Baboso Negro 2012 y Marmajuelo 2013, una vuelta a los Orígenes

100% Marmajuelo. Crianza de 7 meses con sus propias lías en barricas de roble francés de 228 litros. Producción de 800 botellas.

100% Baboso Negro. Elaborado con un 30% de raspón. Crianza de 12 meses en barricas de roble francés de 228 litros y guarda de 6 meses en botella. Producción de 1.513 botellas.

Nuestros lectores más fieles recordarán que hace unas semanas ya viajamos virtualmente a las Islas Canarias. Hoy volvemos a dirigir la mirada hacía Tenerife, isla que cuenta en su haber con nada menos que cinco denominaciones de origen. Mientras la mayoría del vino tinerfeño, como el que ya os presentamos aquí, está elaborado con las variedades Listán Blanco y Listán Negro, el resto está compuesto de toda una amalgama de uvas con nombres difíciles de pronunciar que daría para confeccionar una tesis doctoral. Con un poco de investigación seguramente descubriríamos muchas equivalencias en variedades más conocidas.

Al contrario que en la Península, en el Archipiélago Canario nunca arrasó la filoxera, por lo que aún en nuestros días nos encontramos muchas cepas con pie franco, una situación inimitable. Los diferentes microclimas, la influencia del Atlántico, y los suelos compuestos de cenizas y rocas volcánicas nos proporcionan vinos destacables que hasta ahora han sido los grandes desconocidos del mapa de la viniviticultura española. Os invitamos a descubrirlos con nosotros.

20051112_0062

Con la de D.O. Ycoden-Daute-Isora no solo debuta una nueva denominación en Vino y se Quedó. También os queremos hablar de dos variedades un tanto desconocidas y delicadas, la Baboso Negro y la Marmajuelo. La primera, también conocida como Albarín Negro o Bruñal, parece tener su origen en Portugal. La Marmajuelo o Bermejuela, cuyo origen se explica en una mutación de la Bermejuela Rosada, es autóctona de Canarias. Situada en el noreste de Tenerife, la denominación recibe su nombre de los dos reinos de la época guanche, Ycoden y Daute, así como de los dominios de la princesa Isora, que según la leyenda habría dado nombre a la comarca. Ignios Marmajuelo BabosoBajo la dirección de Borja Pérez González nació, hace tan solo tres años, el proyecto Ignios Orígenes, cuando el joven aprovechó la oportunidad de comprar unas viñas de Marmajuelo y Baboso Negro. Siguiendo durante años la tradición familiar hoy en día apuesta por la producción integrada, trabajando con un mínimo de sulfuroso. Los vinos de producción minúscula provienen de su finca La Vizcondesa, unas viñas de aproximadamente quince años de edad asentadas sobre suelos franco arcillosos a unos 450 metros sobre el nivel del mar. Ignios rinde homenaje al paisaje único de Canarias; igneous rocks en inglés significa roca volcánica, y ésta misma ilustra las atractivas etiquetas diseñadas por el hermano de Borja.

El Marmajuelo ilumina la copa con un dorado precioso, es limpio y brillante. En nariz es más bien tímido; al rato percibimos notas frescas, algo de pera y miel de naranja. Gracias al trabajo sobre lías, en boca encontramos un vino muy complejo, mantecoso y muy sabroso, pero sin llegar a cansar el paladar. Destacan notas de níspero, y su final salino deja un amargor amable que contrarresta la carga frutal. Sin duda, es un blanco para tomárselo con calma. Este vino acompañará a la perfección un pescado al horno.

Ignios OrigenesMientras el Marmajuelo nos llamó la atención el Baboso Negro realmente nos llegó a sorprender. Cuando lo servimos apreciamos un color rubí con reflejos de color teja que hace parecer a este vino traslúcido más viejo de lo que es. En nariz es muy expresivo, predominando los balsámicos. Además, notamos recuerdos de clavo y de flores marchitas así como un punto licoroso.

Pero la verdadera sorpresa llega en la boca con una entrada muy viva que nos deja una primera sensación de sal y limón que nos recuerda a un margarita. Esa acidez cítrica nos anestesia la lengua y con cada sorbo nos pide más brebaje. Es un tinto fresco y complejo que revela sensaciones diferentes con cada copa que gozamos. Este maravilloso vino formará una pareja perfecta con platos de todo tipo. Nosotros lo tomamos con un jugoso solomillo de cerdo con miel, mostaza y romero al horno, que le iba como anillo al dedo.

Aunque apetezca mucho una escapada a las Islas Afortunadas no hace falta desplazarnos hasta allí para probar estos dos vinazos. Se pueden pedir en la tienda online de vinos Bodeboca. Costará lo suyo guardar alguna botella, pero seguro que valdrá la pena.

Salud y buenos vinos, amigos. 

