Seguro que en más de una ocasión todos hemos dicho alguna vez la siguiente frase: «no abro una botella de vino para mí solo porque no me la beberé entera y se echará a perder». Pues ese problema se acabó desde que salieron al mercado las bombas de vacío para vinos. Para los que amamos el vino este utensilio es un gran aliado. Ahora podemos abrirnos una botella, tomar la cantidad que deseemos y cerrarla al vacío para que el vino no pierda sus cualidades; éstas se mantendrán perfectamente durante mucho tiempo.
Este aparato, también conocido como conservador de vino, suele incorporar de uno a cuatro tapones de goma o silicona. Su uso es muy sencillo: introducimos en la botella uno de estos tapones y después ponemos sobre él la bomba de vacío bien ajustada. Una vez hecho esto, hacemos el mismo gesto que al inflar la rueda de una bicicleta hasta que, según el modelo, escuchemos un click o notemos que cada vez nos cuesta más llevar a cabo ese bombeo, señal de que ya hemos extraído el aire de la botella.
Lo mejor de todo es que podemos encontrar muchos tipos de bombas de vacío de muy diferentes precios. Las más simples pueden costar alrededor de 7 € y las más «lujosas» pueden superar los 40 €. Nosotros recomendamos una bomba de vacío con señal acústica (que avisa con un click cuando hemos sacado todo el aire del vino) y que al menos cuente con un par de tapones, aunque eso depende de cada persona y de las botellas que quiera tener abiertas a la vez. Por unos 12 € tendremos un conservador de vino de primera. Los tapones se venden sueltos en multitud de tiendas especializadas en utensilios para el vino.
También es una gran idea para cuando queramos realizar una cata de varios vinos y sólo queramos probar una copa de cada uno. De esta forma no nos dará «mal rollo» descorchar tantas botellas porque luego las podremos conservar a la perfección durante un buen tiempo.
En alguna ocasión hemos conocido a detractores de este aparato que señalaban que las cualidades y peculiaridades del vino podían sufrir un perjuicio al manejar estas bombas de vacío. Nuestra intensa experiencia con esta tecnología nos ha demostrado que eso no es verdad en el caso de los vinos tranquilos. Para los espumosos ya existen en el mercado otras herramientas cuya función es insuflar aire en el interior de la botella para conservar sus burbujas. Ya sabemos que a menudo tiene que haber críticos de los avances tecnológicos que ayudan al desarrollo humano y a la calidad de vida de las personas. Los hubo hasta de la lavadora porque pensaban que esta máquina «infernal» dejaría mucho tiempo libre a las mujeres de la época, que eran las que lavaban la ropa en esos tiempos, y ya conocemos el peligro de que las mujeres tengan tiempo para ellas mismas. Avisamos de que hemos usado la ironía. Los tiempos son difíciles y hay que explicarlo todo antes de recibir comentarios destemplados.
Lo dicho, amigos, es un gran invento pensado especialmente para todos aquellos que deseen abrirse una botellita en soledad, para el mundo de la hostelería, y para todos los que quieran curiosear descorchando varios vinos para degustarlos a la vez. Además, pensamos que puede ser un gran regalo para las personas que disfrutan con el vino.
Salud y buenos vinos, amig@s.