100% Garnacha. Fermentación en barrica de roble francés usada. Suelos de pizarra y granito. Cultivo ecológico y máximo respeto por la biodiversidad. Trabajo con la biodinámica. Producción limitada a 330 botellas.
Hoy nos hemos propuesto romper con clichés manidos y topicazos bien entroncados en el imaginario popular y que tanto daño hacen a los que amamos el vino, como que los rosados son cosa de mujeres o para tomar a punto de congelación en cualquier chiringuito playero. Y eso ha pasado porque hace años se pusieron de moda muchos rosados piruleta que encandilaban a un público femenino menos versado en lides vinícolas que el actual. Cuanto daño han hecho las europeas del norte a este segmento.
Tanto en España como en Francia, de toda la vida se han bebido vinos rosados o claretes con mucho cuerpo y, ciertamente en el caso español, con mucha sensación alcohólica, que eran perfectos para dormir una buena siesta veraniega. Ese tipo de vinos, que resucitaban a un muerto, quedaron como reducto de hombres de pelo en pecho coetáneos de Matusalén y desanimaron de su ingesta a paladares más refinados.
Pero amigos del mundo del vino normalizado, eso ha acabado afortunadamente con la irrupción en el panorama nacional de creadores que en distintos puntos de nuestra geografía han querido poner al rosado en el lugar destacado que se merece. Nuestro protagonista de este artículo es un discípulo aventajado y para Vino y se Quedó se encuentra en el top de los mejores rosados de España.
Tomemos una copa de Combate Pink 2014
Lo primero que nos seduce de este vino es su intenso color rosa guinda con reflejos magenta y lo brillante y limpio que es. Una preciosidad con la que nos gustaría ligar cada día.
Cuando nos lo llevamos a la nariz es pura fresa silvestre acompañada de aromas cítricos y de caramelo además de las típicas notas de heno que aparecen en la Garnacha. También se manifiestan matices de esmalte de uñas y de manzana. En la boca tiene una entrada directa con una acidez y un amargor excitantes. Se trata de un rosado con una estructura y una persistencia que nos recuerdan a un tinto. Nos toca la campanilla de lo largo que es. Dominan los cítricos, sobre todo el pomelo rojo, seguido de chicle de fresa ácida. Es un vino secante para beber por litros. Debería recetarlo el médico.
En Vino y se Quedó recomendamos tomar este vino, aparte de solo, acompañando a una ensalada de pollo al estilo thai (Laab Koi), así como a una trucha asalmonada y a cualquier pescado graso.
Dos tipos que están haciendo un gran trabajo

Hay que reconocer que los «inventores» de este refrescante y espectacular vino, Guillermo Fernández y Juan Carlos Arenas, se lo saben hacer muy bien. Con menos medios que el centro del campo del Éibar, están elaborando vinos de mucha calidad en la zona de Cebreros, con su Cuartel General instaurado en Sotillo de la Adrada. De la nueva bodega que allí han establecido, y que no ha sido diseñada por ninguno de los famosos arquitectos mundiales, funcional y acogedora, salen algunos de los mejores vinos garnacheros del panorama nacional.
Un buen ejemplo de ello es este Combate Pink 2014. Es la primera añada de este rosado que surgió de un imprevisto, como casi todos los grandes inventos humanos. Tuvimos la fortuna de asistir al nacimiento de este vino que cuenta con un diseño muy divertido con ese color rosa chicle que a nosotros nos parece perfecto.
Los dos vitivinicultores, desde el comienzo de la aventura de Maldivinas allá por 2006, han apostado por llevar a cabo un trabajo lo más natural posible en el campo, así como un extremo cuidado en la limpieza de todo el proceso de elaboración del vino, ya que se pueden hacer vinos naturales sin ser guarros. Hay quirófanos donde se presta menos cuidado a este aspecto. El obtener el mejor fruto en el mejor suelo, con la mejor orientación posible y el máximo respeto y cariño a la hora de elaborar, hacen que el resultado final sean vinos prodigiosos, llenos de frescura y de vida que se beben sin parar a cualquier hora del día o de la noche.
En estos días de intenso calor en toda España os aconsejamos que os hagáis con alguna botella de este rosado de nano producción y lo disfrutéis con buena gente. Como dirían los lugareños de la zona y tanto hemos escuchado a nuestros dos protagonistas, ¡ponedme otro chato!
Salud y buenos vinos, amigos.
*Mapa: Cortesía de Garnachas de Gredos.