillante. Es un vino muy limpio y cuenta con una lágrima espectacular.

DSC_0076 copyEn nariz sentimos toda una sinfonía de frutos rojos como recubiertos de caramelo (azúcar quemado). También percibimos un refrescante aroma a heno. Acidez, frescor y dulzura, «uno para todos y todos para uno».

En la boca entra con fuerza llenándonos plenamente. Se hace palpable la fresa ácida y una sensación láctica muy agradable. Volvemos a notar ese toque al caramelo que recubre las manzanas de las ferias. Es de paso largo y muy equilibrado. Todo un señor vino que puede cubrir a la perfección a los tintos cuando comience a hacer más calor debido a su potencia y a que puede tomarse algo más frío.

Es perfecto para tomar junto a una paella, o con cualquiera de los platos de arroz mediterráneo, tan difíciles de combinar con vino. El gratias rosé es el mejor vino que hemos conocido para este tipo de platos. Pero además va de lujo con un conejo al ajillo o con un guiso de pollo, sin olvidarlo como aperitivo.

Desde Vino y se Quedó tenemos que dar las gracias a la madre de Iván Gómez por su amor por los vinos rosados. Ella fue la inspiración para la elaboración de este vinazo. Creemos que los amigos de TresGe Wine Consulting han creado el mejor rosado de la zona y uno de los top de España. Felicidades.

Salud y buenos vinos, amigos.

575 uvas de Cámbrico 2007, el vino ahumado

Coupage de 90% de Rufete, 6% de Calabrés y 4% de Tempranillo. Crianza de 17 meses en barricas de roble francés. Viñedo de agricultura ecológica. Producción limitada a 2.533 botellas.

Amigos lectores, en la entrada de esta semana hemos rizado el rizo de la «stravaganza» y nos hemos sumergido en un vino espectacular que está elaborado en un gran porcentaje por una uva que hasta el momento no había aparecido por Vino y se Quedó y que nos ha sorprendido muy gratamente. Se trata de la variedad Rufete, que aunque parezca el nombre de un ex futbolista nos parece mucho mejor que el actual Director Deportivo del Valencia Club de Fútbol. Es una uva que suele darse en terrenos escarpados de difícil acceso con lo que su recolección es complicada. Para recompensar a quien se decide a elaborar vinos con ella otorga a éstos aromas espectaculares y un sabor muy elegante y refinado.

Siguiendo con las «rarezas» de nuestro vino de hoy sus creadores han unido a la Rufete la variedad Calabrés, una uva de la familia de la Garnacha proveniente de Italia donde también es conocida como Sangiovese. Al igual que la primera, se encuentra con un número muy pequeño de plantas en la zona de la Sierra de Salamanca donde la sabia tradición popular de la zona nos ha legado el siguiente pensamiento:

Uvas Calabrés, 

ni las comas ni las des, 

ni se las enseñes al vecino, 

que son muy buenas para vino. 

Y por si todo esto no fuera suficiente, para hacer de este vino algo único el 575 uvas de Cámbrico ha pasado de la clasificación de Vinos de la Tierra de Castilla y León a la de D.O.P. Sierra de Salamanca, denominación a la que damos la bienvenida a estas páginas. Esta reciente denominación de origen la forman seis bodegas de la zona que están apostando claramente por crear unos vinos de calidad recuperando las uvas que han arraigado en el terruño y que le dan marca distintiva en el mercado vinícola español.

Catando el embriagador 575 uvas de Cámbrico 2007

Todo en este vino nos ha entusiasmado desde su color hasta la última gota de la botella que continuaba mostrando matices diversos a como era el vino al principio. Su color es un precioso rojo granate con tonalidades ambarinas y rosáceas. Cuenta con una lágrima muy original que resbala por la copa como las gotas de lluvia en varios chorritos y no como es habitual en forma de una especie de olita.575 uvas de Cambrico 2007

Al introducir la nariz alucinamos ante la sinfonía de aromas que salían de la copa. Primero esos lácteos seguidos por la fruta en compota y finalizando con intensos recuerdos de humo de cigarro de categoría. Se percibe una suavidad que hace la boca agua. Su nariz fragante crea adicción.

