Combate Pink 2014, el rosado que acaba con los tópicos

100% Garnacha. Fermentación en barrica de roble francés usada. Suelos de pizarra y granito. Cultivo ecológico y máximo respeto por la biodiversidad. Trabajo con la biodinámica. Producción limitada a 330 botellas.

Hoy nos hemos propuesto romper con clichés manidos y topicazos bien entroncados en el imaginario popular y que tanto daño hacen a los que amamos el vino, como que los rosados son cosa de mujeres o para tomar a punto de congelación en cualquier chiringuito playero. Y eso ha pasado porque hace años se pusieron de moda muchos rosados piruleta que encandilaban a un público femenino menos versado en lides vinícolas que el actual. Cuanto daño han hecho las europeas del norte a este segmento.

Tanto en España como en Francia, de toda la vida se han bebido vinos rosados o claretes con mucho cuerpo y, ciertamente en el caso español, con mucha sensación alcohólica, que eran perfectos para dormir una buena siesta veraniega. Ese tipo de vinos, que resucitaban a un muerto, quedaron como reducto de hombres de pelo en pecho coetáneos de Matusalén y desanimaron de su ingesta a paladares más refinados.

Pero amigos del mundo del vino normalizado, eso ha acabado afortunadamente con la irrupción en el panorama nacional de creadores que en distintos puntos de nuestra geografía han querido poner al rosado en el lugar destacado que se merece. Nuestro protagonista de este artículo es un discípulo aventajado y para Vino y se Quedó se encuentra en el top de los mejores rosados de España.

Tomemos una copa de Combate Pink 2014

Lo primero que nos seduce de este vino es su intenso color rosa guinda con reflejos magenta y lo brillante y limpio que es. Una preciosidad con la que nos gustaría ligar cada día.

Combate Pink 2014

Cuando nos lo llevamos a la nariz es pura fresa silvestre acompañada de aromas cítricos y de caramelo además de las típicas notas de heno que aparecen en la Garnacha. También se manifiestan matices de esmalte de uñas y de manzana. En la boca tiene una entrada directa con una acidez y un amargor excitantes. Se trata de un rosado con una estructura y una persistencia que nos recuerdan a un tinto. Nos toca la campanilla de lo largo que es. Dominan los cítricos, sobre todo el pomelo rojo, seguido de chicle de fresa ácida. Es un vino secante para beber por litros. Debería recetarlo el médico.

En Vino y se Quedó recomendamos tomar este vino, aparte de solo, acompañando a una ensalada de pollo al estilo thai (Laab Koi), así como a una trucha asalmonada y a cualquier pescado graso.

Dos tipos que están haciendo un gran trabajo

Clicar para agrandar el mapa *
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Hay que reconocer que los «inventores» de este refrescante y espectacular vino, Guillermo Fernández y Juan Carlos Arenas, se lo saben hacer muy bien. Con menos medios que el centro del campo del Éibar, están elaborando vinos de mucha calidad en la zona de Cebreros, con su Cuartel General instaurado en Sotillo de la Adrada. De la nueva bodega que allí han establecido, y que no ha sido diseñada por ninguno de los famosos arquitectos mundiales, funcional y acogedora, salen algunos de los mejores vinos garnacheros del panorama nacional.

Un buen ejemplo de ello es este Combate Pink 2014. Es la primera añada de este rosado que surgió de un imprevisto, como casi todos los grandes inventos humanos. Tuvimos la fortuna de asistir al nacimiento de este vino que cuenta con un diseño muy divertido con ese color rosa chicle que a nosotros nos parece perfecto.

Los dos vitivinicultores, desde el comienzo de la aventura de Maldivinas allá por 2006, han apostado por llevar a cabo un trabajo lo más natural posible en el campo, así como un extremo cuidado en la limpieza de todo el proceso de elaboración del vino, ya que se pueden hacer vinos naturales sin ser guarros. Hay quirófanos donde se presta menos cuidado a este aspecto. El obtener el mejor fruto en el mejor suelo, con la mejor orientación posible y el máximo respeto y cariño a la hora de elaborar, hacen que el resultado final sean vinos prodigiosos, llenos de frescura y de vida que se beben sin parar a cualquier hora del día o de la noche.Combate Pink playa

En estos días de intenso calor en toda España os aconsejamos que os hagáis con alguna botella de este rosado de nano producción y lo disfrutéis con buena gente. Como dirían los lugareños de la zona y tanto hemos escuchado a nuestros dos protagonistas, ¡ponedme otro chato!

