Baboso Negro 2012 y Marmajuelo 2013, una vuelta a los Orígenes

100% Marmajuelo. Crianza de 7 meses con sus propias lías en barricas de roble francés de 228 litros. Producción de 800 botellas.

100% Baboso Negro. Elaborado con un 30% de raspón. Crianza de 12 meses en barricas de roble francés de 228 litros y guarda de 6 meses en botella. Producción de 1.513 botellas.

Nuestros lectores más fieles recordarán que hace unas semanas ya viajamos virtualmente a las Islas Canarias. Hoy volvemos a dirigir la mirada hacía Tenerife, isla que cuenta en su haber con nada menos que cinco denominaciones de origen. Mientras la mayoría del vino tinerfeño, como el que ya os presentamos aquí, está elaborado con las variedades Listán Blanco y Listán Negro, el resto está compuesto de toda una amalgama de uvas con nombres difíciles de pronunciar que daría para confeccionar una tesis doctoral. Con un poco de investigación seguramente descubriríamos muchas equivalencias en variedades más conocidas.

Al contrario que en la Península, en el Archipiélago Canario nunca arrasó la filoxera, por lo que aún en nuestros días nos encontramos muchas cepas con pie franco, una situación inimitable. Los diferentes microclimas, la influencia del Atlántico, y los suelos compuestos de cenizas y rocas volcánicas nos proporcionan vinos destacables que hasta ahora han sido los grandes desconocidos del mapa de la viniviticultura española. Os invitamos a descubrirlos con nosotros.

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Con la de D.O. Ycoden-Daute-Isora no solo debuta una nueva denominación en Vino y se Quedó. También os queremos hablar de dos variedades un tanto desconocidas y delicadas, la Baboso Negro y la Marmajuelo. La primera, también conocida como Albarín Negro o Bruñal, parece tener su origen en Portugal. La Marmajuelo o Bermejuela, cuyo origen se explica en una mutación de la Bermejuela Rosada, es autóctona de Canarias. Situada en el noreste de Tenerife, la denominación recibe su nombre de los dos reinos de la época guanche, Ycoden y Daute, así como de los dominios de la princesa Isora, que según la leyenda habría dado nombre a la comarca. Ignios Marmajuelo BabosoBajo la dirección de Borja Pérez González nació, hace tan solo tres años, el proyecto Ignios Orígenes, cuando el joven aprovechó la oportunidad de comprar unas viñas de Marmajuelo y Baboso Negro. Siguiendo durante años la tradición familiar hoy en día apuesta por la producción integrada, trabajando con un mínimo de sulfuroso. Los vinos de producción minúscula provienen de su finca La Vizcondesa, unas viñas de aproximadamente quince años de edad asentadas sobre suelos franco arcillosos a unos 450 metros sobre el nivel del mar. Ignios rinde homenaje al paisaje único de Canarias; igneous rocks en inglés significa roca volcánica, y ésta misma ilustra las atractivas etiquetas diseñadas por el hermano de Borja.

El Marmajuelo ilumina la copa con un dorado precioso, es limpio y brillante. En nariz es más bien tímido; al rato percibimos notas frescas, algo de pera y miel de naranja. Gracias al trabajo sobre lías, en boca encontramos un vino muy complejo, mantecoso y muy sabroso, pero sin llegar a cansar el paladar. Destacan notas de níspero, y su final salino deja un amargor amable que contrarresta la carga frutal. Sin duda, es un blanco para tomárselo con calma. Este vino acompañará a la perfección un pescado al horno.

Ignios OrigenesMientras el Marmajuelo nos llamó la atención el Baboso Negro realmente nos llegó a sorprender. Cuando lo servimos apreciamos un color rubí con reflejos de color teja que hace parecer a este vino traslúcido más viejo de lo que es. En nariz es muy expresivo, predominando los balsámicos. Además, notamos recuerdos de clavo y de flores marchitas así como un punto licoroso.

Pero la verdadera sorpresa llega en la boca con una entrada muy viva que nos deja una primera sensación de sal y limón que nos recuerda a un margarita. Esa acidez cítrica nos anestesia la lengua y con cada sorbo nos pide más brebaje. Es un tinto fresco y complejo que revela sensaciones diferentes con cada copa que gozamos. Este maravilloso vino formará una pareja perfecta con platos de todo tipo. Nosotros lo tomamos con un jugoso solomillo de cerdo con miel, mostaza y romero al horno, que le iba como anillo al dedo.

Aunque apetezca mucho una escapada a las Islas Afortunadas no hace falta desplazarnos hasta allí para probar estos dos vinazos. Se pueden pedir en la tienda online de vinos Bodeboca. Costará lo suyo guardar alguna botella, pero seguro que valdrá la pena.

Salud y buenos vinos, amigos. 

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