La expectación es alta y tememos que la sensación en boca nos baje de la nube y pueda desacreditar todo lo anteriormente expuesto pero ocurre todo lo contrario, se cumplen los augurios y el vino remata un golazo por toda la escuadra con unas notas a tabaco habano que nos traen intensas y cálidas reminiscencias de viejos whiskies escoceses ahumados. Su entrada en boca es ácida, con un punto picante, cálida, larga y con taninos muy presentes pero perfectamente integrados. Aparecen grosellas por doquier y hacia el final el vino se vuelve seco. Tiene un retrogusto persistente. Al final de la botella aparecen recuerdos de yogur. Amazing.

El 575 uvas de Cámbrico 2007 es un vinazo que armoniza a la perfección con chocolate negro y es uno de esos grandes vinos que se puede beber acompañando a un buen cigarro cubano como si fuera un destilado añejo.

La gente de Viñas del Cámbrico puede estar bien orgullosa del trabajo desarrollado para elaborar esta maravilla. Y también por haber sido una de las bodegas impulsoras de la recuperación de la fabulosa variedad Rufete al hacerse con viñedos que estaban abandonados y ponerlos a trabajar de nuevo para crear vinos de calidad y un entorno mejor. Nuestro agradecimiento a estos amigos enclavados en la localidad de Villanueva del Conde en los aledaños de la preciosa Sierra de Francia que tan relacionada con el vino ha estado históricamente.

Ya sabéis queridos locos del vino, disfrutad con este néctar extraordinario que requiere tener una mente abierta y un buen rato de sosiego y buena compañía para poder apreciar todos los secretos de este vino que es más que un vino.

Salud y buenos vinos, amigos.

PD: Gracias a Ignacio de Barcelona Vinos por descubrirnos este excelso vino.

Flor de Brezo 2011, recuerdos del bosque berciano

Coupage de Mencía y Garnacha Tintorera. Vinificación integral: fermentación y crianza de unos seis meses en barricas de roble francés. Vendimia manual. Vino natural. 

En esta nueva entrada de Vino y se Quedó os vamos a acercar uno de los vinos que forman parte del interesante catálogo de la que hemos elegido como bodega del mes de febrero en el blog que, por cierto, sigue creciendo día a día gracias a vuestra generosidad y fiel seguimiento. En este post regresamos a El Bierzo para encontrarnos con uno de esos vitivinicultores que tanto apreciamos en estas páginas; uno de esos artesanos que busca crear vinos singulares que reflejen la idiosincrasia del viñedo y del lugar en el que se crean.

De nuevo nos encontramos con un enólogo francés que ha decidido partir de Francia para establecerse en España y poner en marcha sus ideales vinícolas a este lado de los Pirineos. Los más habituales se acordarán de su compatriota Olivier Rivière. Hoy le toca el turno a Gregory Pérez, uno de tantos franceses con apellido español que ha hecho el camino inverso al que realizó hace muchos años su bisabuelo paterno desde la encantadora localidad abulense de Arenas de San Pedro, en las inmediaciones de la Sierra de Gredos, en ese triángulo mágico que forman las provincias de Ávila, Cáceres y Toledo.

El creador del Mèdoc, viendo que su futuro en el mundo del vino francés tenía toda la pinta de acabar en un trabajo de bodeguero, algo que no parecía emocionarle mucho, tomó la decisión de aceptar un trabajo como enólogo en una bodega de El Bierzo. Allí aprendió español y estuvo un lustro trabajando.  Al cabo de ese tiempo decidió emanciparse y crear su propia bodega y comenzar a poner en práctica su sueño. Para ello se estableció en Sorribas y levantó Bodega y Viñedos Mengoba.Flor de Brezo 2011Pérez procura elaborar sus vinos de la manera más artesanal posible y sólo poniendo productos si hay riesgo de enfermedades en las vides. En sus viñedos se trabaja a la antigua usanza, con arados tirados por bueyes e intentando la máxima conexión con el entorno natural. Da toda la sensación de que el bordelés se ha abierto al mundo en El Bierzo y se ha sentido plenamente arraigado en esta tierra, apostando por su potencial.