Señorío de Astobiza 2013, el txakoli que engancha

Coupage de 70% de Hondarribi Zuri, 15% de Petit Courbu y 15% de Gros Manseng. Permanece en la bodega embotellado durante dos o tres meses antes de comercializarse.

En Vino y se Quedó seguimos intentando cumplir con la promesa de dar a conocer todas y cada una de las denominaciones de origen, vinos de pago y vinos de la tierra con los que afortunadamente contamos en España. Es una ingente tarea puesto que son más de ciento treinta, pero es una labor muy gratificante y, sobre todo, provechosa para el espíritu. Hoy se estrena la D.O. Chacolí de Álava-Arabako Txakolina, la más pequeña de las tres denominaciones txakolineras que tenemos en España. Bienvenida.

Y lo hace con un vino cautivador que nos ha hecho cambiar la opinión negativa que teníamos del txakoli hasta el momento. Esta impresión es seguramente injusta, por haber probado pocos y ser una muestra insuficiente. Nos habíamos dejado engañar por los txakolis malotes que se sirven aún en muchas tabernas vascas. El Señorío de Astobiza 2013 son palabras mayores, y le agradecemos mucho que nos haya sacado de nuestro error. Aún estamos aprendiendo. Nunca se conoce todo, aunque parezca que algunos críticos vinícolas se amamantaron con vino, y de chupete usaron un tapón de corcho.

Y también nos ha dado a conocer nuevas uvas que nos han parecido una maravilla de la delicadeza, ya que aportan mucha frescura y suculentos matices. Aún no habíamos probado, al menos conscientemente, las variedades Petit Courbu y Gros Manseng. Ambas tienen su origen en la zona suroeste de Francia, y más concretamente en la Gascuña. Intentaremos seguir profundizando en su conocimiento.

Diseccionando el Señorío de Astobiza 2013 

Este vino ha surgido de un solo viñedo de diez hectáreas ubicado en la localidad alavesa de Okondo (Oquendo en castellano), que posee un singular microclima que ayuda a la perfecta maduración de las uvas. El viñedo, plantado entre 1996 y 2004, cuenta con orientación sur y se localiza en plena montaña de la zona del Valle de Aiala, a unos doscientos metros de altura y a unos diez kilómetros del mar. Los Montes de Bilbao al norte, y la Sierra Salvada al sur, le protegen de las tormentas. El resultado final es un vino moderno que engancha y apetece en cualquier momento.Señorío de Astobiza

Este txakoli es de color amarillo pálido con reflejos verdosos. Muy limpio y brillante. Se hace la boca agua al contemplarlo en la copa.

Al llevarlo a la nariz lo encontramos muy fresco y frutal, destacando los aromas a frutas blancas, como la pera conferencia y la manzana verde, así como las notas cítricas de pomelo. Se adivinan matices de melocotón.

En la boca se expresan todas las particularidades de las variedades de uva empleadas en su elaboración. La entrada es seca, ácida y punzante, con un final a lima y pomelo. Es mineral y sabroso, y deja la boca limpia y muy fresca. Percibimos una sensación aromática y algo amarga al final. Es largo y persistente, además de muy elegante. Es de esos vinos que invitan a pimplarse la botella sin miramientos.

Es ideal para combinar con todo tipo de pinchos como los que se preparan en el norte de España, pero nosotros lo vemos perfecto para tomar junto a sushi y makis. Obviamente, con pescados y mariscos al natural irá muy bien. Para la época del año en la que nos encontramos es un vino excepcional. Perfecto para tomar a la fresca. Nuestro consejo es tener un par de botellitas preparadas porque sólo con una nos quedaremos cortos.

Una bodega que protege el medio ambiente 

En Vino y se Quedó somos partidarios de que a la vez que las bodegas elaboran buenos vinos se preocupen del cuidado del entorno natural que las rodea. Es indispensable que esto sea así. En Señorío de Astobiza han decidido dejar la mínima huella posible en el medio rural contando con la mejor tecnología. Disponen de depuradora y potabilizadora para minimizar el impacto ambiental. Además, Jon Zubeldia y su equipo cuidan de la vegetación de los alrededores del viñedo para que la fauna autóctona no se vea amenazada.

Afortunadamente, cada vez son más los elaboradores de vino que se dan cuenta de que defensa de la naturaleza debe ser una de las prioridades de los trabajos en el campo. Si el campo está vivo y sano la uva lo estará también y el vino resultante será mejor. Es preferible ganar un poquito menos de dinero al año que dejar de ganarlo para siempre. ¿Tanto cuesta entender esto?

La bodega comenzó a rodar en 2006 y es una de las culpables de que el txakoli haya mejorado tanto en los últimos años. Esperemos que os guste y que nos lo hagáis saber con vuestros comentarios. Nosotros lo descubrimos en la tienda online de vinos Bodeboca.

Salud y buenos vinos, amigos.

