Hace pocas fechas tuvimos el placer de realizar un viaje recorriendo la provincia de Cádiz casi en su totalidad, pudiendo disfrutar largamente de sus preciosas sierras y playas, de sus variados parques naturales, y de sus tranquilos y cuidados pueblos y ciudades. Hubo alguna excepción un tanto desagradable pero a grandes rasgos todo resultó muy placentero. Contemplamos con sumo agrado el cuidado y mimo con el que los vecinos de los Pueblos Blancos conservan su bello patrimonio arquitectónico y natural; nos extasiamos recorriendo a pie los lugares más recónditos y bellos de los parques naturales de la Sierra de Grazalema y de Los Alcornocales; y nos dejamos seducir por el cariño y la hospitalidad de las gentes de Cádiz, de Sanlúcar de Barrameda, de Ronda (provincia de Málaga), de la Bahía de Cádiz, y de toda la franja que va desde Conil de la Frontera hasta Tarifa.