Salud y buenos vinos, amigos.

*Mapa: Cortesía de Garnachas de Gredos.

 

 

 

Ácrata Bobal Rosado 2012 «Verano», un vino que va a su bola

100% Bobal. Fermentación espontánea, sin levaduras artificiales. Viñedos viejos en altitud. Producción limitada a 600 botellas. Cultivo ecológico con uso de métodos biodinámicos.

Aquí me tenéis de nuevo, sentado a la fresca ante un portátil más precario que un vino búlgaro y contemplando una preciosa estampa del Tibidabo con su enorme basílica magníficamente iluminada (debe ser verdad que la crisis se ha esfumado porque la dejan encendida toda la noche) y la noria del parque de atracciones adyacente variando de color chillón y estridente a cada segundo. Es lo bueno de pertenecer a Vino y se Quedó, uno nunca sabe si le va a pillar en Madrid, Borstendorf o Barcelona el momento de acercarse a los cada vez más fieles seguidores del blog.

Nuestro protagonista de esta nueva entrada es un vino muy particular por varias razones: siendo de la Ribera del Duero está elaborado con una uva de origen mediterráneo que en esta zona es conocida como Valenciana y que fue plantada en los años cuarenta del pasado siglo para la creación de claretes por los paisanos de la zona. De ahí que no pueda comercializarse bajo la D.O. Ribera del Duero. Siendo un rosado parece un clarete, y siendo un vino nos trae recuerdos de sutiles pacharanes. Es un vino que pasa de las normas establecidas como anuncia en su nombre.

Cata de un vino que pasa de convencionalismos

Este rosado creado por la que es nuestra bodega del mes de abril, Kirios de Adrada, pertenece a la serie Las cuatro estaciones, que recoge un vino para cada estación del año. Nos parecía muy facilón presentároslo con la llegada del verano y nos hemos adelantado un poco. Bien es cierto que lo probamos cuando en España parecía haberse instalado el calor, aunque en los últimos días hemos vuelto a lo que debe ser el mes de abril que parecía que alguien nos había robado, como en la canción del maestro Sabina.ÁCRATA Bobal Rosado

El Ácrata Bobal 2012 «Verano» es de color anaranjado como de clarete, natural en su «turbiedad» al no estar clarificado. Cuenta con una lágrima gorda debido a su potencial glicerinoso.

Tiene una nariz de mediana intensidad en la que percibimos aromas a fresa ácida, a pomelo y a caramelo quemado que ya hemos notado antes en rosados elaborados con esta variedad. Se hace palpable una notable presencia alcohólica.

En boca es directo, punzante, de largo recorrido que nos llega al final de la garganta. A su paso nos deja un amargor incitante, recuerdos a jarabe dulce y amargo a la vez, a palulú, a endrinas, a pomelo y a naranja amarga.

En su degustación nos atonta y nos amodorra de manera muy placentera por lo que lo recomendamos para regar una comida potente al estilo de espagueti con pesto genovese y gambas, con arroz con conejo o campero, con butifarra a la brasa, y con huevos fritos con foie y trufa.

Una bodega que lo hace como se debe de hacer

Por eso es la bodega que hemos elegido este mes. Amigos lectores, sabéis que perseguimos a aquellos vitivinicultores que apuestan decididamente por cuidar el entorno donde elaboran sus vinos, en primer lugar, mimando el suelo sin agredirlo con sustancias que, tarde o temprano, terminan por perjudicarnos a todos, y en segundo lugar, pasando de tecnificaciones que en nada favorecen al campo; de ahí que hayan recuperado los trabajos en el viñedo con la ayuda de animales de tiro.

Los amigos de Kirios de Adrada, Jesús Lázaro y Maite Perera, comenzaron este proyecto familiar en 2001 con la recuperación de viñedos viejos y muy viejos por encima de los 900 metros de altura en Adrada de Haza, en pleno corazón de la Ribera del Duero, y por si esto no fuera bastante, potenciaron la biodiversidad haciendo vinos no solo de Tempranillo, sino también de Garnacha, de Albillo, de Pirulés, de Bobal y de Monastrell. Suponemos que tuvieron que hacer frente a la típica cerrazón de los paisanos de la zona que ya hemos visto en otros lugares ante los que deciden romper las normas y lanzarse a realizar sus sueños sin hacer lo mismo que hace el resto.

