Maneki 2011. Bienvenidos al territorio de la Albarín blanco

100% Albarín blanco. Crianza sobre lías. 2 meses envejecido en barricas de roble francés.

En esta nueva entrada del blog nos acercamos a un vino singular ya que está hecho con una uva «en peligro de extinción», al igual que lo están el lince ibérico, el progreso y la honradez. Esta uva es la Albarín blanco, variedad originaria de nuestra querida Asturias, aunque puede encontrarse, como en el caso que nos ocupa, en la provincia de León, además de en algunas zonas de Galicia. Para evitar susceptibilidades territoriales tenemos que decir que también queremos mucho a esos otros territorios en los que tantos buenos momentos hemos pasado. Además a esta uva se la puede denominar Raposo o Blanco Verdín dependiendo de la zona geográfica en la que se encuentre. Los menos avezados en viticultura, entre los que sin duda nos encontramos, pueden confundirla con la Sauvignon Blanc por su parecido físico. Su sabor es similar al de la Moscatel.

El Maneki lo descubrimos hace unos días en una improvisada cata familiar gracias a los amigos de Bodegas Tampesta que tuvieron a bien hacernos llegar varias botellas de su producción, entre los que estaba este blanco ejemplar. Fue, como señala el nombre del vino (maneki significa «bienvenido» en japonés), toda una bienvenida alegre a una uva desconocida por nosotros hasta el momento, y que esperemos no descuidar a partir de ahora. Las cuatro personas que degustamos este vino quedamos encantados con él y con ganas de seguir degustandolo cuando se acabó la botella.Maneki 2011

Cata a grandes rasgos del Maneki 2011.

Cuando lo servimos en la copa contemplamos con mucho agrado la intensidad y vida que transmite a través de un intenso color amarillo pajizo transparente. Aunque los bodegueros recomiendan que se consuma a 13º tenemos que reconocer que nos gustó más con unos grados menos. Tras airearlo unos momentos en la copa nos lo acercamos a la nariz y descubrimos todo un abanico de aromas frutales donde predominaban los toques a frutas tropicales, a frutas blancas y a frutas de hueso, así como notas florales que aportaban mucho frescor. En boca corroboramos que este vino es toda una declaración de amor a las frutas golosas y frescas que tantos momentos gloriosos nos han aportado durante esos veranos de antaño cobijados bajo la parra del patio para evitar los intensos calores mesetarios. Desde el momento en que este vino se acerca a nuestro paladar nos congratulamos de su buen equilibrio debido a su justa acidez. Se podría decir que es un vino afrutado que contiene una ligera sequedad y un leve amargor que lo convierten en un vino apto para todos los públicos.

Nosotros lo tomamos junto a un queso gouda añejo que lo complementaba a la perfección, pero también lo recomendamos para acompañar pescados blancos al horno, almejas a la marinera, pollo asado y foie.  

Felicitamos a Bodegas Tampesta por la segunda añada de este gran vino que esperemos que continúe por esta senda con la nueva añada que está muy próxima a salir al mercado, así como por apostar por una variedad de uva autóctona del noroeste español que ojalá se recupere en la zona y cada vez se hagan más vinos de calidad con ella.  En algunos aspectos nos ha recordado a algunas de las uvas con las que se crean los vinos gallegos, pero hemos percibido notas distintivas propias que consideramos perfectas para apostar por crear vinos con crianza, ya que la Albarín, debido a sus especificidades, es muy adecuada para el envejecimiento. A los integrantes del blog nos gustan mucho los Moscatel con crianza, y creemos que la uva Albarín puede conseguir metas parecidas a ésta.

No esperéis más y dejaos seducir por la frescura frutal, nada empalagosa, de este buen vino confeccionado en la localidad leonesa de Valdevimbre. ¡Bienvenidos al club! como diría nuestro añorado Andrés Montes, otro gran amante de los pequeños placeres que nos procura la vida de vez en cuando.

Salud y buenos vinos, amigos.