 

 

 

 

 

 

 

 

Saó Blanc 2012, puro arte, pura tierra, pura vida

Coupage de Garnacha Blanca y Macabeo. Fermentado y criado durante 6 meses en barricas nuevas de roble francés de tostado medio. La añada 2012 tuvo una producción de 3.654 botellas.

Hoy os proponemos un viaje a la localidad ilerdense de la Pobla de Cérvoles para descubrir un gran vino blanco que nos ha hecho pasar grandes momentos de conversación animada y exaltación del amor y la amistad. Se trata del Saó Blanc 2012, una interesante unión de Garnacha Blanca y Macabeo que ha gustado mucho a la totalidad de las personas con las que realizamos nuestra divertida cata. Este inspirador vino se elabora en la comarca de Les Garrigues, una tierra montañosa enclavada en la D.O. Costers del Segre que hace frontera con el Montsant y con el Priorat.   

Probamos este vino como solemos hacer siempre para no dejarnos influenciar por factores externos, sin querer conocer detalles de quién lo elabora, ni cual es su filosofía creadora. Es mejor catar un vino con la mínima información posible para ser completamente honestos y enjuiciarlo justamente. Es muy difícil abstraerse del entorno de un vino a la hora de calificarlo. Por eso desde Vino y se Quedó siempre abogaremos por las catas a ciegas como garantía de que los compadreos entre bodegueros, prensa y guías especializadas no impondrá ningún «punto extra» al vino catado.

Viviendo el Saó Blanc 2012

Nos servimos una copa y descubrimos un bonito color amarillo pálido con destellos verdosos. Es un vino muy limpio y brillante con presencia grasa.

En la fase olfativa sentimos una nariz tímida con notas de pastelería (brioche, mantequillas y natas) que denotan su crianza en madera, así como aromas a frutas cítricas y tropicales. Posee un final juvenil lleno de frescura.

En la boca entra de manera suave, dulce, que hace que apetezca seguir bebiendo. Tiene un paso largo cargado de mineralidad. Es un vino embriagador, graso y untuoso. Su final es seco y deja un buen retrogusto. La fruta y la madera están perfectamente integradas y convierten al Saó Blanc 2012 en un vino imprescindible para estas fechas en las que comienzan a apetecer más los vinos frescos pero que contengan matices.

Saó Blanc 2012

Nosotros aconsejamos que combinéis este vino con arroces, pasta, pescados y platos japoneses y thai, aunque seguro que habrá multitud de platos que le vayan igual de bien y que espero que nos hagáis saber cuando los probéis.

Tierra y vida

Una vez que nos encantó este Sao Blanc 2012 nos pusimos a investigar quiénes están detrás del mismo y nos volvimos a dar cuenta de que se cumple una máxima, cuando un vino es especial es porque detrás de él hay un proyecto que también es especial. No falla nunca. Este vino se elabora en la preciosa bodega Mas Blanch i Jové. Al mando de la nave están la joven Sara Jové y sus padres, los tres encantadores, que heredaron el oficio de los abuelos de Sara, agricultores de la zona apasionados de la tierra y del cuidado del entorno natural, y como no, del vino.

La sensibilidad de los que están detrás de un vino es un valor añadido que siempre se nota cuando uno lo bebe. La pasión por el trabajo bien hecho siempre es percibido por las almas sensibles. Y viceversa; tomen nota señores empresarios que malpagan a sus trabajadores y les tratan como a mercancía, al final sus vergonzosos actos se volverán en su contra. El amor por el entorno de la familia Jové hizo que en 2006 levantaran su bodega integrándola en el seno de la montaña recubriendo las paredes de la misma con piedras extraídas del mismo lugar para no perjudicar el paisaje. El resultado es una bodega bonita, funcional y original.

El arte de Guinovart y el vino

Si el exterior de la bodega es todo un homenaje al entorno natural en el que se enclava, qué decir del interior en el que los dos grandes protagonistas son el arte de Josep Guinovart y el vino. El reconocido artista barcelonés, que nos dejó a finales de 2007, era un enamorado de la naturaleza, de la vida y del vino. Ayudó a la familia Jové a diseñar la bodega y nos obsequió a los futuros visitantes de la misma con un gran mural en el que hizo un homenaje a la esencia del vino y que preside la sala de catas.

Esperamos que disfrutéis con este vino como lo hemos hecho nosotros. Bien fresquito y al aire libre es toda una experiencia que nadie debería perderse. Estamos deseosos de probar el resto de los vinos de esta bodega porque intuimos agradables sorpresas. Nos dicen que el tinto Saó Expressiu es fabuloso aunque está a la espera de la cata definitiva por el tribunal de Vino y se Quedó. Os mantendremos informados.

