Viña Zorzal Garnacha 2014, un tinto navarro muy amable

100% Garnacha de viñas viejas situadas a 490 metros de altura en Fitero. Vino joven. Vendimia manual. Fermentación alcohólica en depósitos de acero inoxidable. Clarificado y filtrado suavemente sin estabilizar. Viticultura biológica.

Antes de tomarnos unos días de vacaciones queremos dejaros con un buen sabor de boca al presentaros la nueva añada de un vino que desde nuestro punto de vista hasta ahora no había sacado todo su potencial. Y que potencial. Se trata de un tinto joven navarro que tiene tantos matices en todas las fases de la cata que no parece un vino joven. Pero a fe que lo es. Es un chaval que tiene tan buenos genes que ha salido todo un hombretón muy bien formado en todos los aspectos.

En Vino y se Quedó lo catamos cuatro personas y quedamos impresionados porque no esperábamos tanta evolución en tan pocas añadas desde nuestra primera vez con él, y lo redondo que es en la actualidad. Es un vino que crea afición y que gustará a todo el mundo. Por si esto no fuera suficiente, tiene un precio espectacular que le hace un vino democrático al alcance de todos los bolsillos. Es un vino que si lo probara nuestra chavalada nacional es posible que empezará a cambiar de gustos en el ámbito del bebercio.

No esperemos más, entremos en detalles

Este Viña Zorzal Garnacha 2014 es muy bonito tanto en su diseño exterior, con una etiqueta elegante a la par que divertida, como en su color cuando es servido en la copa: muy limpio, con un tono picota de capa media con ribete juvenil.

Viña Zorzal Garnacha 2014

Al acercarlo a la nariz sentimos que se trata de una Garnacha de libro en el que predominan por doquier los aromas a frutas silvestres muy frescas y vivaces, seguidas de notas dulces y achocolatadas. A los 4 Fantásticos nos pareció muy sensual y seductor a la vez que ligero.

En la boca tiene una entrada picante y amarga muy sugestiva. Empieza el festival de sabores. En primer término aparecen los frutos rojos ácidos combinados con los toques a chocolate negro y a aceitunas negras y recuerdos de laurel. Todo esto combinado con un tanino dulce que nos alucina. Es de paso largo con un final amargo y cuenta con un postgusto persistente. ¿Y de acidez qué tal va? Pues maravillosamente. Es una acidez marcada pero integrada como si fuera la pieza final que encaja en el puzzle.

Este vino es para consumir por encima de nuestras posibilidades, aunque haya que hacerlo con moderación para que no se nos mosqueen las autoridades sanitarias, combina estupendamente con todo tipo de comidas y no cansa si uno lo bebe sin nada que echarse a la boca. Nosotros, que somos unos echaos pa’ lante lo tomamos acompañando unos gambones a la plancha y unas almejas a la Conchi, mi señora madre, que te hacían saltar las lágrimas de pura emoción. Y este tintazo no se resintió en ningún momento sino que se vino arriba cual morlaco bravo en el castigo. A los puristas les acaba de dar un infarto o dos en este momento. Gente de poca imaginación.

Aproximándonos a Viña Zorzal

Es importante el conocimiento de las personas que hacen los vinos para entender mejor a éstos. Hay veces que tomamos un vino que nos gusta mucho y su creador es imbécil, pero por lo general no suele fallar que los vinos bien hechos suelen tener buenas gentes detrás. En este caso, conocemos algo a los «zorzales» y hay que decir que son tipos normales que han decidido seguir los pasos de su padre que hace más de veinticinco años puso en marcha la bodega familiar. Con mucho compromiso los tres hermanos se han embarcado en el viaje de recuperar las variedades navarras para hacer con ellas vinos lo más naturales posibles y que dejen claro cuál es su origen. En poco tiempo los Zorzalbrothers han logrado que sus pájaros vuelen por todo el mundo.