Nos gusta como lo hacen y como lo cuentan. Se nota la verdad en cuanto uno descorcha uno de sus vinos y siente la fuerza del terruño, esa que nunca engaña a nadie que posea cierta sensibilidad. En estos días hemos probado alguno de los vinos que elaboran, como el peculiar Albillo-Pirulés, o el gran Kirios de Adrada Todo, aparte del que hoy os presentamos, y tenemos que deciros que nos ha parecido que destilan verdad. Y eso es lo que pedimos a nuestros vinos.

Además hemos descubierto con mucho agrado que la bodega apuesta por el enoturismo a unos precios ajustados para todos los bolsillos, tal como hacen con sus vinos, y ese es un punto más a su favor para que les otorguemos nuestro apoyo. Y encima, estos «libertinos», han creado una página web estupenda para la navegación a la vez que atractiva. Para que algunos digan que no se puede.

Nos ha gustado mucho lo que han conseguido en esta bodega burgalesa: la unión de buenos vinos, cuidado del entorno, respeto por las buenas artes tanto en el campo como en la bodega, así como la modernidad en el ámbito comercial y corporativo. El resultado final es muy digno de mención. Por todo ello nuestra más sincera enhorabuena.

Salud y buenos vinos, amigos.

Gratias rosé 2012, el rosado con alma de tinto

100% Bobal. Viñas viejas. Cultivado en vaso y sin riego. Embotellado tras 3 meses en contacto con sus lías. Vino natural y biodinámico. Comercio justo.

Hace no mucho tiempo en el celebrado post Gratias maximas 2011. Bobalización total dejamos abierta la posibilidad de hablar del vino que hoy nos ocupa, y hemos creído conveniente hacerlo ahora para que podáis descubrir este magnífico vino, si es que no lo habéis hecho ya. Para Vino y se Quedó es uno de los mejores rosados que se elaboran en España y, por ende, en el ancho mundo.

En el mencionado post recorríamos de manera pormenorizada la historia de los tres amigos consultores de la zona de La Manchuela, Ana Gómez, Iván Gómez y José Gómez, los TresGe como han bautizado su proyecto, que un buen día decidieron liarse la manta a la cabeza y comenzar a elaborar vino de calidad con la variedad Bobal en una zona que era eminentemente «granelera». Para ello decidieron ser respetuosos con el medio natural y cuidar que el esfuerzo de los trabajadores y de los viticultores que les vendían la uva fuera recompensado dignamente. Es decir, actuar como debería hacerlo todo el mundo.gratias roséEn el aludido artículo ya hicimos toda una declaración de principios y un alegato de apoyo a estas prácticas de Decencia Pública por lo que no nos extenderemos más en ese aspecto.

Conociendo los viñedos donde todo comienza

Las uvas para realizar los dos sensacionales vinos que elaboran con esta variedad los Tres Gómez salen de tres viñedos especiales para estos amigos, sobre todo para Iván, puesto que están muy relacionados con su vida. Estos manchueleros de pro son unos cachondos mentales y han bautizado estas tierras con el nombre de sus dueños, al estilo borgoñón. Así surgieron el terroir Paco, en honor al propietario del mismo, el padre de Iván. Estas viñas tienen más de ochenta años de edad. El terroir Pepe, viñedo del vecino de Iván cuyas viñas tienen más de cuarenta años, y el terroir Sergio, en honor a un amigo actor de Iván que hace unos años decidió aparcar su carrera y convertirse en viticultor. Este viñedo tiene más de veinticinco años.

De esta manera se hace tierra. Nuestros protagonistas han mantenido sus viñas, han recuperado las que probablemente iban a desaparecer y han metido el gusanillo de la viticultura a un amigo. Por todas estas cosas, y por lo que ya explicamos en el referido post sobre estos vitivinicultores, no podemos más que desear que triunfen con este hermoso proyecto.

Poniendo la lupa sobre el gratias rosé 2012

Los que nos seguís sabéis que nos gusta hacer referencia en el momento de la cata a todo lo que envuelve al vino.  Por eso vamos a empezar refiriéndonos a la simbólica etiqueta del que hoy nos ocupa. Se trata del símbolo mahorí del triple twist que comprara en forma de colgante Ana durante su estancia en Nueva Zelanda, lugar donde residió un tiempo junto a Iván para conocer cómo se hacía el vino en los países del Nuevo Mundo.

El triple twist simboliza la unión eterna de las personas y de las distintas culturas en un camino que compactará lo tradicional con lo moderno; justo lo que es este vino, un intento de fusionar la tradición de los rosados de la zona con las técnicas más vanguardistas de viticultura y enología.