Disfrutad de lo que queda de Semana Santa los que tengáis la suerte de estar de vacaciones. Los que no hemos tenido esa suerte seguiremos intentando levantar el país. El Atlético de Madrid y el Liverpool están marcando el camino. Después de sus hazañas todo es posible.

Salud y buenos vinos, amigos.

Lovamor 2012. ¡Para beberte mejoooooooor!

100% Albillo. Blanco sin crianza. Viñedos de más de cien años plantados en altura. Suelos arcilloso-calizos. Elaboración natural. Producción limitada a 2.000 botellas.

Aquí estamos de nuevo para hablaros de uno de los vinos blancos más originales que se pueden encontrar en el panorama vinícola español y, posiblemente, mundial. El artífice de esta placentera excentricidad es el vitivinicultor de Peñafiel afincado en Brunete, Alfredo Maestro Tejero, de cuya figura ya os hablamos en un post hace algunas semanas. 

Catando un cuento.

Nada más ver la botella de este original vino todo nos remite al cuento de Caperucita Roja, pero al estilo del chiste aquel, un tanto grosero, que terminaba con la frase del Lobo «¡Cómo ha cambiado el cuento!». Vemos a una Caperucita en tacones besando al Lobo Feroz que ya no parece tan feroz por gracia del amor. Sí, amigos, no veamos zoofilia en una escena que es simplemente eso, amor con mayúsculas, o Lovamor como le gusta a Alfredo Maestro, esa interesante mezcla de la misma palabra en inglés y en español. Nos gusta esta etiqueta, nos hace gracia, y nos remite al hemisferio más friki de nuestro cerebro para recordar la mítica canción de La Orquesta Mondragón, «Caperucita Feroz«, en la que Javier Gurruchaga cantaba aquello de «¡Hola mi amor! soy yo tu lobo, quiero tenerte cerca para verte mejor…». Histórica performance.Lovamor 2012

Lo primero que llama la atención del Lovamor 2012 es su color, un dorado tan viejo que más parece el de un zumo de manzana que el de un vino blanco. Ahí es donde comenzamos a notar que se trata de un vino natural. Su color es limpio y tiene una lágrima preciosa e intensa.

Para los menos versados en las lides de la cata el color podría parecerles anunciador de un vino primitivo, agreste, pero nada más lejos de la realidad. En nariz es fresco y embriagador, toda una ambrosía de olores y matices que van desde la manzana al horno y el brioche, al melón y las notas cítricas, florales y minerales. Es increíble que este vino nos haga sentir recuerdos de pastelería si tenemos en cuenta que no ha pasado por barrica. Ahí se nota el gran trabajo que Alfredo Maestro ha hecho con la Albillo centenaria, a la que ha dejado macerar seis días con sus pieles para que se exprese como realmente es.

La sublimación llega cuando ponemos este néctar en la boca y sentimos que el vino es grasiento, largo, profundo, fresco y vibrante, con una acidez para enmarcar. Aparecen notas de melón maduro, muy bien integradas con las notas cítricas, y un ligero amargor. Pero sobre todo, sabe a uva. Esa conjunción hace de él un vino muy vivo y sensual, de esos que no podemos dejar de beber. Nos sentimos como un César degustando medio recostados este vino que nos saca del concepto tradicional de los blancos.

Pensamos que la mejor mezcla para este vino es una buena compañía humana, unos quesos suaves de calidad, así como pasta con aceite de oliva con esencias y, para los más atrevidos, sushi o comida tailandesa no muy picante.

Recomendamos que se sirva a una temperatura de unos 12º C, ya que más frío hemos observado que pierde muchos de sus matices.

El único pero que le ponemos al Lovamor es la cápsula lacrada que hace difícil su apertura; si uno no es demasiado ducho abriendo botellas puede acabar encontrándose con fragmentos de cera en la copa. Como podéis ver, una minucia si lo comparáis con el inmenso placer que experimentaréis al degustar este vinazo made by Master Alfredo. Y a un precio de poco más de 10 €. ¿Qué más se puede pedir?

Salud y buenos vinos, amigos.

Albariñeando con Xurxo Alba

Como anunciamos hace unos días en el último post hoy continuamos relatando nuestro viaje por Galicia y las peripecias «vinícolas» que allí vivimos. En esta segunda parte os invitamos a que nos acompañéis a las inmediaciones de Cambados para visitar al gran Xurxo Alba Padín en su bodega Albamar. Pasen y vean.Xurxo Alba Padín