Esta familia de viticultores navarros tienen su cuartel general en la bonita localidad de Corella y en Fitero la gran joya de la corona, el viñedo de Garnachas viejas que tantos buenos momentos nos va a hacer pasar. El que tenga la posibilidad que no dude en visitar la zona y dejarse mimar por nuestro vino de esta semana de Viña Zorzal, porque como ellos mismo dicen su pretensión al elaborar vinos es making friends!!!

Salud y buenos vinos, amigos.

 

 

 

Ziries 2011. El vino con alma de taifa

100% Garnacha. Crianza de 12 meses en barricas de roble francés de 500 litros con menos de 3 años de uso. Agricultura biodinámica. Vino Orgánico.

Esta semana os presentamos un vino toledano que probamos hace unos cuantos días cuando el calor aún no apretaba como lo está haciendo en las últimas fechas y no había que hacer malabarismos para mantener el vino a una temperatura idónea para no cargarnos el trabajo que con tanto mimo había realizado el equipo que forma esta bodega.

El Ziries 2011 es un vino de un brillante color rojo rubí que baña toda la copa aportando una sensación de frescor, viveza y alegría.

En nariz aparece toda la expresividad de las garnachas silvestres de cepas de más de cuarenta años empleadas en la elaboración de este tinto, que se traduce en una fuerte presencia de aromas a frutas rojas silvestres, como la fresa ácida, y notas de cereza pequeña, suaves toques mentolados y a paja recién cortada, así como notas salinas y cítricas.

Cuando llevamos el vino a la boca volvemos al recuerdo de los matices ya descubiertos en la fase olfativa plenos de frescura y acidez bien entendida y, a la larga, descubrimos notas contundentes a pimienta negra y a chocolate negro amargo. Es un vino que combina a la perfección la frescura y acidez de las uvas con el paso por barrica que se ha realizado con maestría para aportar finura y matices golosos y especiados al resultado final. Se ha empleado la madera para lo que debería emplearse siempre, como complemento. Ni más ni menos.DSC_0015 (2) copyEl maridaje perfecto para este vibrante vino son guisos y estofados, así como platos de caza. Este tinto se elabora con uvas procedentes de las localidades de Cuerva y San Pablo de los Montes, próximas a los Montes de Toledo, lugar óptimo para probar la gastronomía vinculada a la caza.

Os sugerimos la necesidad de decantar el vino antes de su consumo; si ésto no fuera posible, oxigenar durante bastante tiempo en la copa, ya que nada más abrir la botella se advierte, debido a su proceso orgánico de elaboración, un toque animalesco, que pasa a mejor vida al rato de la decantación.

Hagamos un poco de Historia. 

Muchos de vosotros os estaréis preguntando de dónde demonios ha salido el nombre de este vino. Pues bien, hace referencia a la familia de los ziríes que fueron una dinastía bereber cuyo origen estaría en las montañas de la región de la Cabilia, en la actual Argelia. Una rama de esta familia, liderada por Zawi ben Zirí, partió hacia la Hispania musulmana (al-Ándalus) y allí sirvieron como tropas mercenarias en el ejército de Almanzor, caudillo de al-Ándalus. Más tarde, en el año 1013 fundarían el reino de la Taifa de Granada tras la desintegración del Califato de Córdoba.

Nuestra teoría del porqué los amigos de Bodegas Lobecasope han apostado por este nombre como seña de identidad de su bodega es en realidad una doble teoría. Por un lado, pensamos que han querido dejar claro que son un «reino independiente» dentro del actual mundillo del vino patrio, y de ahí que no se hayan querido circunscribir a ninguna Denominación de Origen o Consejo Regulador, manteniendo su libertad de movimientos e independencia. Por otra parte, podrían haber apostado por esta nomenclatura por la consabida apuesta que hicieron los ziríes por la belleza, el buen gusto y la vida hedonista que representa a la perfección la dicha de disfrutar de un buen vino. Esperemos haber acertado en alguna de estas teorías. De no ser así, esperamos que Flequi o cualquiera de sus cinco compañeros de bodega nos lo aclaren en cualquier momento. A este espacio les remitimos.

