Coupage de 44% Cariñena, 36% Garnacha, 16% Cabernet Sauvignon, 2% Merlot y 2% Syrah. Crianza de 12 meses en roble francés (90%) y americano (10%). Barricas nuevas (10%) y usadas dos o tres veces (90%). Agricultura ecológica.
Aprovechando nuestra presencia temporal en tierras catalanas hemos dado buena cuenta de eventos, catas y degustaciones, más o menos «serias», para ponernos al día con los vinos de la zona, centrando nuestras pesquisas en las denominaciones de origen Montsant y Priorat. En el último mes Vino y se Quedó ha estado presente en la Renaissance des Appellations, celebrada en el Mercado del Borne de Barcelona, y en la Fira del Vi de Falset.
Pero nuestro protagonista de esta semana no fue descubierto en ninguno de estos importantes saraos vinícolas sino en la presentación del Tast amb Llops 2015 que tuvo lugar en la Fábrica Moritz de la Ciudad Condal. Allí probamos grandiosos vinos en petit comité y nos rendimos ante este ejemplar tinto y ante su superior en el escalafón de la bodega, que no en calidad, el insigne 5 Partides, un monovarietal de Cariñenas viejas. Pero fieles a nuestro compromiso os acercamos el que tiene mejor relación calidad-precio haciendo gala de nuestra proverbial defensa de vuestro bolsillo. Eso no obsta para que os podáis dar un caprichito de vez en cuando con el otro.
Desnudando el Petit Artai 2011
En el acto anteriormente mencionado, la compañera Ruth Troyano nos presentó este priorato adictivo que días más tarde adquirimos para realizar la cata que a continuación os mostramos. Antes de comenzar os queremos advertir que en los días fruto es cuando este tinto expresa toda su potencial por lo que os aconsejamos que sólo lo degustéis durante esos días que os indicará cualquier libro o app especializados en biodinámica.
El Petit Artai 2011 es de color rojo rubí y presenta ribete purpúreo que deja claro su aspecto juvenil. Es oscuro, casi de capa alta, y muy brillante.
En nariz vamos a ir comprobando cómo el vino evolucionará a medida que vaya pasando el tiempo en la copa. Recién servido destapa unas maravillosas notas a especias, a café y a cacao. Cuando se asienta salen heno y fruta negra, sobre todo la zarzamora, así como algún toque de pimienta. Es muy elegante e incita a perderse en él.
En boca tiene una entrada cálida, directa, con mucha fruta madura pero fresca a la vez. Es sedoso, amplio y sus taninos dulces nos dejan un buen retrogusto aunque no sea un vino largo. Es un tinto de calidad con una acidez y un alcohol bien integrados que lo hacen muy fácil de beber y placentero sobremanera. Esta joyita sirve tanto para un maridaje como para un «divorciaje», puesto que pega con infinidad de platos.
En resumidas cuentas, es un priorato con mucho sabor y muy equilibrado. Está tan bien hecho que a medida que lo vamos catando vamos reconociendo cada una de las características que aportan las variedades de uva que lo componen. Y aunque alguien se pueda asustar por el alto porcentaje de alcohol con el que cuenta, un 16,5%, éste no se impone y nos hace relajarnos gratamente.
Ubicando el vino en su contexto
Nuestro amigo ha sido elaborado en la subzona de Vi de Vila Gratallops de la DOQ Priorat. En esta denominación de origen pusieron en marcha en 2009 una nueva clasificación para potenciar las especificidades de los terruños de la zona al estilo de los village franceses. De ahí que las uvas que forman parte de el Petit Artai provengan en su totalidad del municipio de Gratallops, aunque la legislación sólo requiera un 60% de las variedades recomendadas Cariñena y Garnacha.

Desde Vino y se Quedó somos partidarios de que cada vez se nos deje más claro a los consumidores todo lo que conforma el acto de hacer un vino y la procedencia de las uvas para que podamos sentir la experiencia única de bebernos una tierra y de inspirarnos con su paisaje, muy bello en el caso que nos ocupa.
La orientación de la subzona de Gratallops crea un clima más cálido que en el resto de la comarca, de ahí que las uvas maduren más y presenten un mayor grado alcohólico. En la bodega Cal Batllet han entendido a la perfección la idiosincracia de su zona y han elaborado un vino que recoge toda su esencia. Uvas procedentes de viñedos propios de hasta cuarenta años de antigüedad plantados en laderas de pizarra, y un extremo cuidado por no agredir a la tierra son sus señas de identidad.
Al frente de la bodega se encuentra el vitivinicultor Marc Ripoll Sans, que en el año 2000 dio un golpe de timón y creó la actual bodega a partir de la que poseía la familia Ripoll. Primer paso acertado. El segundo acierto fue el de declarar sus vinos como Vinos de Villa de Gratallops y de Torroja. Y el tercero fue el de contar con la enóloga Sonia Blasco con la que forma tándem elaborando unos vinos deliciosos.
Esperamos que tras este post a nadie le quede la más mínima duda para comprarse una botella de este adictivo vino y descubra un gran priorato a un precio que es difícil de igualar en la zona de la que proviene.
Salud y buenos vinos, amigos.
*Mapa: «The World Atlas of Wine» 7th Edition Hugh Johnson & Jancis Robinson