Adentrándonos en los bosques bercianos a través del vino de Gregory Pérez

Al degustar el Flor de Brezo 2011 hemos sentido la gratificante sensación de estar en medio de un bosque berciano en pleno otoño, llenándonos de humedad y frescor así como de fragancias florales y frutales. Ahí estábamos nosotros, en medio de brezos y castaños, inmersos en los colores ocres y rodeados del verdín que las umbrías sombras habían pintado durante mucho tiempo. Todo eso y más puede sugerir un vino. Si no lo creen, hagan la prueba.

Se trata de un vino de un color rojo granate, de capa alta, con ribete rosáceo-teja.

En nariz, una vez que se ha abierto convenientemente, es espectacular. Es un vino muy intenso y complejo. Apreciamos toda una amalgama de notas y matices en los que predominan las frutas rojas maduras, las flores de sotobosque, así como recuerdos de hierbas de monte bajo. Al final aparecen unas agradables notas lácticas como de nata. Este popurrí nos transporta a un día recogiendo frutos del bosque en el que nos impregnamos del olor a violetas y a tierra húmeda.

Al llevarlo a la boca sentimos que ésta se nos llena de fruta roja ácida y, posteriormente, de matices florales y licorosos leves. Éstos últimos le aportan un ligero toque dulzón. Notamos una carga alcohólica que nos duerme la punta de la lengua, así como un punto picante. Es largo y persistente. Contundente y equilibrado. Algo astringente y salino.

El Flor de Brezo 2011 es un vino extraño, un vino con varias caras. Hay que saber interpretarlo. A nosotros nos ha impresionado en nariz y algo menos en boca, aunque su combinación de reciedumbre y acidez equilibrada, que al final de la botella se tornaba aterciopelada, nos gustó mucho. La madera, bien integrada, le da elegancia y finura.

Nuestro maridaje ideal sería con carnes a la brasa, quesos ahumados y una auténtica cecina de León, no ese cartón piedra que por desgracia se está vendiendo en muchos establecimientos.

Abrid una botella de este berciano y dejaos transportar al campo otoñal. Es una placentera sensación antiestrés. Respirad profundamente y disfrutad la experiencia.

Salud y buenos vinos, amigos.

Gratias maximas 2011. Bobalización total

100% Bobal. Crianza de 12 meses en barricas de roble francés usadas. Vino natural y biodinámico. Pisoneo manual. Comercio justo.

Hoy queremos haceros cómplices de una preciosa forma de entender la elaboración de vino, que busca por encima de todo la decencia y el sano orgullo de cuidar de nuestro entorno más cercano para que tanto el terruño como las personas que lo habitan puedan vivir de él dignamente y legar a las generaciones venideras un lugar mejor del que recibieron de sus mayores. Para ello os vamos a contar la historia de tres amigos que un día decidieron cumplir su sueño vinícola en la zona de La Manchuela socializando la creación de dos vinos para beneficio de toda la comarca y de los que hemos tenido la suerte de probarlos. Hoy nos detendremos en el gratias maximas 2011, su riquísimo tinto. Esperemos que en un futuro cercano podamos acercaros nuestra valoración del gratias rosé 2012, un excelente rosado, también monovarietal de uva Bobal.

Descubrimos a estos «subversivos» en el magnífico Salón de las Estrellas de la Guía Peñín. Allí habían premiado a su rosado con los puntos suficientes como para poder ser exhibido en el expositor de la bodega. Nos encantó este vino y lo elegimos entre nuestros favoritos para el post en el que resumimos la experiencia de Vino y se Quedó en esta feria. Pero no os habíamos contado que en el stand de TresGe Winery pudimos catar bajo cuerda el tinto que hoy os presentamos. Nos gustó mucho, y prometimos probarlo de nuevo más para confirmar nuestra primera impresión. Un mes más tarde acudimos a una charla de Iván Gómez, uno de los tres creadores de este vino, en una tienda especializada del centro de Madrid, y allí le señalamos que su vino era «susceptible de blog«, algo que le hizo bastante gracia. Y en esas estamos.