A la espera de desentrañar el misterio os dejamos hasta el próximo post degustando una copa de Ziries 2011.

Salud, y buenos vinos, amigos.         

Negre de Negres 2008. Mami qué será lo que tiene «el negro»

Coupage de Garnacha, Cariñena, Cabernet sauvignon, Syrah y otras uvas no especificadas. 14 meses de crianza en barricas de roble francés.

En esta nueva entrada del blog os presentamos un Priorato de categoría. Es la primera vez que nos acercamos a esta D.O. en lo que llevamos desde el inicio de nuestra aventura en internet, hace algo menos de un año. Esto no quiere decir que no hayamos probado «prioratos» desde esa fecha, sino que no habíamos encontrado ninguno que nos gustara lo suficiente como para recomendarlo aquí. Bueno, sí lo encontramos, pero digamos que al hacer la cata definitiva el vino se «había caído» lamentablemente. No diremos el nombre por si en un futuro próximo vuelven a hacer un vino que podamos comentar en esta página.

El vino que os acercamos hoy lo descubrimos una tarde de primavera en Barcelona, en una tienda-barNegre De Negres2008 frente a la preciosa iglesia de Santa María del Mar. Nos llamó la atención, pero preferimos probarlo de nuevo un tiempo después para cerciorarnos de que el vino era tan bueno como nos había parecido en esa ocasión. Y no sólo nos pareció bueno, sino mejor, porque el paso del tiempo había hecho que mejorara en botella haciéndolo más suave y equilibrado.

Como sabéis los que nos seguís, y si no lo sabéis os lo contamos ahora, este blog siempre ha apostado por vinos que a los integrantes del mismo nos han gustado de una manera especial. Nos da exactamente igual la zona de la que provenga el vino en cuestión. Si nos gusta, nos gusta. Sin más. Decimos esto porque hemos comprobado en nuestras propias carnes como no siempre ocurre esto. Hace poco hicimos una cata a ciegas en Barcelona (este blog se realiza entre Madrid y Barcelona) y descubrimos con estupor como un vino había gustado mucho al personal hasta que se descubrió que era de Madrid. Entonces comenzaron a criticarlo duramente. Nos pareció tan triste ese comportamiento que nos prometimos a nosotros mismos que jamás haríamos algo así; en Vino y se quedó nunca criticaremos un vino por su procedencia, sólo por su calidad. Si algunos quieren politizar hasta estas pequeñas cosas que no cuenten con nosotros. Nos declaramos enemigos absolutos del aldeanismo provenga de donde provenga.

«Tinto de tintos». El vino del que hoy hablamos tiene mucha calidad. Su color es rojo picota. Muy intenso y limpio. En nariz es de intensidad media-alta. Predominan los toques a frutas negras maduras, a regaliz, a plantas silvestres y a Licorelaminerales típicos de la zona donde están ubicadas las vides, en los que la pizarra conocida como licorella es la gran protagonista del terreno. En la boca recuperamos algunos de los matices frutales y balsámicos que observamos en la fase olfativa pero ahora aparecen notas dulces y cremosas que hacen que el paso por boca sea sedoso, goloso y jovial. Nos queda una sensación larga y poderosa que nos empuja a seguir degustando este caldo proveniente de la bodega Portal del Priorat.

Recomendamos acompañar este vino con quesos de oveja, por ejemplo los manchegos, y con quesos tiernos, así como con foie, carnes y embutidos ibéricos, y guisos especiados.

Abramos la mente y dejemos los prejuicios a un lado para dejarnos seducir por las cosas buenas que tiene nuestro país, que son muchas y variadas. Sólo de esta forma nos daremos cuenta de que todos somos, en el fondo, iguales. Sólo seres humanos, que ya es bastante.

Salud y vinos, amigos.