No teníamos el gusto de conocer personalmente a Xurxo hasta el día en que nos aventuramos por la bodega familiar que dirige en Castrelo, localidad que se encuentra situada en el concello de Cambados, muy cerca de O Grove y frente a la isla de La Toja. Decidimos hacerle una visita, casi una encerrona, porque a Doreen le gusta más visitar bodegas que a un gorrino un charco. Es de la opinión de que detrás de los vinos que tienen alma hay una persona que se la transmite. Y amigos, creo que tiene toda la razón del mundo, los vinos son una prolongación de la personalidad de quienes los crean. Tal vez por eso no tenemos una sección sobre vinos desalmados, aquellos realizados en serie por personas que sólo buscan ganar dinero rápido vendiendo vinos aunque les daría igual si lo que vendieran fuera ropa, televisores o tuercas. Como iba diciendo, la persuasión de Doreen nos condujo directamente desde la playa de La Lanzada a la bodega sin ni siquiera pasar por la casa en la que estábamos alojados. Allí nos encontramos con Xurxo, que nos hizo un «rally» por sus viñedos a bordo de un utilitario japonés de tres puertas cuyo maletero tenía más vinos que muchas tiendas. Allí cupimos Xurxo Alba, los miembros del interesante blog Rumbovino, y los integrantes de Vinoysequedo.com. Cinco personas como sardinas en lata. Los que ocupábamos los asientos delanteros del coche necesitábamos que quienes se sentaban detrás nos acercaran el cinturón de seguridad al no podernos mover en el cubículo. Mientras nos desplazábamos por los bellos viñedos de Albamar a mí me venía constantemente a la cabeza la canción «Que difícil es hacer el amor en un Simca 1000» de Los Inhumanos, no me pregunten por qué.Albariñeando Continuar leyendo «Albariñeando con Xurxo Alba»

Tres días en Viña Mein sintiendo el corazón del Ribeiro

Después de varias semanas sin aparecer por este oasis de paz y tranquilidad que nos protege de las inclemencias vitales que nos están tocando sufrir en los últimos tiempos, aparecemos con el ánimo tocado aunque no derrotados aún. La culpa de la tardanza en publicar este nuevo post se ha debido a que hemos pasado unos días de vacaciones por tierras gallegas, que esperamos poder plasmar convenientemente en este espacio, y a cuestiones personales que están lastrando nuestra actividad. Os pedimos disculpas por haberos tenido un poco abandonados en los últimos tiempos. Intentaremos que no vuelva a ocurrir.

Como decíamos más arriba Vinoysequedo.com ha pasado unos días recorriendo las provincias de Orense y Pontevedra con incursiones en las de La Coruña y Lugo en busca de inspiración y de tranquilidad. Han sido días intensos y ciertamente gratos, con la suerte añadida de contar con un tiempo estupendo que debiera servir para comenzar a acabar con el tópico de que en Galicia casi siempre está lloviendo. Pues bien, en once días de viaje no llovió ni una sola vez y las temperaturas diurnas no bajaron de los 30º C. Solamente perdimos de vista el sol el día que nos acercamos a Santiago de Compostela que nos recibió con un manto gris, que por otra parte es el que casi siempre hemos encontrado en la capital gallega.

La estancia en el Casal que Viña Mein tiene junto a la bodega y que podéis observar en las fotografías que ilustran esteAlojamiento Rural reportaje cerró nuestro viaje por Galicia. Allí buscábamos descanso y refugio después de jornadas hiperactivas llenas de experiencias sensacionales en las que conocimos a entrañables locos del vino que os presentaremos adecuadamente en próximas entregas. A Viña Mein llegamos una tarde soleada y muy calurosa y fuimos recibidos por Serafín, que es la persona que dirige la acción en las viñas con mano precisa y mucho arte. Sera es un tipo afable y hablador que cuida con mimo un viñedo espectacular que tiene «como los chorros del oro». Su padre, Ricardo, al que no tuvimos el placer de conocer pues estaba de vacaciones, es el encargado de la bodega, y su mujer, la simpática e hiperactiva Cristina, es quien dirige la casa rural, que es un pazo en toda regla. Casi toda la familia está empleada en esta bodega. No son los dueños de la misma pero la dotan de un calor y de una normalidad que uno se encuentra allí como en su propia casa.Casa Viñedo Continuar leyendo «Tres días en Viña Mein sintiendo el corazón del Ribeiro»

Carisma 2012. Uno de los vinos más altos de España*

Coupage de uvas Gewürztraminer y Riesling realizado tras la fermentación en depósitos de acero inoxidable. Reposo durante 5 meses en contacto con sus lías antes del embotellado.

Esta semana nos proponemos levantar el ánimo al personal intentando quitar complejos a muchos que estos días nos cansan diciendo continuamente lo bien que hacen todo los alemanes y lo mal que lo hacemos nosotros. Los alemanes hacen muchas cosas bien, pero los españoles también las hacemos muy bien como queda demostrado con el vino que hoy os presentamos. Los creadores del mismo han sido capaces, partiendo de unas uvas de origen alemán (ahora esa zona es francesa, cosas de las malditas guerras), de elaborar un vino que en nuestra opinión mejora los vinos alsacianos.