Este rosado tiene un sugestivo color rojo rubí muy brillante. Es un vino muy limpio y cuenta con una lágrima espectacular.

DSC_0076 copyEn nariz sentimos toda una sinfonía de frutos rojos como recubiertos de caramelo (azúcar quemado). También percibimos un refrescante aroma a heno. Acidez, frescor y dulzura, «uno para todos y todos para uno».

En la boca entra con fuerza llenándonos plenamente. Se hace palpable la fresa ácida y una sensación láctica muy agradable. Volvemos a notar ese toque al caramelo que recubre las manzanas de las ferias. Es de paso largo y muy equilibrado. Todo un señor vino que puede cubrir a la perfección a los tintos cuando comience a hacer más calor debido a su potencia y a que puede tomarse algo más frío.

Es perfecto para tomar junto a una paella, o con cualquiera de los platos de arroz mediterráneo, tan difíciles de combinar con vino. El gratias rosé es el mejor vino que hemos conocido para este tipo de platos. Pero además va de lujo con un conejo al ajillo o con un guiso de pollo, sin olvidarlo como aperitivo.

Desde Vino y se Quedó tenemos que dar las gracias a la madre de Iván Gómez por su amor por los vinos rosados. Ella fue la inspiración para la elaboración de este vinazo. Creemos que los amigos de TresGe Wine Consulting han creado el mejor rosado de la zona y uno de los top de España. Felicidades.

Salud y buenos vinos, amigos.

Cortijo Los Aguilares Rosado 2012. Un rondeño pleno de matices

Coupage de uvas Tempranillo y Petit Verdot. Fermentado a muy baja temperatura. Realizó la maloláctica en depósito. 

Esta semana hemos pensado que como en muchos lugares de España aún está haciendo un relativo buen tiempo (al menos no hace frío) apetece tomarse un buen vino rosado para acompañar un aperitivo o sentarse a la mesa para degustar una buena comida o cena. Pues nada mejor para «refrescar» esos momentos que lanzarse a degüello a por este singular vino de una Denominación de Origen que debuta en el blog y que está creciendo en cantidad y en calidad en los últimos años. Se trata de la D.O. Sierras de Málaga.

Pequeña semblanza histórica de los vinos de Málaga.

En esta preciosa zona geográfica de nuestro variado y rico país (al menos en cultura, biodiversidad, naturaleza y buenas gentes) se viene elaborando vino desde la época en la que los fenicios llegaron a la costa malagueña, allá por el siglo VIII a.C. Posteriormente, griegos y romanos aportaron a los lugareños su sapiencia a la hora de cultivar la vid y de crear vinos. Tanto fue el empeño puesto por los antiguos malagueños, que en el primer cuarto del siglo XIII consiguieron que su vino fuera considerado el «Cardenal de los vinos» al vencer en la conocida como «Batalla de los Vinos» a lo más granado de los caldos franceses y europeos en un concurso auspiciado por el rey de Francia, Felipe Augusto. Puede que este fuera el comienzo del «enamoramiento» que por todo lo español tienen nuestros queridos vecinos del norte.

Pero no solo en Francia triunfaron estos vinos. A finales del siglo XVIII se convirtieron en los preferidos de la emperatriz de todas las Rusias, Catalina II, que como buena alemana debía darle buen ritmo al descorche de botellas de vino en palacio.

¿Y cómo es él? 

Empezaremos diciendo que es un vino bonito. Su color, entre el rosáceo y el anaranjado, invita a su degustación.Los Aguilares 2012 Rosado

En la nariz vamos a sentir la preponderancia de las frutas rojas, tales como fresas y frutos del bosque, pero también vamos a percibir notas de sandía y de melón, así como de bollería y de frutos con hueso.

En la boca nos recuerda a los caramelos de nata y fresa de nuestra niñez, aunque principalmente sentimos la fresa ácida y un pronunciado matiz salino y cítrico. Todo lo que la fase olfativa anunciaba, un vino cargado de fruta, se transforma en la fase gustativa en astringencia cítrica y sequedad con bastante presencia alcohólica, pero todos los aspectos muy bien integrados y equilibrados gracias a su frescura y acidez. Es largo y sabroso; un rosado con clase.

A la hora de combinarlo con algún plato, recomendamos, como no podía ser de otra manera, degustarlo junto a una buena fritura de pescado al estilo del sur de Andalucía (nos encantan las que se realizan en tierras malagueñas y gaditanas).