Desentrañando el gratias maximas Bobal 2011

Lo primero que nos llama la atención es su etiqueta, en la que se recogen los nombres de todas las personas que han colaborado, de una u otra manera, en la elaboración de tan agradecido vino. Como podéis ver, es mucha la gente que ha puesto su granito de arena, y dice mucho de los «tres amigos» haber realizado este homenaje y de nombrar a su vino «máximas gracias». Nos parece que algunos deberían tomar buena nota y reconocer, si su exagerado ego se lo permite, que sin la ayuda de otros no harían los vinos que hacen.Gratias 2011 Tinto

Servimos el gratias maximas 2011 y observamos que es un vino muy limpio y brillante, de un color rojo picota intenso con borde ligeramente ambarino. Aún podemos observar tonos de juventud a pesar de haber pasado un año en barrica de roble.

En la fase olfativa nos topamos con agradables aromas a frutos rojos maduros, notas cítricas (recuerdos de pomelo), regaliz rojo, matices a monte bajo que nos sugieren aceitunas aliñadas, y un toque lácteo. Nariz de mediana intensidad.

En boca sentimos los frutos rojos maduros en su máxima expresión, seguidos de notas de pimienta y agradables matices licorosos que le aportan elegancia. Es un vino de paso largo muy equilibrado, redondo, con una marcada acidez pero perfectamente integrada con los taninos y el alcohol que están muy presentes.  Su gusto se quedará con nosotros un rato largo. Se bebe solo.

Lo recomendamos para acompañar asados de cordero o cabrito así como un buen cochinillo lechal. Y también combina a la perfección con un buen pisto manchego con huevos fritos.

Consideramos que gratias maximas es un vino de amistad y exaltación. Con cada nueva copa va cambiando y cuando te tomas la última te preguntas ¿por qué no hay más? Con este vino triunfaréis seguro.

Vino ético, la filosofía vital de TresGe Winery

La bodega TresGe Winery nace en 2007 a partir de la consultoría enológica que formaban los tres amigos de nuestra historia, Ana Gómez, Iván Gómez, y José Gómez (tres Gómez = TresGe). Aprovechando que la familia de Iván poseía un viñedo viejo de uva Bobal que había plantado su abuelo ochenta años atrás, decidieron lanzarse a la elaboración de vinos en la localidad albaceteña de Alborea, en plena zona de La Manchuela.

Todo comenzó con un marcado tono festivo y retador, pero viendo que el vino que les salió era lo suficientemente bueno optaron por seguir adelante de forma más seria usando las artes más naturales y sostenibles para la creación de vinos cuidando del medio ambiente y del entorno rural. Para ello, implicaron a mucha gente que entendió que había que cuidar la Bobal para hacer con ella vinos de calidad y cambiar así la tendencia de la zona de usar esta uva a granel sin buscar un bajo rendimiento para potenciar sus cualidades. La Bobal es la tercera uva más cultivada de España tras la Tempranillo y la Garnacha. Somos de la opinión de que cualquier uva en manos de buenos vitivinicultores es óptima para hacer un gran vino.Gratias 2011Estos tres empresarios han apostado por dar un enfoque ético a su negocio para conseguir que todo el proceso de elaboración de sus vinos sea decente y justo. Qué difícil se nos hace meter en la misma frase las palabras «empresario» y «ética», parece un oxímoron. Por desgracia, en los tiempos que corren (en todos los tiempos) la idea de ganar dinero honradamente sin perjudicar a los trabajadores y al entorno natural es algo que no se estila, que decía el cuplé. En nuestro acercamiento al mundo del vino hemos escuchado a algunos empresarios quejarse de que la gente no quería vendimiar o trabajar en el viñedo porque eran unos flojos y el trabajo era duro. Habrá casos así, pero si estos empresarios pagaran lo que dicta el convenio o, mejor aún, un poco más, muchas personas querrían trabajar para ellos. Confunden trabajador con esclavo. Con esta gente no mejoraremos jamás este país.

Los amigos bobalizadores de TresGe se han decidido por la ética en los negocios y socializar la elaboración de sus vinos. En sus propias palabras «vino ético es aquel que lleva implícito un comercio justo y un precio de venta honesto, donde el precio pagado por la uva permite vivir dignamente al viticultor, donde las personas implicadas en el proyecto están orgullosas de su trabajo, donde cada uno cobra por su trabajo y en función de su esfuerzo, donde el proceso de producción se desarrolla de forma sostenible, (…) donde las personas son importantes porque son quienes hacen posible el milagro del vino, donde lo que se dice del vino es verdad… donde muchas cosas justas, dignas y honestas convergen y se unen para sinérgicamente poner un grano de arena y hacer un mundo mejor para nuestros hijos». Simplemente, chapeau.