Este vino ejemplar tiene su origen en un viñedo de cerca de una hectárea de extensión en el que se cultivan al 50% ambas variedades de uvas germánicas situado a unos 1200 metros de altura en plena sierra de Sant Joan, en la localidad de Montanisell, ubicada en la comarca ilerdense del Alt Urgell. Estamos hablando de un viñedo único que está enclavado en la alta montaña pirenaica, siendo uno de los más altos de la Península Ibérica y, por ende, uno de los más altos de Europa.Carisma

Catando este pivot de los vinos.

Al contemplar el vino en la copa apreciamos una intensidad de color muy leve, un tono amarillo muy pálido. Pero que nadie saque conclusiones precipitadas porque estamos ante un caldo con mucho vigor y personalidad.

Metemos la nariz en la copa y descubrimos toda una compleja declaración de intenciones: aparecen notas de frutas blancas mezcladas a la perfección con toda una sinfonía de frutas con hueso, destacando los aromas a melocotón y ciertos recuerdos a lichis. También apreciamos toques a frutas cítricas y notas a azahar.

En la boca sentimos rápidamente una cierta acidez cítrica (pomelo y limón) y mineral, seguida de una sensación de efervescencia, aunque no estamos hablando de un vino con aguja. Esa mineralidad aporta un toque salino que atempera la acidez haciendo que el vino se muestre muy equilibrado. Se trata de un vino con mucha personalidad que llena la boca y apetece masticar. Su complejidad nos lleva a la conclusión de que es un vino fresco aunque no exento de un final largo y muy agradable.

Recomendamos su consumo acompañando desde un foie, a pescados al horno o a la plancha como la lubina, la dorada o el salmón. A nosotros nos encantó el Carisma 2012 con estas sugerencias gastronómicas, aunque a lo mejor también ayudó mucho hacerlo sentados en la terraza contemplando una maravillosa puesta de sol con reflejos de multitud de colores sobre el Tibidabo. Pero si no tenéis esta posibilidad no os preocupéis porque el vino es una pasada tomado en el lugar que sea.

Los bodegueros de Montant i Ssell, cuyo precursor fue Carles Ribes Masana, que plantó la primera viña con estas variedades de uva en su pueblo, han demostrado que se puede hacer un gran vino al estilo alsaciano en España y, sobre todo, que éste puede ser mejor que el realizado en aquellas tierras germánicas. La moraleja es clara aunque puede que un poco oportunista por nuestra parte: podemos hacer, y de hecho hacemos, muchas cosas muy bien; dejemos de hacer lo que hacemos mal y centrémonos en nuestro gran potencial en casi todos los sectores. Sólo así podremos comenzar a salir de este agujero en el que nos han metido los «más listos del lugar» aconsejados por los «más listos» de Alemania.

Salud, y buenos vinos amigos.

* Hemos cambiado el título del artículo al descubrir que hay vinos en España que se cultivan a mayor altura que éste, como, por ejemplo, los que elaboran en Bodegas Barranco Oscuro en las Alpujarras granadinas o en distintas bodegas de las Islas Canarias. Os pedimos disculpas por los perjuicios que os hayamos podido ocasionar.

Entrechuelos Chardonnay 2011. El blanco con duende jerezano

100% Chardonnay. Vendimia seleccionada usando gas inerte. Maceración prefermentativa a 8ºC durante 24 horas en depósito inertizado en CO2. Prensado en frío. Fermentado con levaduras seleccionadas a 17ºC durante 16 días.

En esta nueva entrada del blog queremos presentaros uno de los mejores vinos blancos que hemos tenido el placer de probar en los últimos tiempos y a un precio irresistible, rondando los 5 €.

Este maravilloso vino lo degustamos por primera vez en uno de los mejores restaurantes de Jerez de la Frontera, La Posada, gracias a la recomendación que nos hizo su dueño, José María, Pepe para los amigos. Fue tan rotundo en su buena opinión acerca de este caldo que no pudimos resistirnos a acompañar con él unas ensaladas y pescados espectaculares. Y no se equivocaba el restaurador. El vino es sencillamente increíble. En relación calidad-precio es de lo mejor del mercado.

Pepe nos lo sirvió bastante frío y creemos que acertó de pleno. Por mucho que digan algunos entendidos hay vinos blancos a los que les va a la perfección una temperatura baja, sobre todo si uno está en Andalucia a 40ºC y le apetece tomar una copita para acompañar a las buenas viandas de la tierra. Así el vino tarda más en calentarse en la copa y podemos disfrutar de toda su frescura y cualidades. Para nosotros no hay nada más imbebible que un vino blanco o una cerveza calentorros.

Catando el Entrechuelos Chardonnay 2011.