Solamente hay una cosa que no nos llena de este vino: su etiqueta. La de la anterior añada nos gustaba mucho más. Podéis entender lo bueno que está este vino si el máximo problema que le vemos es su etiqueta.

La bodega Cortijo de los Aguilares aún no ha cumplido ni quince años de vida y ya es una de las punteras de esta Denominación de Origen. Se localiza en el término municipal de Ronda y tiene como bandera la viticultura sin herbicidas ni pesticidas y el buen trabajo de su enóloga, Bibiana García, a la que felicitamos por ser la principal responsable del «tesoro rojo» que hoy os hemos presentado y que aunque resulte paradójico no descubrimos en nuestro deambular por las cercanías de las sierras de Málaga, sino un día en el que un tendero malagueño nos los recomendó por casualidad en Barcelona. Aunque ya sabéis que las casualidades no existen.

Salud y buenos vinos, amigos.

5 Rosas 2012. Un vino en ramo

100% Mencía. Crianza sobre lías en depósito de acero inoxidable. Edición limitada a 2.000 botellas. 

Hoy hace su debut en nuestro blog un vino de la D.O. Bierzo. Ya era hora, dirán muchos, y llevan toda la razón. Prometemos más vinos de esta zona en próximos posts porque cada día nos están gustando más las mencías y su toque floral-afrutado y fresco. En esta ocasión hemos pensado que nada mejor para combatir los rigores del verano que un vinito rosado que podamos tomar muy frío (los que nos seguís sabéis que somos partidarios de enfriar los vinos blancos y rosados más de lo que aconsejan algunos «expertos» porque no todo el mundo vive en Finlandia, en una bodega, o tiene aire acondicionado en casa). A estos «expertos» les podemos dar la exclusiva de que mucha gente vive en la Meseta Central, Murcia, Andalucía o Extremadura, por citar solo cuatro ejemplos, donde se rumorea que hace algo de calor. Por tanto, adecuemos la temperatura del vino a los grados del lugar en el que estemos y dejemos el fundamentalismo para otros.

Catando espero el vino que yo quiero. 

Servimos el vino y contemplamos que su color es rosa oscuro con ribete rosa chicle y que posee una lágrima media muy similar a la que deja el jabón líquido de glicerina diluido.

En la nariz percibimos a copa parada unos agradables matices a regaliz rojo y a piruleta de fresa (que pena que el vino tenga alcohol y no podamos dárselo a degustar a los niños porque sería mucho más sano que las chucherías que sí se les permite comer). Con la copa en movimiento (para los novatos en estas lides tranquilidad, que no se trata de ningún poltergeist) encontramos una fuerte carga de frutas rojas y detrás un embriagador perfume de rosas y violetas; o sea, mencía a «tutti plen«.5 Rosas Bierzo

En la boca nos llenamos de frescura frutal con sabor a cerezas, fresas, ciruelas y sandía. Es un vino fresco y afrutado con un matiz mineral, aunque potente para tratarse de un vino rosado. Tiene muchos matices de golosina pero cuenta con un final más bien seco.

Seguro que habrá mil maneras de acompañarlo en la mesa pero nosotros recomendamos probarlo con un salmorejo con huevo o berenjenas chips, con pluma o secreto ibérico acompañados por una guarnición de champiñones salteados, e incluso terminando la comida o cena con un flan de huevo al horno.

En resumen, el 5 Rosas es un vino alegre, fresco, frutal y floral que gustará a una gran mayoría del público porque nunca llega a ser empalagoso. Si no se toma muy frío cuando hace mucho calor resalta en demasía el perfume de rosas y frutas de verano y puede llegar a cansar.

Bodegas Losada Vinos de Finca ha apostado por algo diferente a lo que se hacía en El Bierzo: intentar hacer vinos más finos, y para ello se abastecen de uvas mencía de viñas viejas plantadas en suelos arcillosos en lugar de en pendientes de pizarra como parecía mandar la tradición berciana.

Si alguien quiere acercarse a la bodega para conocer más en profundidad el trabajo que allí se lleva a cabo o probar sus buenos tintos ésta se encuentra ubicada frente al Castro de la Ventosa en la localidad de Cacabelos. En ella se ha llevado a cabo toda una apuesta por las energías alternativas y el cuidado del medio ambiente. Como debe ser.

Salud y buenos vinos, amigos.

