100% Merlot. 16 meses en barricas de roble francés. Fermentación con control de temperatura y larga maceración en frío. Elaboración ecológica. Vendimiado a mano. 12.000 botellas. Comercio justo.
Esta semana hemos descubierto, gracias a la inestimable ayuda de Pablo, de la tienda Verema i Collita de Barcelona, un vino de autor de una zona de España que no teníamos presente en materia vinícola por puro desconocimiento y por la dificultad de encontrar vinos de esta procedencia fuera de la provincia de Castellón y regiones colindantes.
Sí, amigos, nos hablan de Castellón y, por desgracia, nos viene a la memoria un señor chulesco con gafas oscuras que se lo llevaba muerto con el aplauso de muchos ciudadanos que ahora se rasgan las vestiduras, ese mismo señor al que le tocaba la Lotería de Navidad año tras año, la hija de ese elemento insultando a los desempleados de este país, un aeropuerto sin aviones, y «cutradas» por doquier que adornaron el paisaje de la provincia y también de la Comunidad Valenciana en los últimos tiempos.
Teníamos que reconciliarnos con lo bueno que hay en Castellón y lo hemos comenzado a hacer con lo que más cerca nos queda, un vino destacado que es presagio de que esta bodega debe de tener otros tesoros escondidos a la espera de que lleguemos con el sacacorchos en ristre.
Cata de un vino de la Plana Alta que es todo menos plano
Para situarnos perfectamente en el origen de este vino tenemos que explicar que el nombre del mismo proviene de un asentamiento romano que se encontró no hace demasiados años en plena Vía Augusta a su paso por la comarca de la Plana Alta de Castellón, donde se ubica la bodega en la que se elabora este vino.
El ILDVM Merlot 2011 tiene un potente color granate con ribete rosa oscuro, y es de capa media.
En la nariz no es muy intenso aunque sí muy agradable. Percibimos frutas rojas maduras, notas al aliño de aceitunas y encurtidos, plantas aromáticas de monte bajo que le dotan de un gran carácter balsámico y, finalmente, matices especiados picantes.
En la boca es fruta roja silvestre por doquier y, a medida que el vino se va abriendo y oxigenando, aparecen las notas especiadas, chocolate negro, y moca. Es un vino largo y con mucha personalidad que requiere servirse a una temperatura de unos 17º C en invierno y de unos 15º C en verano para que se exprese como realmente es, y notemos como se suaviza y se redondea en la boca.
Tiene una acidez perfecta para acompañar a todo tipo de asados y guisos de carne y de legumbres, así como a quesos curados.
Nos ha gustado la propuesta de Bodegas Castillo de la Duquesa, situada en la localidad de Benlloch, que no sólo elabora vinos desde hace cinco generaciones en esta zona de Castellón, sino que también los hace en la zona de Ribera del Duero, y en la demarcación de Vinos de Castilla y León. El enólogo responsable del vino que hoy os recomendamos es José Luís Sánchez, al que a partir de ahora seguiremos para probar sus otras criaturas.
Un último apunte antes de la despedida
Aunque pueda parecer algo menor, somos de la opinión de que las etiquetas de las botellas de vino son muy importantes para acercar este producto al consumidor. La del ILDVM Merlot 2011 nos ha gustado mucho porque aparte del diseño, colorista y muy claro, cuenta con una parte trasera que explica a la perfección las características del vino y los datos más importantes para que el comprador se haga una idea muy ajustada a la realidad de cómo es el vino que compra.
Fuentes bien informadas nos apuntan que la bodega habría cambiado la etiqueta de este vino y podría haber eliminado la ficha explicativa que tanto defendemos, puesto que sirve para hacer cantera de seguidores de este apasionante mundo. Sería una pena si las nuevas etiquetas no contasen con esa faceta explicativa.
Demandamos al resto de bodegueros más notas aclaratorias en la parte posterior de las etiquetas de las botellas porque de esta manera también ayudan a dotar de personalidad a los vinos, aunque ésto parece una batalla perdida de antemano.
Salud y buenos vinos, amigos.