Al servirlo vemos que tiene un intenso y precioso color amarillo pajizo sin irisaciones de ningún tipo. Ese colorido nos incita a su degustación, porque la belleza exterior, no nos engañemos, nos provoca seguir adelante para descubrir si el interior va en consonancia con esa promesa externa. Y vaya que sí. A copa parada olfateamos y descubrimos mucha frescura y una gran cantidad de fruta golosa que se acentúan al airear la copa. Aparecen los toques cítricos, naranja y pomelo, las intensas notas a frutas tropicales, como piña, mango y maracuyá, ciertas notas florales, así como el frescor tan característico del heno recién cortado que aparece en los vinos blancos de esta variedad.

En boca es una delicia. Se acerca a la amplitud. La frescura golosa de la fruta nos llena toda la boca. Es un vino suave pero con mucha presencia, redondo y muy bien equilibrado, con la acidez justa. Por ello lo vemos muy adecuado para acompañar pescados blancos al horno, pastas, arroces, ensaladas, steak tartar, o unas frituras andaluzas y unas tapas en la barra de una buena taberna echando un ratito con los amigos. Entrechuelos 2011

La autoría de este sensacional blanco, así como de los otros seís vinos que se elaboran en las Bodegas Entrechuelos, es de Miguel Domecq y de su equipo de profesionales de esta moderna bodega ubicada en plena campiña jerezana, en unas tierras privilegiadas trabajadas en los últimos años para intentar recuperar la vieja tradición de los vinos tranquilos de Jerez antes de que llegara la moda de los vinos generosos que hizo que se arrancaran muchas vides tradicionales para plantar la uva palomino y saciar la gran demanda existente en toda Europa hace unos tres siglos. A mediados del siglo XVII y principios del XVIII se decía que los vinos tranquilos de Jerez eran los mejores del mundo.

Miguel Domecq pertenece a la famosa familia de bodegueros de origen francés establecida en Jerez hace casi tres siglos. Suponemos que el hecho de que su antigua empresa esté en manos de una multinacional hizo que el bodeguero emprendiera el vuelo en solitario para poder realizar su labor sin injerencias externas. Ha creado una bodega muy moderna en un paraje singular, ideal para la creación de vinos. Lo más bonito del asunto es que las viñas del Cortijo de Torrecera están rematadas por la famosa torre almohade del mismo nombre levantada en el siglo XI, y que se puede ver en la etiqueta del vino. Para los que somos amantes de la historia es otro aliciente más para acudir al lugar y degustar un gran vino recordando nuestro pasado andalusí y nuestra formidable y variada historia.

Brindamos con todos vosotros con la esperanza de que las cosas mejoren. Muchos ánimos para todos. Beber vino de manera moderada puede ayudar a ver la vida de una manera menos cruda. Eso sí, no pidamos milagros, al día siguiente nuestros dirigentes políticos y los poderes fácticos y económicos seguirán ahí. ¿O tal vez no?

Salud y buenos vinos, amigos.

Maneki 2011. Bienvenidos al territorio de la Albarín blanco

100% Albarín blanco. Crianza sobre lías. 2 meses envejecido en barricas de roble francés.

En esta nueva entrada del blog nos acercamos a un vino singular ya que está hecho con una uva «en peligro de extinción», al igual que lo están el lince ibérico, el progreso y la honradez. Esta uva es la Albarín blanco, variedad originaria de nuestra querida Asturias, aunque puede encontrarse, como en el caso que nos ocupa, en la provincia de León, además de en algunas zonas de Galicia. Para evitar susceptibilidades territoriales tenemos que decir que también queremos mucho a esos otros territorios en los que tantos buenos momentos hemos pasado. Además a esta uva se la puede denominar Raposo o Blanco Verdín dependiendo de la zona geográfica en la que se encuentre. Los menos avezados en viticultura, entre los que sin duda nos encontramos, pueden confundirla con la Sauvignon Blanc por su parecido físico. Su sabor es similar al de la Moscatel.

El Maneki lo descubrimos hace unos días en una improvisada cata familiar gracias a los amigos de Bodegas Tampesta que tuvieron a bien hacernos llegar varias botellas de su producción, entre los que estaba este blanco ejemplar. Fue, como señala el nombre del vino (maneki significa «bienvenido» en japonés), toda una bienvenida alegre a una uva desconocida por nosotros hasta el momento, y que esperemos no descuidar a partir de ahora. Las cuatro personas que degustamos este vino quedamos encantados con él y con ganas de seguir degustandolo cuando se acabó la botella.Maneki 2011

Cata a grandes rasgos del Maneki 2011.