Acercándonos a Cercavins

Como os prometimos en el anterior post hoy os hablaremos de la gran impresión que nos dejaron los vinos del Celler Cercavins, bodega que conocimos en la feria Temps de Vi en Vilanova i la Geltrú. Como os dijimos, fuimos a parar al expositor de esta bodega por intermediación de los amigos del Celler Can Roda que trabajan con el mismo enólogo consultor, Enric Gil. Al gustarnos tanto los vinos que éste había realizado en Can Roda quisimos conocer alguna de sus creaciones para Cercavins.

Esta bodega está situada en la localidad ilerdense de Verdú, y sus vinos se inscriben dentro de la D. O. Costers del Segre.

Debido a lo avanzado de la hora y a las numerosas copas de vino que habían caído a lo largo de la tarde, sólo pudimos probar dos de sus vinos que seguidamente os analizamos. Ambos nos parecieron sublimes a pesar de sus diferencias: uno es un tinto y el otro un rosado, y sus precios difieren ostensiblemente; mientras el rosado se mueve en el entorno de los 5 €, el tinto se aproxima a los 20 €, aunque en la feria se podía adquirir por 18,50 €.

Bru de Verdú 14 2007:

Se trata de un vino tinto creado a partir de un coupage entre las variedades Syrah, Merlot y Tempranillo, en el que predomina claramente la Syrah, que representa el 75% de esta combinación.

El vino ha sido envejecido durante 14 meses en barricas de roble francés, americano y húngaro.

Los aromas que desprende el vino van desde las frutas negras maduras hasta los frutos secos, las especias y el chocolate. Al paladearlo, la boca se llena de sabores dulces y especiados. Perfecto para acompañar un guiso de rabo de toro, o simplemente para disfrutar  tomando unas tapas de carne, secreto ibérico, quesos o foie.

Éste es un tinto espectacular que deberían probar los buenos aficionados al vino al menos una vez en la vida, aunque creemos que aquél que lo pruebe, repetirá. Es realmente delicioso.

Tras probar esta joya ya no nos quedó ninguna duda de que Enric Gil es un artista creando vinos de calidad que hacen que nuestros sentidos se extasíen y nuestro espíritu alcance algo que debe ser lo más parecido a la felicidad.

Ya que estábamos en el stand de esta bodega probamos su rosado a petición de uno de los bodegueros. Nos pareció tan asombroso que decidimos mencionarlo aquí.

Virol Rosat 2011:

Singular vino rosado de la variedad Syrah en el que se complementan a la perfección los toques de fruta fresca, como la fresa, y la sequedad que consigue que el vino no se dispare hacia la golosina. Destaca su color rosa oscuro que le asemeja a algunos tintos jóvenes. Es muy indicado para acompañar platos de pasta, pescados, mariscos fríos, carpaccios, y todos aquellos platos y aperitivos indicados para el tiempo caluroso que se acerca. Perfecto también para acompañar una barbacoa. Recomendamos que se consuma muy frío.

Gracias a degustar este gran rosado nos pudimos quitar el mal sabor de boca, (nunca mejor dicho), y el enfado que nos causó haber probado dos vinos rosados que a nuestro juicio han sido sobrevalorados por los «expertos». Se trata del Rádix 2011, de bodegas Parès Baltá, que a pesar de haber ganado varios premios, según se hartan de explicar los comerciales de la bodega, aburre desde el primer sorbo. Es un vino muy caro, ronda los 19 €, y que según nuestro parecer, está falto de todo. Algún día hablaremos en este blog de cómo se consiguen muchos de los premios en el sector del vino. Ahí va un consejo, si se nos permite, ¡huid de los vinos premiados como de la peste! Claro que siempre puede haber una excepción a la regla.

El otro rosado que causó nuestra indignación, aunque menos que el anterior, fue el Brunus Rosé 2011, de bodegas Portal del Montsant. Es un vino que tiene un color rosa chicle que desanima su degustación. Es muy seco y anodino.

Aquí acabamos con nuestro resumen sobre cómo vivimos la última edición de la feria Temps de vi. Lo pasamos bien, y disfrutamos de buenos vinos, aunque también sufrimos otros. La organización fue buena, y nos gustó la idea, cada vez más extendida, de poder comprar a un precio razonable una copa de una conocida marca de cristal para degustar en ella los diferentes vinos. Esperamos veros por las muchas ferias de este tipo que se celebran por toda España, y como no, que podamos brindar por la buena salud de nuestros vinos y divertirnos juntos haciendo algo tan divertido como hablar de los mismos en buena compañía. Que así sea.

Salud a todos.