Esperamos contaros próximamente más cosas interesantes de este grupo que dignifica las buenas prácticas. A nosotros nos han ganado para la causa. Ojalá que sus ideas se generalicen en el mundo del vino y que todos podamos estar aún más orgullosos de nuestro patrimonio blanco, rosado y tinto. Os recomendamos que le echéis un vistazo a su página web. Y no os perdáis la preciosa foto titulada «el descanso del guerrero», que visualiza perfectamente lo que os queríamos contar en este post.

Salud y buenos vinos, amigos.

Lovamor 2012. ¡Para beberte mejoooooooor!

100% Albillo. Blanco sin crianza. Viñedos de más de cien años plantados en altura. Suelos arcilloso-calizos. Elaboración natural. Producción limitada a 2.000 botellas.

Aquí estamos de nuevo para hablaros de uno de los vinos blancos más originales que se pueden encontrar en el panorama vinícola español y, posiblemente, mundial. El artífice de esta placentera excentricidad es el vitivinicultor de Peñafiel afincado en Brunete, Alfredo Maestro Tejero, de cuya figura ya os hablamos en un post hace algunas semanas. 

Catando un cuento.

Nada más ver la botella de este original vino todo nos remite al cuento de Caperucita Roja, pero al estilo del chiste aquel, un tanto grosero, que terminaba con la frase del Lobo «¡Cómo ha cambiado el cuento!». Vemos a una Caperucita en tacones besando al Lobo Feroz que ya no parece tan feroz por gracia del amor. Sí, amigos, no veamos zoofilia en una escena que es simplemente eso, amor con mayúsculas, o Lovamor como le gusta a Alfredo Maestro, esa interesante mezcla de la misma palabra en inglés y en español. Nos gusta esta etiqueta, nos hace gracia, y nos remite al hemisferio más friki de nuestro cerebro para recordar la mítica canción de La Orquesta Mondragón, «Caperucita Feroz«, en la que Javier Gurruchaga cantaba aquello de «¡Hola mi amor! soy yo tu lobo, quiero tenerte cerca para verte mejor…». Histórica performance.Lovamor 2012

Lo primero que llama la atención del Lovamor 2012 es su color, un dorado tan viejo que más parece el de un zumo de manzana que el de un vino blanco. Ahí es donde comenzamos a notar que se trata de un vino natural. Su color es limpio y tiene una lágrima preciosa e intensa.

Para los menos versados en las lides de la cata el color podría parecerles anunciador de un vino primitivo, agreste, pero nada más lejos de la realidad. En nariz es fresco y embriagador, toda una ambrosía de olores y matices que van desde la manzana al horno y el brioche, al melón y las notas cítricas, florales y minerales. Es increíble que este vino nos haga sentir recuerdos de pastelería si tenemos en cuenta que no ha pasado por barrica. Ahí se nota el gran trabajo que Alfredo Maestro ha hecho con la Albillo centenaria, a la que ha dejado macerar seis días con sus pieles para que se exprese como realmente es.

La sublimación llega cuando ponemos este néctar en la boca y sentimos que el vino es grasiento, largo, profundo, fresco y vibrante, con una acidez para enmarcar. Aparecen notas de melón maduro, muy bien integradas con las notas cítricas, y un ligero amargor. Pero sobre todo, sabe a uva. Esa conjunción hace de él un vino muy vivo y sensual, de esos que no podemos dejar de beber. Nos sentimos como un César degustando medio recostados este vino que nos saca del concepto tradicional de los blancos.

Pensamos que la mejor mezcla para este vino es una buena compañía humana, unos quesos suaves de calidad, así como pasta con aceite de oliva con esencias y, para los más atrevidos, sushi o comida tailandesa no muy picante.

Recomendamos que se sirva a una temperatura de unos 12º C, ya que más frío hemos observado que pierde muchos de sus matices.