Cuando lo servimos en la copa contemplamos con mucho agrado la intensidad y vida que transmite a través de un intenso color amarillo pajizo transparente. Aunque los bodegueros recomiendan que se consuma a 13º tenemos que reconocer que nos gustó más con unos grados menos. Tras airearlo unos momentos en la copa nos lo acercamos a la nariz y descubrimos todo un abanico de aromas frutales donde predominaban los toques a frutas tropicales, a frutas blancas y a frutas de hueso, así como notas florales que aportaban mucho frescor. En boca corroboramos que este vino es toda una declaración de amor a las frutas golosas y frescas que tantos momentos gloriosos nos han aportado durante esos veranos de antaño cobijados bajo la parra del patio para evitar los intensos calores mesetarios. Desde el momento en que este vino se acerca a nuestro paladar nos congratulamos de su buen equilibrio debido a su justa acidez. Se podría decir que es un vino afrutado que contiene una ligera sequedad y un leve amargor que lo convierten en un vino apto para todos los públicos.

Nosotros lo tomamos junto a un queso gouda añejo que lo complementaba a la perfección, pero también lo recomendamos para acompañar pescados blancos al horno, almejas a la marinera, pollo asado y foie.  

Felicitamos a Bodegas Tampesta por la segunda añada de este gran vino que esperemos que continúe por esta senda con la nueva añada que está muy próxima a salir al mercado, así como por apostar por una variedad de uva autóctona del noroeste español que ojalá se recupere en la zona y cada vez se hagan más vinos de calidad con ella.  En algunos aspectos nos ha recordado a algunas de las uvas con las que se crean los vinos gallegos, pero hemos percibido notas distintivas propias que consideramos perfectas para apostar por crear vinos con crianza, ya que la Albarín, debido a sus especificidades, es muy adecuada para el envejecimiento. A los integrantes del blog nos gustan mucho los Moscatel con crianza, y creemos que la uva Albarín puede conseguir metas parecidas a ésta.

No esperéis más y dejaos seducir por la frescura frutal, nada empalagosa, de este buen vino confeccionado en la localidad leonesa de Valdevimbre. ¡Bienvenidos al club! como diría nuestro añorado Andrés Montes, otro gran amante de los pequeños placeres que nos procura la vida de vez en cuando.

Salud y buenos vinos, amigos.

Calvente Guindalera Blanco 2011. Sequedad y frescor a partes iguales

Calvente Guindalera Blanco 2011. 100% Moscatel de Alejandría. Crianza en depósito en sus lías finas. Bodegas Horacio Calvente.

A la memoria de Juan Legaza que hizo conocer este vino a Doreen, y que nos ha dejado para siempre. Descansa en paz, amigo.

Aquí estamos de nuevo después de un breve impasse veraniego. Y lo hacemos para recomendaros un excelente vino blanco para estos últimos días de calor que desafortunadamente parece que nos quedan.  Se trata de un vino granadino que hará las delicias de cualquiera que busque un caldo original y lleno de matices para compartir en un día especial con los seres queridos y los amigos.

Al ponerlo en la copa destaca su brillante y bonito tono amarillo suave que al ser servido a su temperatura ideal, a nosotros nos gustó mucho a unos 6ºC, deja unas tonalidades y unos brillos que invitan a degustarlo rápidamente. En nariz nos provoca muchas sensaciones de frescor con preeminencia de matices frutales y florales que nos recuerdan a esos amaneceres cuando el campo está aún mojado por el rocío y desprende toda esa espectacular amalgama de olores frescos que nos reconcilian con el mundo. Cuando lo probamos en boca, al principio notamos su sequedad, que al momento queda atemperada por un gran frescor y un inconfundible sabor a uva moscatel de Alejandría de la que está hecho. El que suscribe también detectó sutiles toques a azahar o a naranja en la parte final de la cata. Es un vino muy equilibrado puesto que se integran a la perfección la sequedad, la acidez y el dulzor que aporta la uva.

Como somos de la opinión de que los vinos hay que acompañarlos siempre de comida para que ganemos en sensaciones y sobre todo podamos beberlos sin que nos hagan daño, creemos que este caldo es  perfecto para cualquier aperitivo de pescado o marisco, así como de foie y quesos fuertes, o para acompañar un buen arroz o un plato de pasta. Pero seguro que a vosotros se os ocurrirán muchas más combinaciones.

Bebiendo este colosal vino nos han entrado ganas de viajar a las tierras de Granada para reencontrarnos con el antiguo reino nazarí y su bella naturaleza, y sentir cantar a los gitanos acompañados de esas guitarras que parecen brotarles de los dedos con esos ritmos flamencos que parten el alma elevándonos a estados de conciencia mágicos. Todo ese universo debe ser increíble mientras nos bebemos una botellita de Calvente Blanco.

Hasta la próxima. Nos vamos a abrir una botella de este gran vino y a releer algunos versos del poeta granadino por excelencia, que en una ocasión llegó a decir, «me gustaría ser todo de vino y beberme yo mismo«. Sí, amigos, el genial Federico García Lorca. A vuestra salud.

PD: Mucha suerte a los que estéis en este momento enfrascados en la vendimia de este año. De vuestro buen hacer resultarán nuestras alegrías futuras. Ánimo.