Garnacha Salvaje del Moncayo 2011, un vino para tomar en pantalón corto

100% Garnacha vieja del Moncayo. Fermentación en depósitos de acero inoxidable. Crianza de cinco meses en barrica de roble francés. Vendimia manual a finales de octubre.

Teníamos ganas de que los vinos de Aragón volvieran a Vino y se Quedó y de que hiciera su debut en él otra de las zonas geográficas protegidas de esta magnífica tierra vinícola. El vino que hoy os presentamos tiene su origen en la V.T. Ribera del Queiles, zona de viñedos bañados por el río Queiles que comparten las CC.AA. de Aragón y de Navarra. Es la única calificación de Vinos de la Tierra en España que se extiende por más de una Comunidad Autónoma.

El Garnacha Salvaje del Moncayo es un vino que proviene de viñedos de unos cincuenta y cinco años de antigüedad de la bellísima comarca aragonesa que lleva el nombre del mítico monte Moncayo que fue hito fronterizo de tres de los más importantes reinos europeos medievales, Aragón, Castilla y Navarra, que hoy tenemos la suerte de compartir en este mosaico de culturas que se ha venido en llamar España.

Esta comarca es una preciosidad y muy recomendable su visita para los amantes de la cultura y de la naturaleza. Al menos una vez en la vida hay que perderse por estos pueblecitos con sabor mudéjar y dejarse acariciar por ellos. En invierno la caricia suele ser más bien un bofetón en toda la cara. Para los frioleros mejor una visita a partir de la primavera. Después de visitar cada pueblo no puede faltar detenerse con un poco más de tiempo en Tarazona y sentir su alma romana y mudéjar con una copita de nuestro protagonista de hoy.

Una Garnacha potente pero nada «asalvajada»

Soñemos un momento. Vamos a hacernos a la idea de que nos encontramos en la cima del Moncayo. Para brindar ante tamaña gesta alpina descorchamos un Garnacha Salvaje del Moncayo 2011 mientras contemplamos desde las alturas su comarca homónima así como parte de las tierras de Soria y de Navarra. ¿Lo habéis imaginado? Pues entonces pasemos a la cata de este buen vino.Garnacha Salvaje del Moncayo

Posee un color rojo que va del rubí al granate. Es traslúcido, glicerinoso, limpio y brillante.

En nariz es sutil y muy agradable después de haberlo aireado un buen rato en la copa. A nosotros nos recordó el caramelo que envolvía a las manzanas asadas de las ferias de nuestra niñez. Hacía tiempo que no sentíamos ese primoroso aroma. A continuación nos envuelve la fruta roja cálida y ligera. Es un vino para descubrir con paciencia. Con tiempo este vino va perdiendo la timidez y expresándose tal y como es.   

En la boca sentimos la fruta roja ácida (fresa silvestre) pero sin aristas. Tiene un paso medio y una sensación alcohólica presente pero muy agradable. Es un vino con matices balsámicos y minerales que nos deja la boca fresca e invita a seguir bebiendo como si  no existiera el mañana.

Los integrantes del blog creemos que el Garnacha Salvaje del Moncayo armoniza a la perfección con cualquier comida que se realice al aire libre con chancletas. Aseguramos que está de muerte con unas chuletitas de cerdo a la pimienta, con carnes rojas a la brasa, con unas espléndidas Thüringer Bratwurst, que sin exagerar son las mejores salchichas que se pueden comer en el mundo y en buena parte del Universo, con una morcilla ibérica extremeña, o con un risotto.

Proyecto Garnachas de España

El enólogo riojano Raúl Acha es el responsable de nuestro vino de hoy y también del proyecto Garnachas de España por el que pretende recuperar la Garnacha de sitios que cuentan con viñedos viejos de esta variedad para hacer vinos de calidad y a precios bastante razonables. Para este fin ha creado alianzas con otros enólogos para elaborar vinos garnacheros en las zonas de Calatayud, Ribera del Queiles y Priorat. Prometemos probar todos estos vinos y contároslo aquí.

Estos proyectos son los que nos gustan; se recuperan zonas para los vinos de calidad y a la vez se potencia el crecimiento rural y el cuidado del entorno. Calidad por encima de cantidad aunque tampoco está mal enterarse de que España se ha convertido en 2013 en el líder mundial en cantidad de millones de hectolitros de vino al año superando a Italia y a Francia con un nuevo récord de 50,6 millones de hectolitros.

Descendemos del Moncayo sin dificultad gracias al aporte de estas garnachas viejas en estado líquido. Un dopaje mucho más sano que el que se usa para el Tour. Ha sido una experiencia muy placentera. Y muy barata: soñar es gratis y nuestro vino de hoy no nos ha agredido el bolsillo. En la Colección Permanente de Bodeboca lo podéis conseguir a un precio muy interesante.

Salud y buenos vinos, amigos.

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