El único pero que le ponemos al Lovamor es la cápsula lacrada que hace difícil su apertura; si uno no es demasiado ducho abriendo botellas puede acabar encontrándose con fragmentos de cera en la copa. Como podéis ver, una minucia si lo comparáis con el inmenso placer que experimentaréis al degustar este vinazo made by Master Alfredo. Y a un precio de poco más de 10 €. ¿Qué más se puede pedir?

Salud y buenos vinos, amigos.

Viña Almate 2012. Frutas del bosque en estado líquido

100% Tempranillo. Tinto Roble con una crianza de 2 a 4 meses en barricas de roble francés azuelado* sin tostar. Viticultura totalmente biodinDSC_0145ámica.

Que alegría estar de nuevo por aquí para recomendaros un vino muy adecuado para estos tiempos en los que nos movemos: óptimo para el tiempo climatológico, puesto que se puede enfriar por debajo de los 15º C sin miedo a cargárnoslo, como para el tiempo económico que estamos sufriendo, porque es un vino con un precio muy correcto, rondando los 7 €.

Descorchemos una botella y catémosla. 

Los componentes del blog innovamos sobremanera a la hora de efectuar la cata de este vino. La realizamos a través de conexión telefónica entre Barcelona y Madrid y fue bastante divertido. Esto es lo que de allí salió. Si algo no es de vuestro agrado las quejas a Graham Bell.

Observamos que al servir el vino en la copa el color es granate con aproximación al tono cereza picota con un marcado borde de color violáceo que se extiende hasta el púrpura.

Fase olfativa: a copa parada predominan los aromas a frutas rojas con algún matiz a frutas negras. Se perciben notas licorosas, golosas y herbales. A copa movida sale a relucir una gran combinación de frutos del bosque y guindas en licor. Es balsámico y herbal y se adivinan toques a toffe. Al final descubrimos matices lácticos y leves notas a pimienta negra fresca. Al olerlo despeja la nariz, como los famosos caramelos.

En la boca sentimos la especificidad frutal que aporta la uva tempranillo con poco tiempo de crianza. Al principio acusamos una acidez y una carga alcohólica muy marcada, y eso que habíamos dejado la botella abierta más de dos horas para que el vino se oxigenara convenientemente. Al probarlo notamos una ligera sensación carbónica. Tiene un paso largo con taninos muy presentes. El final es picante y áspero. Llegados a este punto de la cata pensábamos que el vino tenía una acidez desmesurada pero «hete» aquí que a medida que nos servíamos ésta comenzó a desaparecer. El vino se convirtió en seda, dulzura y frescor, y no hubo forma de parar de beber hasta que la botella quedó presta para el reciclaje. Por tanto, Achtung!, no saquemos conclusiones precipitadas. Hay que darle tiempo para que se exprese como realmente es. Es lo que tienen los vinos orgánicos, que son un poco bipolares. Es un vino vivo, que aunque sea increíble de creer, os prometo que nos llegó a hablar.

Viña Almate 2012Recomendamos acompañar al Viña Almate 2012 con cualquier carne a la plancha o a la piedra, tapa ibérica, queso de oveja, o productos de barbacoa. Tampoco le tiene que ir nada mal a un arrocito sin marisco ni pescado. Hemos concluido que si se degusta sin carne es más ácido y comiendo con él se aprecia la fruta roja con toque licoroso.

Este vino para todos los públicos se lo debemos al enólogo y viticultor Alfredo Maestro Tejedor (Almate proviene de las dos primeras letras de su nombre y apellidos). Éste comenzó plantando viñas en su tierra natal, Peñafiel, hace unos quince años. Hasta hoy sigue en solitario al mando de su bodega homónima en la localidad vallisoletana donde elabora vinos absolutamente biodinámicos desde el principio hasta el fin. La gama suma ya doce vinos que no sólo provienen de esta zona sino también de Ávila y Madrid. Nos gustan todos los que probamos hasta el momento menos La Cosa-The Thing 2012, su vino dulce.

Esperamos que podáis disfrutar de este vino en estos días calurosos en alguna reunión sin pretensiones con los amigos o con la familia, que ahí ya no nos metemos.

Salud y buenos vinos, amigos.

* Azuelado: técnica de regeneración de barricas.